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Elisa Carrió está decidida a consolidar su perfil de candidata presidencial mostrando un contraste con los vaivenes interminables de la interna peronista. Por eso inició una gira –la primera de este tipo que realiza– que la llevará a recorrer 30 ciudades en los próximos veinte días, con dos autos y siete personas como toda infraestructura. Ayer, en el primer día de la gira, la chaqueña visitó la localidad pampeana de General Acha.
El martes, algunos problemas con la correa de distribución de uno de los autos pusieron en duda la realización de la gira. Sin embargo, al final los mecánicos se apuraron y ayer, poco después de la siete de la mañana, Carrió, su hijo menor, Nacho, y su vocero, Matías Méndez, salieron del edificio de la diputada en la calle Santa Fe, donde los aguardaba un grupo de movileros.
“Hasta hoy hay elecciones el 27 de abril, pero todo está por suceder en la Argentina y hay que tener una enorme serenidad y paciencia y ver pasar a los adversarios. Estamos tranquilos, porque en algún momento el pueblo va a elegir”, sostuvo la chaqueña.
Y subió al auto que conducía la ex intendente de Chañar Ladeado, Susana García, para pasar a buscar a la diputada Elsa Quiroz por Ituzaingó. Después, cuando abandonaban el Conurbano rumbo a La Pampa, se incorporó un segundo auto, donde viajaba otra diputada, la bonaerense Graciela Ocaña, junto a su marido.
En los próximos veinte días, con un puñado de dirigentes y custodios como toda compañía, Carrió tiene previsto visitar 30 ciudades: después de recorrer La Pampa se trasladará a Neuquén, donde visitará a la capital, Zapala y San Martín de los Andes, y más tarde viajará a Bariloche, El Bolsón, Río Villegas, Epuyen y Esquel. En el regreso visitará algunas localidades de la costa atlántica como Trelew, Puerto Madryn, San Antonio Oeste, Viedma y Bahía Blanca, hasta finalizar con una breve recorrida por el partido de la Costa. La idea es recorrer los 4 mil kilómetros en auto e ir parando para diferentes actividades.
Ayer, la primera parada fue en una parrillita, a diez kilómetros de Trenque Lauquen, para almorzar tiras de asado con ensalada mixta y papas fritas. Dejaron, como lo harían más tarde en cada estación de servicio, un afiche autografiado.
Volvieron a los autos: algunos durmieron la siesta, otros tomaron mate y escucharon música. Carrió se dedicó a rezar durante kilómetros y kilómetros. Después de varias horas de viaje llegaron al límite con La Pampa, donde las aguardaba la diputada provincial Rita Bastillo, principal referente del ARI pampeano, junto a las representantes de la Mujeres Agrarias en Lucha, una ONG que apoya a Carrió desde la primera hora.
Ya en General Acha, Carrió visitó una fábrica de Durlock y después una granja de una cooperativa de microemprendimientos de apicultura, cunicultura y horticultura. Consultada por las divisiones del centroizquierda, la chaqueña insistió con su teoría de los dos caminos: “Por un lado están la balcanización y la fragmentación, que es lo que le pasa al PJ. Por otro, la construcción de una nueva alternativa, no a través de la sumatoria partidocrática sino en base a la articulación política y social”.
Una vez que concluyó la visita, Carrió cenó con un grupo de dirigentes del ARI pampeano. Después se trasladó al hotel donde pasó la noche. Hoy tiene previsto levantarse temprano, para cumplir el segundo día de la gira que incluye visitas a Cipolletti, General Roca y Neuquén.