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En el Salón de los Patriotas

-Españoles. La flamante canciller española, Trinidad Jiménez, y el ex presidente de gobierno Felipe González estuvieron ayer desde temprano representando al gobierno de España en el velatorio de Néstor Kirchner. La presidenta Cristina Kirchner llegó a la Casa de Gobierno un poco más tarde, cerca de las 10, junto a sus hijos, y se colocó frente al ataúd. Entonces, el embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini, se acercó a Máximo Kirchner para que le avisara a la Presidenta que los enviados españoles querían saludarla. Entonces sí, Cristina Kirchner se acercó a “Trini” Jiménez, a quien conoce bien desde la época en que José Luis Rodríguez Zapatero la nombró secretaria de Estado para Iberoamérica. Luego, se abrazó afectuosamente con Felipe González, quien le dio sus condolencias al oído. Junto a ellos también estaba Rafael Estrella, el embajador español en Buenos Aires.

-Mozos. Cuando faltaba poco para que se cerrara el desfile para despedir a Néstor Kirchner por el Salón de los Patriotas, los mozos de la Unidad Presidencial –que sirvieron al ex presidente durante su mandato– se presentaron frente al ataúd y, entre lágrimas, le ofrecieron su homenaje con un aplauso cerrado. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que hasta ahí había contenido a duras penas la emoción, se quebró y se puso llorar.

-Payada. Un payador surgió entre el público y eligió para despedirse de Néstor Kirchner cantar un tramo de la marcha peronista seguido por un “Kirchner está presente”. La presidenta Cristina Fernández se conmovió y lloró ante este gesto de cariño. Poco después, otro hombre empezó a cantar el Himno Nacional a capella, lo que llevó a todos a acompañarlo. Luego ingresó un grupo de operarios de la Uocra que estaba trabajando en la ampliación del subte E. Cantaron: “Yo soy argentinooooo, los soldados del pingüino” y le obsequiaron a la Presidenta un casco amarillo. Ella, con cuidado, lo colocó sobre el féretro de Kirchner.

-Campo. En forma sorpresiva, una persona que dijo ser dirigente rural se paró ante el vallado y empezó a gritar en medio de la capilla ardiente. No fue para cuestionar, sino para agradecer a la presidenta Cristina Fernández y a su marido. El hombre dijo que Kirchner fue “el presidente que más rentabilidad le dio al campo”. También señaló que desde 2003, “nunca más se remató una hectárea en el país”. La Presidenta se quebró y, conmovida, se inclinó sobre el cajón de su esposo y se acercó luego a abrazar al hombre.

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Imagen: DyN
 
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