EL PAíS › EL GOBIERNO ENVIO UN PROYECTO
DE LEY PIDIENDO AUTORIZACION PARA INTERVENIR EL PAMI

Jaque al compañero Barrionuevo y sus aliados

Para remover la obstrucción de los dos directores del PAMI que responden a la CGT oficial, Kirchner solicitó al Parlamento una autorización para intervenir el organismo. La intervención es el último recurso, el principal objetivo es obtener que Daer cambie a esos directores. Uno de ellos es incondicional de Barrionuevo. Quiénes podrían ser los reemplazos.

 Por Diego Schurman

Néstor Kirchner dio ayer un nuevo paso hacia el control del PAMI. El presidente solicitó al Congreso la facultad de intervenir esa obra social de los jubilados ante la resistencia de su directorio a producir cambios de fondo. Con esa amenaza bajo el brazo, el Gobierno aspira a que Domingo Petrecca y Reynaldo Hermoso, los dos representantes gremiales del instituto, den un paso al costado y que el resto de las autoridades se subordinen al poder central.
Cumpliendo los requisitos legales, ya que el PAMI es un ente autárquico, la solicitud de Kirchner llegó al Parlamento a través de una propuesta de la Auditoría General de la Nación. Se trata de un proyecto de ley para intervenir el instituto por un lapso no mayor a los 180 días.
“El Presidente nos pidió darle a este trámite la máxima rapidez y efectividad. La intención es ver si el miércoles próximo le damos tratamiento al tema”, señaló el titular de la bancada de senadores peronistas, Miguel Angel Pichetto (ver asimismo nota aparte).
Tener la facultad de intervenir no significa necesariamente hacer uso de ella. Y eso lo dejó en claro Alberto Fernández. “Quisiéramos no tener que hacerlo”, admitió el jefe de Gabinete y mano derecha de Kirchner. Dicho en criollo, la posibilidad de intervención aparece como un elemento de presión para romper la resistencia que presentan los directores del PAMI.
En el Gobierno la mira está puesta en Petrecca y Hermoso. Los representantes sindicales accedieron al directorio del instituto con el aval de la CGT oficial. Y es esta central conducida por Rodolfo Daer la única que por ahora –mientras no haya intervención– tiene facultades para removerlos del cargo. Por eso distintos hombres del Gobierno han tendido puentes con los “gordos” del sindicalismo para forzar los cambios lo antes posible.
En Casa Rosada aseguran que sin los actuales dos representantes gremiales en el directorio, sobre todo Hermoso –que responde políticamente a Luis Barrionuevo–, los otros siete miembros del cuerpo ligados a asociaciones de jubilados acatarán sin mayores reparos las directivas de Kirchner.
El tema fue largamente analizado ayer por el Presidente, su ministro de Salud, Ginés González García, y los dos representantes estatales en el PAMI, Juan González Gaviola y José Granero. Desde anteanoche había voluntad de enviar el pedido de intervención al Congreso. Formalmente el pedido recién se concretará hoy (ver nota aparte).
Días atrás, González García obtuvo el compromiso de la cúpula de la CGT de ceder a los pedidos del Gobierno. Ayer se supo que Daer adelantó su regreso de Ginebra, donde participaba de la Asamblea Anual de la OIT, por una dolencia que aqueja a su madre. El ministro de Salud aprovecharía entonces para recordarle que debe cumplir su palabra.
Al parecer, Daer llevó a los oídos de sus interlocutores la música que ellos querían escuchar. Al menos eso surge del relato que Petrecca hizo ante Página/12: “Yo no sé qué habló exactamente con Ginés. Yo me comuniqué anoche con él (por anteanoche) y me dijo textualmente: ‘Seguí trabajando. Yo ratifico mi confianza en vos y Hermoso. No se calienten, no tengo doble discurso’”.
