EL PAíS › TEMORES ANTE UNA POSIBLE FUGA DE CARLOS MENEM

Con ganas de salir volando

Desde hace dos días crecen las versiones acerca de que Menem se exiliaría o asilaría en una embajada. Los menemistas lo niegan. Pero en el Gobierno hay varios que creen que es posible.

 Por Raúl Kollmann

“Menem se va al exilio. Se pasa a Chile o se asila en la embajada.” El rumor se hizo fuerte ayer a la tarde y lo más llamativo es que en la propia embajada chilena recibieron varias consultas de periodistas preguntando si la versión era verdadera o falsa. La historia viene a cuento porque Carlos Menem sabe –y así lo reconoce su entorno– que lo espera la detención domiciliaria y todo indica que será por bastante tiempo. La Sala B de la Cámara de Apelaciones –a la que el ex presidente acusó de odiarlo– es muy probable que confirme una eventual detención dictada en el caso armas por el juez Julio Speroni. Con ello, sólo le quedará la posibilidad de algún otro favor de la Corte Suprema. El diagnóstico que hacen los propios menemistas es que probablemente Menem afronte, al menos, un año de encierro.
La versión del exilio de Menem comenzó a correr el jueves en los propios despachos de la Casa Rosada y ayer se hizo todavía más intensa. Tal vez el mismo Menem puso el granito de arena inicial cuando dijo esta semana que no se irá del país aunque recordó que dos próceres, San Martín y Sarmiento, fueron perseguidos y se los obligó al exilio.
Fuentes menemistas consultadas por Página/12 descartaron el jueves que el ex presidente fuera a tomar cualquier iniciativa de ese estilo: “siempre se presentó a la justicia y estuvo cinco meses arrestado. Eso prueba su actitud”, fue la respuesta. Las mismas fuentes reconocieron, sin embargo, que el panorama judicial del ex mandatario es más que complicado.
Curiosamente, ayer la embajada de Chile en Buenos Aires recibió varios llamados preguntando lo mismo: “¿es cierto que Carlos Menem pidió asilo?”. La respuesta fue invariablemente la misma: “no sabemos nada, nadie no ha pedido nada, no tenemos ningún síntoma de ese estilo”, contestó una fuente de la delegación diplomática.
En verdad, la versión aceptaba dos variantes. Que Menem ingresaría a una embajada –se menciona en concreto la de Chile– o que directamente desde La Rioja cruzaría los Andes para pedir el asilo en Santiago de Chile, considerándose a si mismo como un perseguido político y asentándose en revelaciones, como la realizada el domingo por Horacio Verbitsky en este diario, de que el gobierno hizo gestiones para que algún juez proceda a su detención. En una palabra, un exilio igualito al de San Martín y Sarmiento.
En la capital chilena, los conocedores del gobierno transandino admiten que una jugada de ese estilo crearía una fuerte polémica sobre si corresponde otorgarle o no el asilo a Menem. Estos son los ingredientes:
- Hay un hecho cierto: al ex presidente estaría prófugo por un delito común, el contrabando de armas.
- Menem está casado con una chilena, lo que constituye un elemento importante, aunque según las leyes chilenas, no decisivo.
- En el poder chileno hay mucho reconocimiento a Menem. Se lo considera uno de los artífices del tratado con el que se terminaron todas las disputas limítrofes entre los dos países. Además, acercó a Chile al Mercosur y, sobre todo, se puso del lado del gobierno chileno cuando el dictador Augusto Pinochet fue detenido en Londres. Más allá de cualquier consideración en materia de derechos humanos, Menem argumentó que el genocida sólo podía ser juzgado en su propio país, lo mismo que decía la administración chilena.
En la opinión pública chilena, el ex presidente cosecha iguales o mayores rechazos que en la Argentina, pero en la dirigencia política es otra cosa y un pedido de asilo produciría un debate de proporciones.
Lo cierto es que anoche el rumor seguía extendido pero era apenas eso, un rumor. Tal vez la versión sólo es producto de sospechas infundadas, no faltarán quienes creen que se irá del país porque no resiste una nuevadetención y tampoco se puede descartar que hasta sea una expresión de deseos del duhaldismo que siempre se quiso sacar de encima a su archienemigo. En cualquier caso, lo curioso de este rumor es que muchos lo creen.

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El ex presidente Carlos Menem puesto en un lugar que le gusta: la cabina de piloto de un avión.
 
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