EL PAíS › LAS CRíTICAS Y LAS DUDAS SOBRE EL PROYECTO PORTEñO DE URBANIZACIóN DE LA VILLA 31

“Vienen y nos pasan por encima”

En lo que es un estilo de la gestión macrista, los anuncios fueron “desde arriba”, sin consultar a los vecinos y sin aclarar qué pasa con el centro de salud y la apertura de calles. La visita de Cristina para inaugurar el canal local.

“Se llenan la boca hablando de las instituciones, pero las nuestras no les importan. Vinieron a anunciar un plan de urbanización que nadie conoce”. Walter Giracoy tiene 25 años y fue electo el año pasado como delegado de la manzana cinco del barrio ferroviario de la Villa 31. “Los cuerpos de delegados no están siendo convocados a discutir el proyecto”, denuncia. Su compañero Héctor Guanco lleva debajo de su campera deportiva una remera con la estampa del padre Carlos Mugica, como fue bautizado el club que preside. Lleva 20 años viviendo en el barrio, los mismos que lleva militando. Para él, el proyecto de urbanización anunciado por el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta “por ahora son sólo palabras”. “No nos presentaron ni un plano, ni tenemos una idea de qué va a ser de las familias”, protesta, y agrega que “pasaron por encima” del trabajo acumulado durante años por los vecinos en las mesas de urbanización.

Los dos comparten el mate y el chipá que sirve Nilda Fernández, responsable de la Casa de la Mujer del barrio YPF, muy cerca del terreno destinado a la construcción de nuevas viviendas según la última promesa del Pro. Los tres hablaron con Página/12 sobre la deuda histórica de la urbanización, sobre cómo pega el ajuste en lo cotidiano del barrio, y contaron detalles de las visitas esta semana de la ex presidenta Cristina Kirchner y el jefe de Gobierno.

“Las topadoras del menemismo todavía siguen en el recuerdo de los mas viejos. Casi todos los gobiernos quisieron sacarnos de acá”, sostiene Nilda, preocupada porque aquella historia, que empezó con la intendencia de facto de Osvaldo Cacciatore, “vuelva otra vez”. “¿Por qué tengo miedo? Ya volvió el hambre, la falta de trabajo, igual que en aquella época. Eso también trae aparejado más situaciones de violencia en las casas, que veo cada más seguido en las madres del barrio que vienen hasta acá”, dice señalando el espacio donde cada día atiende situaciones de violencia de género.

Héctor se ocupa de diferenciar “urbanización de integración”. “Rodríguez Larreta quiere integrar la villa así como está. La villa hace años que quiere otra cosa: apertura de calles, polideportivos, nuevas viviendas, nuevas escuelas. Pasaron ocho años de gobierno del Pro y en los pasillos seguimos hacinados”. Y agrega que esa confusión en el plan del ejecutivo es una consecuencia de la falta de consulta. “La ley dice claro que los vecinos deben participar en el rediseño del barrio”, afirma. En 2009, la legislatura sancionó la ley de urbanización, que obliga al Gobierno de la Ciudad a avanzar con el proyecto teniendo en cuenta la opinión de los vecinos.

Las críticas también llegaron desde el arquitecto encargado del proyecto original, quien señaló que en ese entonces “se escuchó e interpeló” a los vecinos.

La que pasó fue una semana agitada en la 31. A la visita el lunes de la ex presidenta le sucedió el aterrizaje de Rodríguez Larreta para el anuncio del proyecto, cuyo nombre lleva la marca marquetinera del Pro: “Treinta y todos”. El jefe de Gobierno se fotografió el miércoles en la feria que puebla la entrada por Güemes y regresó el viernes para dar precisiones en la escuela privada Filii Dei sobre la mudanza del ministerio de Educación y sus planes para desviar la Autopista Illia. La intención del ejecutivo es convertir la autopista en un “espacio verde” y trasladar a las familias que viven debajo de la traza a los terrenos de YPF, donde también se emplazaría el nuevo ministerio. Para hacerlo, anunció que pedirá un crédito del BID.

Los tres fueron a buscarlo, pero no pudieron hacerle preguntas.

“Yo me inscribí, no me dejaron hablar”, cuenta Héctor. “Hubo una vecina que le dijo al jefe de Gobierno en la cara todo lo que no quería escuchar. Se puso colorado y se fue”, amplía Nilda, entre risas. “Se manejan solos. Hacen cualquier cosa con el vecino, le informan mal y apartan del proceso a los delegados electos”, completa Walter.

–¿Qué tenían pensado plantearle?

–Walter: Por ejemplo, qué va a pasar con el Cesac 21, que dependía del Hospital Fernández, estaba adentro del barrio y con la excusa de redemodelarlo lo sacaron de la villa. Llamás al Same y podés pasarte horas esperando que ingresen. La urbanización es para que esas cosas no pasen más.

–Héctor: Yo iba a preguntarle qué piensa hacer con el proyecto de ley con dictamen en legislatura en el que planteamos nuestra visión sobre urbanizar.

Quien terminó contestando las inquietudes fue el Secretario de Integración Social y Urbana y ex Ceo de Sushi Bar Restó, Diego Fernández. “Fernández negó que vaya a haber una apertura de calles, cuando es una necesidad para nosotros. Muchas veces se nos queman las casas porque los bomberos no pueden entrar”, precisó Walter.

Por su parte, CFK fue invitada a inaugurar el canal Urbana TeVé, desde donde habló nuevamente del “empoderamiento” popular que generó su gobierno y dijo que a la 31, “como al peronismo, muchos gobiernos quisieron hacer desaparecer”.

–¿En qué puede verse el empoderamiento en la villa?

–Walter: El ejemplo es que Macri quería sacar el único centro de salud que tenemos y la gente dijo no. Cuando nos organizamos, no nos pueden parar.

–Nilda: Es verdad, hubo unidad. Todos los vecinos defendieron el centro. En el centro trabajan promotoras de salud. Ellas laburan conmigo temas como violencia de género, acompañan permanentemente a los vecinos, consiguen los turnos y nos conocen. Además, son todas del barrio.

–Héctor: Salimos a defender una política que quedó del gobierno anterior para el bienestar de la población. Y lo mismo va a pasar con la urbanización: la última vez que marchamos, en 2007, estuvimos nueve horas cortando la autopista. Vamos a salir a pelear por nuestra propia vivienda. La gente se está organizando de vuelta.

Nilda continúa hablando de la situación de estos meses en un barrio que conoce hace décadas. “Nadie pensaba que iba a venir un ajuste como el que vino. Cualquier vecino te contesta en dos segundos que está peor ahora que hace ocho meses. Las changas bajaron. Hay mucha más gente juntando cartones”. Nilda agrega que “cada vez llega más gente del interior” y que se multiplicaron los chicos que asisten a los comedores, lo que vienen señalando organizaciones con trabajo de base, como el Movimiento Proyecto Popular, donde Nilda encontró hace poco nuevos compañeros.

Informe: Matías Ferrari.

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Fernández, Giracoy y Guanco, vecinos y representantes comunitarios en la Villa 31, a los que no quisieron escuchar.
Imagen: Joaquin Salguero
 
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