EL PAíS › FOTOS QUE MUESTRAN LAS CONDICIONES DE LA DISCO

Un testigo presentó pruebas

Por Carlos Rodríguez

La jueza María Angélica Crotto cuenta con material fotográfico que muestra en detalle la presencia de la guata adherida al techo y la “media sombra” que hacía las veces de cielorraso en el boliche República Cromañón, tal como estaban instalados en marzo de 2004, cuando el local todavía no había sido inaugurado. Las fotos que permiten apreciar la forma en que estaban dispuestos esos dos elementos, altamente inflamables, fueron aportadas a la causa por el técnico Salvatore Albano, un canadiense radicado desde hace diez años en el país. Albano fue llamado por Omar Chabán para que diseñara un sistema acústico que impidiera que el sonido de los recitales provocara molestias en los vecinos de Once, que ya lo habían denunciado por ruidos molestos. “Yo le dije que la guata y la ‘media sombra’ eran materiales peligrosos en caso de incendio y le recomendé que los reemplazara por fibra de vidrio”, afirmó Albano, ratificando ante la jueza lo que había declarado antes a Página/12 y a otros medios. “Chabán me pidió un presupuesto, yo le pasé uno por 17.000 pesos y nunca se hizo porque era muy caro”, dijo Albano.
Por otro lado, el adjunto de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Gustavo Lesbegueris, confirmó ayer una nueva irregularidad cometida por el propietario de Cromañón: “Según los informes que tenemos en nuestro poder, el personal de custodia del local no estaba inscripto en el Registro creado por la Ley 118 y que es llevado por la Dirección General de Servicios de Seguridad Privada del gobierno porteño”. El defensor adjunto recordó que las normas vigentes prevén “la inhabilitación o clausura del lugar que no cumpla con ese requisito”. Lesbegueris dijo a Página/12 que de haber figurado en el registro “hoy sabríamos qué empresa o qué personas, con nombre y apellido, eran los responsables de la seguridad en Cromañón”. Opinó, además, que “si el boliche hubiese contado con personal capacitado, tal vez hoy no tendríamos tantas víctimas”.
En el marco de la causa judicial que lleva la jueza Crotto, con intervención del fiscal Juan Manuel Sansone, ayer prestó declaración testimonial el técnico canadiense Salvatore Albano. El experto confirmó que a fines de febrero y a principios de marzo de 2004 hizo dos visitas al local ubicado en el barrio de Once. Había sido llamado por Omar Chabán para que le pasara un presupuesto para la instalación de un sistema acústico en las paredes del local. Cuando observó la presencia de la guata adherida al techo, Albano le recomendó que “lo cambiara por fibra de vidrio recubierta por material ignífugo”, al tiempo que le advirtió que “tanto la guata como la media sombra eran altamente inflamables”.
La primera visita fue a fines de febrero y, en esa ocasión, Albano, como lo hace en forma habitual, tomó fotografías del espacio físico sobre el que tenía que realizar el trabajo. En las fotos, según pudo determinar este diario, se puede advertir la presencia de la guata sobre el techo, las paredes y los conductos de aire. De su testimonio surge también que ya estaba la “media sombra”, que según lo dicho por Albano “se puede tocar con la mano desde el primer piso del boliche”, donde funcionaba el sector VIP. El técnico canadiense dijo que le advirtió a Chabán que la guata y la “media sombra” eran “elementos muy peligrosos en caso de producirse un incendio”. En marzo volvió y presentó un presupuesto por 17 mil pesos, pero el trabajo “no se hizo porque Chabán consideró que era muy caro”.
De acuerdo con lo declarado por Albano ante la jueza, en febrero de 2004 el encargado de seguridad del local era Hugo Caballero, quien estuvo presente durante la charla sobre el sistema de aislamiento acústico. El testigo dijo que, según la información con la que él contaba, “ese responsable de seguridad presentó la renuncia por estar en desacuerdo con la decisión de no instalar la fibra de vidrio”, que es el material ignífugo que corresponde colocar. La doctora Crotto tendría el propósito de convocar a Caballero para que se presente ante el juzgado a dar su testimonio respecto del episodio relatado por Albano. Al tomar conocimiento de los datos aportados por el técnico canadiense, el abogado José Antonio Iglesias, padre de una de las víctimas de la tragedia, insistió en señalar la responsabilidad del jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, por “homicidio culposo por negligencia”. El mismo cargo hizo contra “los inspectores que debían inspeccionar el local; el director de inspectores y el secretario de Justicia y Seguridad”. De ser cierto lo declarado por Albano, el boliche Cromañón “nunca tendría que haber sido habilitado”, comentó una fuente allegada a la causa.

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