EL PAíS › EL PRESIDENTE SE ENTREVISTó CON EMPRESARIOS Y REPRESENTANTES DE LA COLECTIVIDAD JUDíA

Reuniones, paseos y protestas

“De uno a diez, fue un diez”, dijo Macri a modo de balance sobre su visita a Nueva York, sin evaluar los enredos alrededor de las negociaciones por las islas Malvinas. Un grupo de argentinos protestó frente a su hotel.

 Por Nicolás Lantos

Página/12 En Estados Unidos

Desde Nueva York

Mientras enredaba y desenredaba las relaciones con el Reino Unido luego del papelón malvinero, Mauricio Macri cumplió ayer en Nueva York la última jornada de su viaje a esta ciudad, con una mañana cargada de actividades y la tarde libre. El Presidente recibió en su hotel una serie de visitas de hombres y mujeres de empresas interesadas en invertir en la Argentina y de representantes de la colectividad judía, atendió a la prensa, tanto por teléfono como con una breve rueda improvisada para los enviados especiales y ratificó formalmente ante la ONU el apoyo del país al Tratado de Paris sobre Cambio Climático en lo que fue su última actividad oficial de su agenda. “Argentina genera un gran entusiasmo en el mundo”, aseguró el mandatario al hacer un balance de estos días. “De uno a diez, fue un diez”, se entusiasmó. Pero, al igual que lo que sucedió el martes, ayer también un grupo de activistas argentinos se acercó al hotel donde se aloja Macri junto a su mujer Juliana Awada para pedir por la libertad de la dirigente de Tupac Amaru Milagro Sala y protestar por las políticas económicas de su gobierno.

El Hotel The Mark, en el Upper East Side, donde se hospeda Macri, fue el lugar elegido para la última tanda de entrevistas presidenciales del viaje. Por allí pasaron, desde las nueve de la mañana, el presidente del Foro Económico Mundial, el alemán Klaus Schwab; la vicepresidente de la empresa de energía AES Corporation, Scarlett Alvarez; y el CEO de la startup WeWork. Fueron reuniones breves, de unos quince minutos cada una, y en todas ellas el Presidente recibió buenos augurios y promesas de futuras inversiones aunque ningún anuncio concreto.

También hicieron una breve visita matutina a The Mark los representantes del Congreso Judío Latinoamericano, que le manifestaron al mandatario “entusiasmo” por su gestión aunque le recriminaron que no haya mencionado a Irán en el fragmento de su discurso ante la Asamblea General de la ONU que le dedicó a los atentados contra la Embajada de Israel y la sede de la AMIA. “Manifestamos un entusiasta apoyo a la gestión del presidente Macri y se le agradeció por el respeto a los derechos humanos individuales y el funcionamiento de las instituciones”, dijo Adrián Werthein al concluir la entrevista. “No hubo un reclamo pero sí se le hizo notar el tema de la ausencia de la mención a Irán”, agregó. Macri, por su parte, dijo que era optimista en que la justicia pueda esclarecer la causa de la muerte del fiscal Alberto Nisman.

La actividad de Macri se completó con una última visita a la ONU, adonde acudió para ratificar el compromiso con el Acuerdo de París sobre cambio climático en una reunión que encabezó el surcoreano Ban Ki Moon. La adhesión al texto firmado el año pasado en Francia fue aprobada por el Congreso. La Argentina (junto a los Estados Unidos, China, Corea del Sur, Camerún y Perú) fue uno de los primeros países del mundo, entre los casi doscientos que suscribieron el compromiso, que pudo ratificarlo por su parlamento.

Entre reunión y reunión, el mandatario tuvo tiempo de dar entrevistas a radios argentinas y de dialogar con la prensa enviada especialmente al viaje. Allí dio su versión optimista de lo que pasó en los últimos días en esta ciudad: “Quiero llevarles a los argentinos el mensaje del orgullo que ha sido para mí representarlos y ver el enorme entusiasmo que genera nuestro país. Y no es un entusiasmo por un gobierno o por un presidente sino que el mundo se da cuenta lo valioso que somos. Argentina interesa desde China a Estados Unidos, pasando por Europa. Todos quieren quieren venir a participar”, se jactó.

Las últimas horas en Nueva York Macri las reservó para sí mismo. Los manifestantes que se acercaron al hotel no habían podido acercarse al Presidente, protegido por una robusta guardia de seguridad pero llamaron la atención de algunos vecinos del Upper East Side y medios extranjeros. No se lo vio muy preocupado por las protestas ni por los enredos diplomáticos cuando salió a pasear en bicicleta con Awada por el Central Park.

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Mauricio Macri y Juliana Awada en el Central Park y los argentinos que protestaron frente al hotel.
Imagen: DyN
 
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