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Ya falta poco para la batalla final y los candidatos se preparan para el último esfuerzo de la campaña. La estrategia preferida de todos es combinar actos en lugares públicos con apariciones mediáticas que aseguren una repercusión masiva. El santacruceño Néstor Kirchner iniciará la semana con un acto en La Plata, y también desfilará por los programas televisivos de mayor rating. Claro que deberá competir con Carlos Menem, que asimismo ocupará la pantalla. Mientras que el puntano Adolfo Rodríguez Saá, Ricardo López Murphy y Elisa Carrió tampoco querrán quedarse atrás. Al final, y porque ya no queda más remedio, la política invadirá los decorados de la televisión. El circuito, además de los programas políticos, incluirá a Mirtha Legrand, Susana Giménez y otras figuras del espectáculo.
A ocho días de las elecciones, los candidatos se lanzarán de lleno a buscar al votante indeciso. Para eso, nada mejor que los plató de la televisión, desde donde podrán mostrarse y presentar sus propuestas ante el gran público. Kirchner, por ejemplo, recorrerá los estudios de casi todos los canales. Su gira comenzará con Joaquín Morales Solá, continuará el martes en los almuerzos de MirtHa Legrand y finalizará el jueves con una aparición en el programa de Susana Giménez. A diferencia de Rodríguez Saá y del radical Leopoldo Moreau, Kirchner no participará del sketch humorístico de la estrella televisiva. Ese mismo día cerrará su campaña con un acto en La Matanza –el pago de Luis D’Elía y de Alberto Balestrini–, un distrito históricamente elegido para cerrar campañas.
La aparición de Kirchner incluirá también los consabidos reportajes de final de campaña en los programas “Desde el llano” y “A dos voces”. En cambio, no asistirá al programa de Luis Majul, quien invitó a Carlos Menem en la semana previa a los comicios. Aunque la televisión no será el único escenario donde se librará la lucha por capturar las últimas convicciones y los últimos votos. Mientras Kirchner congregue en La Matanza, el riojano intentará hacer su propio acto en River Plate, el club de sus amores, impulsado por sus escuderos Alberto Kohan y Alberto Pierri. Hasta entonces, los distintos candidatos intentan ampliar su base electoral con el apoyo de sus compañeros de fórmula.
Por ejemplo, el segundo de Kirchner, Daniel Scioli, aseguró durante un discurso en Mar del Plata que tanto él como el patagónico están “trabajando para ganar, más allá de quien sea el segundo o vayamos a ballottage”. “Mi convicción es que vamos a ir a un ballottage con Carlos Menem, y ahí los argentinos tendremos la responsabilidad de definir qué orientación queremos darle al país de ahora en más. Kirchner y yo representamos la garantía de todo un esfuerzo que se ha hecho en estos meses de transición del gobierno de Duhalde”, afirmó durante su discurso el ex corredor de motonáutica. Tanto Scioli como los demás candidatos a vice se proponen sumar votos para sus fórmulas, que suman 17 para esta elección presidencial.
En la estrategia del entorno de Kirchner, Scioli es el encargado de seducir al electorado independiente de centro y centroderecha. Como la identidad progresista está ligada al santacruceño, el ex motonauta apunta sobre los sectores medios que ahora están fugando hacia López Murphy. La idea del “kirchnerismo” es, también, compensar una eventual ventaja que podría obtener Menem entre los votantes típicamente peronistas. En el entorno más íntimo de Kirchner, siguen este panorama con atención, y observan con lupa el compromiso con la candidatura del PJ bonaerense.