EL PAíS › ASTIZ RECHAZO SER EXTRADITADO A FRANCIA

Impávido como cuando mataba

Por V. G.

Indiferente. Impávido. Como si nada le importara. Así se mostró Alfredo Astiz en la audiencia ante el juez de Bahía Blanca Alcindo Alvarez Canale, quien tramita el pedido de extradición de Francia por la desaparición de las monjas Alice Domon y Leonie Duquet. El represor se limitó a rechazar el proceso por el que fue condenado a cadena perpetua en París.
Astiz esperó el inicio de la audiencia despatarrado en un sillón. Una vez ante el juez y el fiscal general de Bahía Blanca, Hugo Cañón, tuvo que escuchar la acusación de la Justicia francesa. El relato de su propia infiltración a los organismos de derechos humanos, el secuestro de las religiosas junto con el de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo y otras de sus hazañas quedaron expuestos sin que hiciera ningún comentario. Ni siquiera respondió cuando el juez le dijo que el domicilio que había dado en Bahía Blanca era incorrecto. Sólo atinó a corregir un dato, el de su nacimiento. Según el sumario francés, nació el 17 de noviembre de 1950 en Azul. Exhibió su documento para aclarar que la fecha correcta era un año después en Mar del Plata. Los datos filiatorios del represor que posee Francia surgieron de causas abiertas en la Argentina, por eso funcionarios judiciales especulaban con que la falsa fecha podría haber salido de alguna identificación apócrifa de Astiz.
Después de escuchar la acusación, el represor sacó un papel y leyó los argumentos que había preparado en su defensa. Dijo que, de ser ciertos los delitos por los que estaba acusado, en base a principios de soberanía nacional, debería ser juzgado en la Argentina. También señaló que el asesinato de las monjas era “cosa juzgada” y que estaba siendo investigado por el juez federal Sergio Torres, quien lo arrestó el martes en la causa ESMA y ordenó su detención en el edificio Libertad, de la Marina.
Astiz durmió ayer en la sede de Prefectura del puerto Ingeniero White. Alvarez Canale, que fijó una nueva audiencia para hoy, consideró que como el represor fue destituido no correspondía que fuera alojado en una unidad de la Armada. El magistrado tiene que definir si, dada la oposición del ex marino, que optó por ser enjuiciado en el país, debe continuar el proceso de extradición. Cañón, que en este caso representa al Estado francés, adelantó que reclamará que el juicio siga. “No hay garantías de que Astiz pueda ser juzgado acá. El Congreso anuló las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, pero en realidad las leyes sólo serán nulas si la Corte declara su nulidad”, explicó el fiscal.
Después de estar una hora y media en el juzgado, Astiz –que fue trasladado a esa ciudad por la Armada– fue retirado del lugar protegido por un chaleco antibalas en medio del repudio de un grupo de ciudadanos bahienses. Cuando finalicen los trámites en esa ciudad, el ex marino volverá a su arresto en Buenos Aires.

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