EL PAíS › KIRCHNER CONFIRMO QUE SE
ESTUDIA CREAR UNA EMPRESA ESTATAL DE ENERGIA

El fantasma para asustar a petroleros

Demonizada por los privados como una vuelta a los vicios del pasado, la idea del Gobierno es recuperar la capacidad de control y negociación en un sector donde el Estado quedó despojado. Kirchner y Alberto Fernández hablaron ayer de la propuesta que anticipó Página/12.

El propio presidente de la Nación confirmó ayer que el Gobierno está trabajando en la creación de una empresa nacional de energía, instrumento con el que aspira a jugar un rol más activo y lograr mayor peso de negociación en el hoy complejo panorama sectorial. A su vez, la futura empresa nacional operaría de contraparte en la asociación que se espera alcanzar con las petroleras estatales de Venezuela, Pdvsa, y Brasil, Petrobras. Los anuncios específicos, dijo ayer Néstor Kirchner, se realizarán el 11 de mayo, cuando el Gobierno haga público un plan energético de mediano plazo. Tanto él como su jefe de Gabinete le pusieron palabras a lo que, desde el anticipo en exclusiva de Página/12 del último domingo, recorre como un fantasma los ámbitos de reunión y despachos privados de los principales empresarios del sector con asiento en Buenos Aires.
“Estamos trabajando en una empresa nacional de energía y varias medidas más”, respondió Kirchner, a bordo del Tango 01, cuando los periodistas lo consultaron por la versión que este diario publicó el domingo 25. Unas horas antes, en una entrevista telefónica, Alberto Fernández admitió la creación de una empresa estatal “que funcione como testigo del mercado de hidrocarburos”. Las evaluaciones, según se sabe, corren por cuenta del Ministerio de Planificación y bajo supervisión directa de Julio De Vido.
Desde la desregulación del mercado de hidrocarburos y la privatización de YPF, el Estado ha perdido casi toda herramienta de control sobre el sector. “La Secretaría de Energía prácticamente no tiene atribuciones sobre las empresas privadas; sólo las transportistas y distribuidoras de gas están bajo un régimen de regulación, a través del Enargas, pero la producción de petróleo y gas, la refinación y la comercialización de combustibles sólo pueden ser atacadas si por Ley de Defensa de la Competencia se verifica algún tipo de abuso”, sintetizó una fuente oficial el actual cuadro de situación. La virtual empresa estatal de energía, bajo estudio por iniciativa de Kirchner, apuntaría a cubrir al menos parte de este vacío.
El proyecto tiene incluso un aspecto más ambicioso. A partir de la creación de una empresa estatal argentina, se avanzaría en una integración societaria con Pdvsa y Petrobras. Con los venezolanos las conversaciones están bastante avanzadas, por el interés político del gobierno de Hugo Chávez de armar una amplia red de empresas energéticas en el subcontinente, a lo que tempranamente ya bautizó como “Petroamérica”. Los brasileños, en cambio, son más cautos y escuchan pero, al menos en público, no opinan. La posibilidad de traer plataformas marinas de Petrobras para exploraciones frente a las costas argentinas es, por ahora, una aspiración de la administración Kirchner sin correlato en las intenciones de Petrobras.
A partir del conflicto por el riesgo de falta de gas para el invierno, en el Ministerio de Planificación pudieron verificar que no existe en la órbita del Estado, hoy, elementos que le permitan monitorear costos de las empresas y ni siquiera contar con cifras absolutamente confiables de reservas, pese a que las empresas privadas trabajan sobre áreas concesionadas. Es decir, de propiedad estatal. Casi desde el principio mismo de la crisis, en el área conducida por De Vido se abocaron a trabajar en estos temas y las conclusiones probablemente se vuelquen en las atribuciones y objetivos que se le darían a la futura empresa energética estatal.
En palabras de Kirchner, “hoy son pocos los elementos con los que el Estado cuenta después de haber perdido en la década del noventa todas las herramientas macroeconómicas. Estamos trabajando en una empresa nacional de energía y en otras medidas”. El primer mandatario le dijo a la prensa, además, que “el 11 de mayo lo vamos a anunciar” y en ese marco lanzó una dura advertencia a las empresas productoras de gas: “Si no proveen la energía que necesitamos, vamos a proceder”. El nuevo señalamiento de la responsabilidad de las empresas privadas en la política que derivó en la actual crisis define el contexto en el que el Gobierno se propone lanzar la empresa energética estatal. El Presidente volvió tangencialmente sobre el tema al dejar inaugurada una obra de extensión de la red de interconexión eléctrica en Mendoza. “Acá en la Argentina se terminó ese juego”, advirtió en alusión a la política de los noventa, cuando no sólo se concretaron las que denominó como “privatizaciones indebidas” sino que además el Estado perdió “la acción de oro” en YPF, que le otorgaba la capacidad de vetar decisiones fundamentales, como podría ser su liquidación o fusión con terceros.
Alberto Fernández anticipó en tanto, por la mañana, que “estamos preparando, para presentar en mayo, un Plan de Infraestructura para que en el 2005 podamos estar más tranquilos” en materia energética y subrayó que “lo que hoy sucede responde a un descuido de las empresas y por la ineficacia del Estado, que no les exigió hacer inversiones”. “Esas empresas que explotan gas y petróleo han tenido cuantiosas utilidades que no invirtieron en obras y, si las hicieron, fueron insuficientes”, disparó finalmente.

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De Vido y Lavagna comparten ámbitos pero mantienen la distancia, con Kirchner por detrás de ambos.
 
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