EL PAíS › PIDEN SOBRESEER A LA MUJER DE PONTAQUARTO PARA QUE PUEDA SER TESTIGO

Para despejar la “bruma de la impunidad”

Aunque la mujer nunca estuvo imputada, los jueces del tribunal oral no permiten que sea testigo porque consideran que podría haber sido cómplice del cobro de sobornos. Su declaración es clave para respaldar los dichos del arrepentido.

El fiscal federal Federico Delgado pidió que la ex esposa del ex secretario parlamentario del Senado Mario Pontaquarto sea sobreseída para que pueda atestiguar en el juicio contra el ex presidente Fernando de la Rúa y otros procesados por el pago de coimas para la aprobación de la Ley de Reforma Laboral. Es porque los jueces del tribunal oral no permitieron declarar como testigo a Silvana Costalonga, tras argumentar que podría haber actuado como cómplice de Pontaquarto. El fiscal advirtió que no existe “ningún elemento” que permita “siquiera sospechar” de ella y pidió al juez de primera instancia que la sobresea para superar lo que consideró “un nuevo obstáculo” para que avance la acusación contra los funcionarios de la Alianza.

Delgado alertó que la situación puede abrir una puerta a que el caso quede impune. En este sentido, reveló que en los tribunales de Comodoro Py corre “un rumor que, como una bruma espesa, envuelve al expediente de los sobornos en el Senado, que exhala los rasgos típicos de la impunidad” y advirtió que “en ese contexto, este nuevo obstáculo para la acusación, anclado en un garantismo mal entendido, no hace más que alimentarlo”.

Cuando la ex mujer de Pontaquarto declaró, en febrero de 2005, en el juzgado de primera instancia, confirmó lo que había contado Pontaquarto a la Justicia. Dijo que vio los cinco millones de las coimas en su casa, donde el ex secretario parlamentario, tras retirarlos de la SIDE, los guardó durante una semana hasta que pagó los sobornos a los senadores. Costalonga nunca fue imputada ni en primera instancia ni por la Cámara de Apelaciones. Sin embargo, cuando la fiscal de juicio Sabrina Namer pidió al Tribunal Oral Federal 3, a cargo del actual debate, la declaración como testigo de la ex mujer del arrepentido, los jueces lo rechazaron porque consideraron que, en base a lo que Pontaquarto declaró, podría haber tenido complicidad en el pago de las coimas. El argumento es que Pontaquarto dijo que cuando él bajó las valijas para llevarle el dinero a Cantarero, ella lo ayudó a llevarlas hasta la calle.

Para los fiscales está claro que la ex esposa no tuvo nada que ver con el pago de las coimas. Días atrás, la fiscal Namer había mandado por esto un oficio en este sentido y ayer Delgado respaldó su postura. En el escrito que entregó al juez de primera instancia Daniel Rafecas, el fiscal remarcó que la fiscalía “necesita ese testimonio que corrobora, una vez más, la confesión de Pontaquarto”.

Delgado sostuvo que “ningún elemento técnico de juicio en este añejo y maltratado proceso permite siquiera sospechar de Silvana Costalonga”. En cambio, consideró que la medida de no permitirle declarar, respaldando la confesión de Pontaquarto, sólo sirve a quienes quieren que en el caso no haya condenados.

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El ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto.
Imagen: Silvana Miyashiki
 
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