De todos modos, al jefe cegetista no es al único que tantearon desde la Casa Rosada. Lo propio han hecho con dos sindicalistas que suelen conocer el paño como pocos: los jefes del gremio de Sanidad, Carlos West Ocampo, y de Comercio, Armando Cavalieri.
Se ha llegado a barajar, incluso, las candidatura de Carlos Sueiro y Juan Carlos Schmid para reemplazar a Petrecca y Hermoso. Uno es titular del gremio de Aduana y revista en las filas de la CGT de Daer. El otro lidera el gremio de dragado y balizamiento y es miembro de la CGT rebelde de Hugo Moyano. Schmid fue propuesto por el camionero y su coequiper Juan Manuel Palacios durante una comida que mantuvieron la semana pasada con Kirchner en la Casa Rosada. El sindicalista ya había sido director del PAMI en el ‘97, pero dio un portazo a los cuatro meses en repudio al aumento de sueldo que se había autoasignado el resto de los directores.
“A ellos les sirve para avanzar en la unidad del movimiento obrero y a nosotros para cambiar la cara del PAMI y sacarnos del medio a Petrecca y Hermoso”, señaló una alta fuente del Gobierno sobre los supuestos beneficios de la oferta.
Petrecca, nombrado en la época del ultramenemista Víctor Alderete, y Hermoso, el hombre del barrionuevismo en el PAMI, son los que anteayer se negaron a firmar un acta para desplazar a toda la línea gerencial de la obra social. No son cargos menores: a ese nivel jerárquico se deciden las habilitaciones de fondos y los contratos.
El Gobierno asegura en los corrillos que Hermoso es quien designó a dedo a la casi decena de gerentes y que por eso ahora busca protegerlos. Ponen en el mismo paquete a Mónica Posidente, gerenta de relaciones con los beneficiarios, y a Carlos Pisolo Ruso, de legales.
La sospechas de irregularidades recaen sobre Néstor Sciam, el jefe de prestaciones médicas que sería, a su vez, uno de los mayores prestadores de la obra social, y a Gustavo Juliá, el gerente económico financiero vinculado a empresas de aviones que el propio Barrionuevo utilizaría para viajar a Catamarca.
Hermoso se mantuvo en silencio sobre el tema. Pero Petrecca pidió públicamente que se respetara el derecho de defensa de los gerentes. “Asumieron hace menos de tres meses, después de la normalización del PAMI. Que el Gobierno diga qué hicieron mal y si lo pueden demostrar se procederá a su remoción. Pero no tienen derecho a echarlos así porque sí”, señaló.
En su afán de consolidar la avanzada contra Petrecca y Hermoso, extraoficialmente se dijo en la Casa Rosada que se los denunciará ante la Oficina Anticorrupción (OA) por una supuesta “incompatibilidad” de cargos. Según el Gobierno, los titulares del gremio de trabajadores de cementerios y de químicos son “empleados” del PAMI y por lo tanto no pueden ser a la vez directores de esa obra social.
En su defensa, los dos dirigentes gremiales negaron tener otro vínculo con el instituto que la de representantes de los trabajadores activos ante el directorio. “Estamos hace tanto que nos cargan diciendo que somos de la planta permanente, pero no lo somos”, se animó a bromear Petrecca ante este diario.
Más allá de los nombres, la gran disputa que suscita el PAMI es por el control de su caja. Con casi 4 millones de afiliados, la obra social más gran del país mueve 2400 millones de pesos anuales y nadie quiere resignar su manejo.
Kirchner llegó al poder con la idea de arrebatarle los hilos del PAMI a Barrionuevo, y por extensión al radical Enrique “Coti” Nosiglia, también fuertemente vinculado al negocio de la salud. Si en los próximos diez días no lo logra, la intervención dejará de ser una amenaza y se convertirá en una realidad. La pelota quedó ahora del lado de la CGT.

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Díaz Bancalari, Alberto Fernández y Miguel Angel Pichetto hicieron el anuncio ayer a la noche en la Casa Rosada.
 
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