EL PAíS

Cristina con poca favela

Por M. G.

A Cristina Kirchner le fue mejor en Venezuela que en Río de Janeiro en materia de expediciones a la realidad de los sumergidos. En Caracas, durante la visita presidencial de hace un mes, había podido ir a una villa miseria de los alrededores y conversar con los venezolanos. Quiso repetir la experiencia en Rosinha, la favela más grande del continente, con 200 mil personas que sufren estos días no sólo la marginación sino la guerra entre bandas de narcos. Pero no pudo. Su intento de internarse sin aparato oficial chocó con el pánico del chofer del remise que la llevaba, aterrado ante la posibilidad de sufrir un ataque. La Rosinha es la favela que trepa a los morros y se ve desde la playa de Ipanema. Ipanema es el paisaje de la Rosinha, pero la falta de cloacas, el desempleo, la represión salvaje de la policía y el Estado dentro del Estado que representan los narcos convierte en un infierno uno de los morros más bellos del mundo.

Compartir: 

Twitter

 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.