En una elección signada por las denuncias de irregularidades, la lista Socialismo y Participación, que lideran el senador Rubén Giustiniani y el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, se impuso ampliamente en la renovación de autoridades partidarias que le disputaba el sector del socialismo afín al gobierno nacional, encabezado por los diputados Jorge Rivas y Ariel Basteiro y por el vicejefe de Gabinete, Oscar González. Anoche, con el 90 por ciento de las mesas escrutadas, el oficialismo partidario obtenía más del 90 por ciento de los votos en el ámbito nacional, dejando al espacio aliado al kirchnerismo con una escueta representación en el Comité Ejecutivo del PS. “Ratificamos que ganamos en la provincia de Buenos Aires”, replicó el diputado Ariel Basteiro, quien sostuvo ante Página/12 que obtendrán 4 o 5 integrantes de los 25 que conforman la cúpula partidaria.

El epicentro de la encarnizada interna socialista fue Buenos Aires, el segundo distrito en importancia después de Santa Fe. Allí los tres dirigentes socialistas cercanos al Gobierno aseguraron ganar en territorio bonaerense “a pesar de las trampas”. “Nuestra lista ganó en las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires, Río Negro, Corrientes, Santa Cruz y la Rioja, aun teniendo que hacer frente a un sinfín de irregularidades”, aseguró Rivas a través de un comunicado, pasadas de las 19 horas.

Después de las diez de la noche, su espacio no estaba en condiciones de dar un resultado concreto a nivel provincial por falta de datos. Según Rivas, “el oficialismo partidario ensució la elección con toda suerte de trampas”. El diputado nacional denunció que hubo centros en los que no se abrió la votación, fiscales de su lista echados por la fuerza pública, y “sobre todo padrones truchos, que no coincidían con los que había confeccionado la justicia electoral”. En diálogo con este diario, Basteiro sostuvo que presentarán ante la Junta Electoral impugnaciones en varios lugares de votación de la provincia, como Tres Arroyos, San Nicolás, Tandil y Villa Ballester. Además, cuestionaron varias votaciones en la Capital Federal.

Desde el oficialismo partidario aseguraron en cambio que le propinaron “una derrota contundente” a la lista kirchnerista. “Esto demuestra una firme decisión de los compañeros y compañeras del PS que no quieren un partido manejado desde la Casa Rosada, sino un partido de participación de abajo hacia arriba, propositivo, de centroizquierda y alternativa de gobierno”, sentenció Giustiniani, reelecto titular del Comité Ejecutivo.

Además, el senador santafesino aseguró que buscarán repetir a nivel nacional el rumbo que eligió el Frente Progresista en su provincia. Justamente ayer se comunicó con Giustiniani el jefe de la bancada de senadores radicales, Gerardo Morales, para felicitarlo por el triunfo y ratificar la alianza entre el socialismo y la UCR. “Somos partidos hermanos”, insistió el jujeño.

Según datos oficiales, en la ciudad de Buenos Aires la lista oficialista se impuso por 5138 votos a 242. Con una participación cercana al 25 por ciento del padrón, el presidente del socialismo porteño, Roy Cortina, sostuvo que su espacio obtuvo un triunfo “contundente”. “El error político de ellos es confundir pluralidad en el partido con falta de respeto a las reglas de juego. La inmensa mayoría del partido decidió ser un partido de oposición pero que no es un partido que le pone palos en la rueda al Gobierno”, aseguró el diputado nacional en diálogo con Página/12.

Desde la lista Unidad Socialista, encabezada por Rivas, cuestionaron que en algunos lugares de la ciudad, como La Boca o San Telmo, la participación alcanzaba los 100 afiliados, mientras que en otros llegaban a los mil.

En Santa Fe, la tierra de Binner y el senador Giustiniani, el escrutinio oficial arrojó un resultado de 14.202 votos contra 144. Los socialistas aliados al kirchnerismo reconocían el triunfo del oficialismo partidario en ese distrito, pero remarcaban las irregularidades producidas durante todo el proceso electoral que fueron llevadas a la Justicia en tres oportunidades, aunque sin éxito.