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Mauricio Macri aún no encuentra su perfil para las elecciones de 2005

Ya definió saltar de Capital a la provincia de Buenos Aires. Pero todavía busca el tono de su campaña. La relación con Duhalde.

La decisión de candidatearse en las elecciones del año que viene en la provincia de Buenos Aires parece tomada. “No me preocupa”, respondió Mauricio Macri ayer, cuando lo consultaron por la disputa con la favorita de las encuestas, Cristina Fernández de Kirchner. Lo que no parece tan definido es el perfil que adoptará su campaña: “Voy a ser claro: yo soy un claro opositor a este gobierno, aunque claramente moderado”, aclaró Macri, que en este tema no parece tenerla tan clara.
La decisión del presidente de Boca de alejarse de la Capital, donde el año pasado obtuvo un resultado más que aceptable, se explica por los números de las encuestas, que le asignan un cómodo tercer lugar (detrás de Elisa Carrió y Rafael Bielsa) y un alto porcentaje de imagen negativa, lo que le pone un límite muy definido a sus expectativas. Con estos datos en la mano, Macri comenzó a analizar la posibilidad de candidatearse en la provincia. Primero lanzó su partido en un asado en Tandil y más tarde se reunió con Eduardo Duhalde en Montevideo. El encuentro fue el punto de partida para una interminable serie de idas y vueltas con Ricardo López Murphy, que se presentará como candidato de Recrear.
Ayer, el empresario aseguró que no está inquieto por la candidatura de Cristina Kirchner, pieza fundamental de la estrategia electoral del Gobierno. “No me preocupa. A más de un año de una elección, de la cual la gente no tiene ni idea qué se va a elegir, no me preocupa realmente”, aseguró Macri, que con la frase aceptó de hecho su cambio de distrito.
Lo que no parece tan claro es el perfil que adoptará su campaña. En un primer momento, su postulación fue leída como un intento de Duhalde por encontrar un candidato sustituto en caso de una ruptura con el Gobierno. Sin embargo, el acuerdo Kirchner-Duhalde se mantiene en pie y todo indica que así seguirá hasta las elecciones.
En este caso, Macri se presentaría sin el apoyo oficial del caudillo bonaerense, aunque con un guiño cómplice. “A Duhalde le sirve para contener a los dirigentes que no están de acuerdo con Kirchner”, aseguraba un importante duhaldista. Y agregaba que de este modo Macri conseguiría el apoyo de un sector del PJ bonaerense, clave para desplegar una campaña competitiva y fiscalizar los comicios.
Con los días, sin embargo, Macri fue variando su posición y ayer insistió con que no ve muchas posibilidades de un acuerdo con Duhalde. “Me junto a conversar con diferentes dirigentes porque creo en el diálogo. Pero esta postura no significa hacer una alianza con Duhalde. La descarto porque él es parte de la coalición oficialista”, explicó.
El problema de Macri es que no tiene mucho sentido plantear una opción opositora en alianza con Duhalde, socio político de Kir-
chner. Por eso busca una posición intermedia: cuestiona al Gobierno pero jamás critica al ex gobernador. Aunque a un año de las elecciones quizá funcione, el discurso deberá encontrar un perfil más definido: si no corre el riesgo de que los votantes opositores se inclinen por López Murphy.

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“Soy un claro opositor, aunque claramente moderado”, dijo Macri.
 
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