EL PAíS › LOS IRANIES DIERON EXPLICACIONES A LA CANCILLERIA

Para ir cerrando el entuerto

El encargado de negocios iraní se comprometió ante el Gobierno a dar explicaciones por la reacción de su país tras la orden de detención de sus diplomáticos. El incidente va al freezer.

El Gobierno dio casi por finalizada la polémica planteada con Irán a partir de la reacción de ese país frente a las órdenes de captura libradas por el juez Juan José Galeano contra cuatro diplomáticos iraníes en la causa por el atentado a la AMIA, después de que el encargado de negocios de la embajada de Irán en Buenos Aires, Muhammad Ali Tabatabaei, concurriera ayer a la Cancillería a dar las “explicaciones” del caso. “Dijo que iba a pedir precisiones a sus superiores y se comprometió a brindar una respuesta”, contaron funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y destacaron que “en los términos de la diplomacia la convocatoria a Tabatabaei ya es un hecho suficientemente fuerte”.
El encargado de negocios iraní fue citado por la Cancillería a raíz de las declaraciones del vocero de la diplomacia de su país, Hamid Reza Assefi, quien enterado de los pedidos de captura formulados por Galeano advirtió que la Argentina deberá “corregir ese error” porque de lo contrario Irán “tomará las medidas apropiadas”. Tabatabaei pretendía ser recibido por el canciller Carlos Ruckauf, pero quien lo atendió fue el secretario de Relaciones Exteriores, Fernando Petrella, tal como marcan las reglas diplomáticas para un funcionario de su rango.
“Petrella le transmitió la preocupación del canciller por lo que considera como una solapada amenaza de parte de su país”, comentaron a Página/12 fuentes de la Cancillería. Según los mismos voceros, la reacción del diplomático iraní fue la previsible. “No contestó nada y dijo que iba a responder después de consultar a sus superiores”, detallaron.
Tabatabaei es la máxima autoridad diplomática iraní en Buenos Aires, ya que su país y la Argentina dispusieron el retiro de sus respectivos embajadores tres semanas después del atentado a la AMIA, tras las primeras acusaciones contra Irán. En el juego de la diplomacia, su convocatoria a dar explicaciones es una señal clara de protesta. Entre ese gesto y la ruptura de relaciones no hay muchas otras alternativas y menos aún en este caso en el que los embajadores fueron ya retirados de sus destinos por parte de ambos países.
Después de escuchar a Tabatabaei, en la Cancillería se inclinaban por dar por finalizado el asunto a esta altura. Ruckauf y su gente tienen la impresión de que Assefi “exageró la nota con sus declaraciones y no sería prudente seguir exagerándola desde Buenos Aires”.
En esa línea, Ruckauf ya había destacado el último sábado –después de la resolución de Galeano y anticipándose a la reacción de Teherán– que “no existe conflicto actual con Irán” e instruido a los diplomáticos argentinos en la capital iraní que el eje discursivo de la Cancillería sería que “se trata de una resolución judicial y no del Gobierno argentino”.
Aun con la convocatoria cursada a Tabatabaei para que diera “explicaciones”, Ruckauf se mantuvo ayer a la mañana en el mismo tono y no alimentó demasiado la polémica. “Queremos que nos expliquen esas frases y otras frases más sobre que la Argentina tiene que pedir disculpas”, sostuvo en referencia a las afirmaciones de Assefi y agregó que “aquí el juez de la causa está haciendo la investigación sobre un atentado horroroso y ese juicio lleva ya una etapa oral y otras que continúan”.
Ruckauf reiteró también en declaraciones a Radio Mitre que “no se trata de la decisión del Estado argentino sino de una investigación judicial, por la cual el juez de la causa ha decidido convocar a personas y no Estados”, y se mostró sorprendido de que “se sienta un Estado ofendido” y señaló que “si en un juicio cualquier ex funcionario argentino fuera convocado por una investigación judicial, eso no quiere decir que la Argentina esté acusada”. Además, subrayó que “el encargado de negocios en Irán fue notificado desde antes de que se conociera la sentencia y se le ha dado instrucciones de cara a la autoridad iraní con respecto a que se trata de una cuestión judicial y no una cuestión entre Estados”.
Los ex funcionarios iraníes a los que Galeano ordenó capturar son el ex ministro de Informaciones, Ali Fallahian; el ex consejero cultural de laembajada de Irán en la Argentina, Mohsen Rabbani; el diplomático Ali Balesh Abadi y el diputado Ali Akbar Parvaresh.
La decisión de Galeano recibió ayer mismo un “categórico rechazo” del Consejo de Entidades Islámicas de Buenos Aires. Esa entidad manifestó que el magistrado no tiene pruebas y denunció que “está condicionado por datos de la CIA o el Mossad, organismos enemigos de los musulmanes”.

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Carlos Ruckauf sobreactuó algo la reacción de la Cancillería tras las declaraciones de Irán.
 
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