El candidato presidencial por el frente UNA, Sergio Massa, vinculó a su competidor de Cambiemos, Mauricio Macri, con el “escándalo de corrupción” desatado a partir de las contrataciones del gobierno porteño a la consultora de Fernando Niembro, por lo que referentes del PRO lo denunciaron por “encontrarse a escondidas” con funcionarios del gobierno nacional y de tener un “acuerdo político y financiero” con el kirchnerismo para “atacar” a Macri. Desde el ma- ssismo salieron a desmentirlo.

“No tengo la culpa de la caída en las encuestas (de Macri) porque hay un escándalo de corrupción de 20 millones. No está definido todavía el responsable, si Macri sabía o no. Y honestamente es muy triste que a 30 días de definir el futuro del país, unos y otros se estén tirando mugre”, había dicho Massa en referencia a la denuncia que terminó con la renuncia del periodista Fernando Niembro a su candidatura a diputado nacional por Cambiemos.

En respuesta, la diputada nacional Laura Alonso (PRO) denunció un “encuentro a escondidas” del ex intendente de Tigre y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y la existencia de “un acuerdo político y financiero” del massismo con el kirchnerismo, mientras que el secretario general del gobierno porteño, Marcos Peña, aseguró que el oficialismo intenta generar distintas estrategias para tratar de “bajar a Macri”. Peña denunció un “intento” del kirchnerismo de “levantar” la imagen del candidato presidencial por UNA con el fin de debilitar a Macri y conseguir un triunfo de Scioli en primera vuelta. El funcionario expresó que le “suena un poco raro” y “armado” que “los kirchneristas y muchos massistas están diciendo lo mismo”.

En tanto, Alonso dijo no tener “ninguna duda de que hay un pacto entre Massa y el kirchnerismo, porque Scioli no levanta y el acuerdo es atacar a Macri para que haya una diferencia de 10 puntos y pueda ganar en primera vuelta, cosa que dudo, porque creo que Scioli encontró su techo”. Alonso precisó que el acuerdo habría surgido del encuentro entre Aníbal y Alberto Fernández en un hangar.

En idéntico sentido se había pronunciado la diputada del PRO Patricia Bullrich en una carta abierta, en la que denunció que se trataría de una estrategia para evitar el ballottage. “Asumiendo la realidad, al salir tercero (Massa) su objetivo es destruir Cambiemos como opción de futuro y de gobierno, y prepararse para ocupar el escenario de un peronismo que es, a la vez, oficialismo y oposición”. A su criterio, “el ideólogo de esta operación es Alberto Fernández, que manda en cuotas a los dirigentes massistas a decir que en segunda vuelta ni locos votan a Macri”.

El comienzo de la campaña electoral para las elecciones generales del 25 de octubre abrió con una fuerte controversia entre el massismo y el macrismo en la búsqueda por acceder a una posible segunda vuelta ante al candidato del Frente para la Victoria (FpV).

Ayer, Massa salió a negar la existencia de un pacto con el kirchnerismo, tal como dejaron trascender en el PRO, y señaló, con un tono irónico, que “explicar la corrupción en tu propia fuerza a veces se hace cuesta arriba”. El candidato presidencial de UNA agregó: “Hace una semana decían que tenían un acuerdo con nosotros. Quisiera aconsejarle a todo el equipo de Cambiemos que a veces las cosas no salen bien. Entiendo que haya nerviosismo y angustia porque las encuestas por ahí no sonríen como hace un mes”. Su esposa, Malena Galmarini, también se pronunció: “Los amarillos se pusieron pálidos al ver las encuestas y por eso nos acusan”, dijo.

A su vez, Alberto Fernández afirmó que el presunto acuerdo entre massismo y sciolismo para perjudicar a Macri es “un disparate supino”, sobre todo el planteo de Bullrich, quien aludió a su persona. “Nada tiene de cierto lo que dijo Bullrich, lo tomo como un comentario desesperado de alguien que está viendo caer un sueño, que es el que tuvo Macri y que se comenzó a desvanecer con el problema de Niembro”, apuntó el ex funcionario y actual referente del Frente Renovador.