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Néstor Kirchner se jugará el resto en el acto de cierre de campaña hoy a la noche en el Mercado Central, corazón de La Matanza. Aunque no querían arriesgar una cantidad posible de asistentes, cerca del santacruceño mencionaban un piso de 30 mil personas como respuesta adecuada a la movilización menemista en River. En principio, Kirchner había imaginado un cierre en Rosario, pero finalmente se inclinó por La Matanza –”capital nacional del peronismo”, según la orgullosa definición de su intendente, Alberto Balestrini– por la necesidad de asegurarse el domingo un resultado favorable en la provincia y por la seguridad extra que brinda la capacidad movilizadora del aparato del PJ bonaerense.
“Que el hermano no se enfrente más al hermano”, reclamó en abril de 1987 el papa Juan Pablo II. Lo hizo en el mismo lugar en el que esta noche hablará Kirchner. El Papa se presentó en aquel entonces ante un millón de personas, así que no será por falta de espacio por lo que podrá quejarse el santacruceño. En realidad, los lamentos que circulaban ayer tenían que ver con los inconvenientes en conseguir movilidad para trasladar a la gente, dado que Alberto Pierri y compañía ya habían alquilado la mayoría de los micros para el acto de Carlos Menem en el Monumental. “Decidimos el lugar del acto muy tarde”, se lamentaba uno de los organizadores.
En el comando de campaña explicaban que, junto a lo espacioso, el Mercado Central tenía la ventaja de representar ante el público la vidriera de las economías regionales y ser casi un símbolo del trabajo, dos ítem privilegiados en el discurso de Kirchner. Menos metafórico resultaba el reconocimiento a su fácil acceso desde la autopista Riccheri, a la altura de Tapiales. Si se tiene en cuenta que en la reciente interna bonaerense sólo en La Matanza votaron más de 100 mil personas, no suena tan complicado que –aun sin todos los micros posibles– se consiga una buena concurrencia.
“Elegir como lugar de cierre La Matanza fue acertado por la importancia social y política que tiene este distrito. Es en el único lugar en que confluyen los tres cordones del Conurbano”, explicaba Balestrini, quien se ocupó, a medias con el comando de campaña, de la organización del acto. La referencia a los tres cordones tiene que ver con la diferente aceptación que el candidato del Frente para la Victoria tiene en cada uno de ellos.
Según los datos que maneja el Gobierno, Kirchner se impone a los otros candidatos justicialistas en el primer cordón, que suele votar parecido al porteño. En cambio, en el segundo cordón Kirchner aparece muy parejo con Menem, mientras que en el tercero se impone el ex presidente. De ahí la necesidad de Kirchner de mejorar su posicionamiento entre esos millones de votantes, decisivos para sus posibilidades a nivel nacional. Los hombres de la Rosada entienden que Kirchner debería imponerse en la provincia por unos cinco puntos para asegurarse el pase al ballottage.
En su rol de anfitrión, a Balestrini le tocará también abrir la lista de oradores. Luego lo seguirán el gobernador Felipe Solá, el candidato a vicepresidente Daniel Scioli, mientras que el cierre, obviamente, le corresponderá a Kirchner. Para que no suceda lo mismo que el acto de principios de mes en River se pautó que los discursos introductorios sean bien cortos, de no más de cinco minutos. En el Monumental, Solá se pasó de locuaz y la tardanza motivó que la gente, que esperaba desde hacía horas, comenzara a retirarse cuando promediaba el discurso de fondo.
El comienzo del acto está previsto para las 19 y se supone que a las 20.30 comenzará la desconcentración. No será de la partida el presidente Eduardo Duhalde, pero sí su esposa, Hilda “Chiche” Duhalde, quien ocupará un lugar de privilegio sobre el escenario. Dado que en River quedó demostrado que Chiche es la preferida de las tribunas, en algún momento se especuló con incluirla en la lista de oradores, pero luego quedó descartado para evitar comparaciones incómodas. Ayer se veía factible que la Primera Dama se acercara a un micrófono simplemente a saludar.
También estarán presentes los ministros que vienen acompañando los últimos actos del santacruceño, con Roberto Lavagna a la cabeza. Conrespecto a los gobernadores que lo apoyan no había confirmación, pero se esperaba que también aparecieran.
En su última recorrida por el interior, Kirchner y Scioli recorrieron ayer Mendoza y San Juan. Desde allí, el candidato presidencial aseguró que son los sectores financieros los que impulsan un ballottage entre Menem y Ricardo López Murphy “para elegir, como si estuvieran en su casa, entre sus propios candidatos”.