EL PAíS › LA PRESIDENTA SE REUNIó CON EMPRESARIOS EN LA CáMARA DE COMERCIO DE LOS ESTADOS UNIDOS

“Una muy buena oportunidad de negocios”

Cristina Kirchner defendió la política de desendeudamiento del Gobierno, confirmó la reapertura del canje y buscó tentar a los inversores norteamericanos. Hubo inquietudes puntuales y un clima apacible.

 Por Fernando Cibeira

Desde Washington D.C.

En un día en que en Buenos Aires los bonos subían a todo lo que da, la presidenta Cristina Kirchner defendió ante los empresarios norteamericanos la política de desendeudamiento del Gobierno y confirmó la reapertura del canje para el miércoles o jueves que viene. La combinación de ambas medidas, analizó, “ayudará a restablecer la imagen del país y permitirá a las empresas nacionales y extranjeras acceder a mejores condiciones de crédito y financiamiento”. En su primera actividad en la capital norteamericana, la Presidenta compartió un almuerzo en la Cámara de Comercio con representantes de firmas como Cargill, Boeing, DirecTV, Fedex, Nike y Lockheed que pasó sin mayores sobresaltos y hasta con algunos elogios a la marcha de la economía.

La Presidenta aterrizó alrededor de las 7.30 en la Base Andrews de la fuerza aérea de los Estados Unidos. El viaje a Washington tiene como objetivo participar de la Cumbre de Seguridad Nuclear convocada por Barack Obama para el lunes y martes, pero Cristina Kirchner se armó una agenda de actividades previas que arrancaron ayer con la cita empresarial organizada en conjunto por la U.S. Chamber of Commerce, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham) y la Asociación de Cámaras de Comercio Americanas en América latina. La cita tuvo dos partes: primero un encuentro cerrado con representantes de algunas de las firmas interesadas en incrementar sus inversiones en el país y luego un almuerzo con alrededor de un centenar de hombres de negocios. El ex presidente Néstor Kirchner, el canciller Jorge Taiana, el ministro de Economía, Amado Boudou, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el embajador en Estados Unidos, Héctor Timerman, participaron de ambas.

En el encuentro cerrado, la Presidenta hizo una introducción con un repaso de sus últimas medidas y luego cada empresario se presentó, contó sus planes y transmitió alguna inquietud puntual: una dificultad de financiación, problemas para exportar o encarecimiento de insumos. Quienes participaron aseguraron que no se escucharon quejas salvo inconvenientes puntuales de acuerdo con el rubro. Para entender el clima apacible, los integrantes de la comitiva diferenciaban entre los hombres de negocios norteamericanos que pertenecen a los sectores financieros de los industriales. Explicaban que los problemas históricos de Argentina han sido con los financieros, pero con los industriales se mantuvo siempre una buena relación, sobre todo en los últimos tiempos en los que –decían los funcionarios– no les había ido nada mal, teniendo en cuenta la baja en la actividad en el resto del mundo.

En el comedor ya estaban dispuestas las mesas redondas, salvo la principal que era rectangular y larga. En las banderas y las vigas del techo que simulaban ser antiguas se leían nombres de descubridores y conquistadores de distintas épocas (desde César a Atila, de Colón a Cortés), lo que podría marcar un indicio de la particular visión que tienen de sí mismos los empresarios norteamericanos. La mayoría de los mozos que servían eran hispanos, quienes, como particularidad, dejaron en la mesa los postres –una torta de chocolate– aun antes de que sirvieran el pollo relleno que había de comida principal. ¿Costumbre local? Como guiño a los productos argentinos, el vino fue Luigi Bosca.

A la Presidenta la presentó el titular y CEO de la Cámara de Comercio, Tomás Donohue, con elogios a la marcha de la economía argentina. “Bueno, con estas palabras una se siente más comprometida”, arrancó Cristina Kirchner, que hizo un repaso de las relaciones comerciales entre Argentina y Estados Unidos, que definió históricas. En más de una oportunidad en el día recordó que Ford Motors hace 98 años que está en el país. Según dijo, fue el segundo país del mundo en el que Ford decidió invertir. En lo que ya es un clásico, mencionó la recuperación económica argentina de los últimos años luego de la crisis y “del default de deuda soberana más importante del que se tenga memoria”. Habló de los superávit gemelos, del crecimiento sostenido del PBI –el 64 por ciento desde el 2003, dijo– y de la relativa tranquilidad con la que Argentina superó el 2009, el año de la crisis mundial. “Hemos sostenido un comportamiento en la economía muy importante y no según datos nuestros sino de Naciones Unidas, luego de China fuimos el país con mayor actuación del Estado frente a la crisis global”, se congratuló.

Uno de los motivos del encuentro con los empresarios estuvo dado por el deseo del Gobierno de promocionar el canje de la deuda que esperan sea exitoso. Cristina Kirchner recordó una recomendación del FMI en la última cumbre del G-20, en Pittsburgh, para que los países hicieran un “uso inteligente” de sus reservas en estas épocas de crisis. “Durante estos años la inversión externa directa nos permitió acumular un stock de reservas que en relación con el PBI es el más alto de la región”, sostuvo. Y agregó que gracias a este stock de reservas fue posible implementar una política “de desendeudamiento como nunca se vio en Argentina”, sin agregar palabra sobre la pelea que el oficialismo y la oposición mantienen desde hace meses en el Congreso por este tema. Ahí mismo reveló que “el 14 o 15 de abril” el Gobierno “estará en condiciones de formular ofertas para finalmente salir del default”. Subrayó que esa medida “ayudará a restablecer la imagen del país y permitirá a las empresas nacionales y extranjeras acceder a mejores condiciones de crédito y financiamiento”.

Le habían pautado media hora para el discurso, que la Presidenta terminó tipo anuncio de TV: “Argentina es una muy buena oportunidad de negocios”. Más elogios del CEO de la Cámara y llegó la hora de las preguntas que se pasaron a recoger por las mesas, aunque dio la sensación de que el encargado de leerlas no las tuvo en cuenta. Como sea, la impresión fue que se evitó cualquier tipo de incomodidad a la visita. Tres preguntas bastante anodinas: una sobre qué podían hacer las empresas norteamericanas para mejorar sus negocios en la Argentina, otra sobre la piratería y una tercera sobre la energía nuclear, que casi pareció un pie para que la Presidenta contara de su participación en la cumbre del lunes. “En toda América, luego de Estados Unidos y Canadá, Argentina es el país de más desarrollo en materia de tecnología nuclear”, la cual no es “de carácter ni ofensivo ni defensivo sino fundamentalmente apuntado a energía y medicina”, respondió.

Luego, al fin, el almuerzo. Y a la despedida la extraña postal de algunos hombres de negocios sacándose fotos de recuerdo con la Presidenta y con Néstor Kirchner. “Fue excelente, acá hay interés”, evaluó Cristina Kirchner camino a la salida.

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La presidenta Cristina Kirchner con el titular y CEO de la Cámara de Comercio, Tomás Donohue.
Imagen: DyN
 
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