EL PAíS › JULIO ALAK, INTENDENTE DE LA PLATA

“Chiche no me preocupa nada”

Uno de los principales paladines de Solá se ríe del desafío duhaldista en su distrito. Critica el intento de derogar la ley de internas abiertas y sueña con Cristina Kirchner candidata.

 Por Martín Piqué

Jefe comunal desde 1991, reelecto tres veces, Julio Alak transita seguido por las veredas de San Telmo, las que están a un paso de la Casa Rosada. Nunca formó parte de los incondicionales de Eduardo Duhalde. Ni en plena década del ’90 ni en 2003, cuando tenía todo acordado para ser el vice de José Manuel de la Sota pero el cordobés archivó su candidatura. En los últimos tiempos, tras un acercamiento definitivo a Néstor Kirchner, se convirtió en uno de los paladines de Felipe Solá. Desde ese lugar, Alak es uno de los más fervorosos impulsores de la renovación del PJ bonaerense. “Tiene que ser el eje de un movimiento nacional y popular mucho más amplio, con los sectores kirchneristas, con los que vienen del Partido Intransigente, del socialismo popular”, propone ante Página/12.
Pero el duhaldismo no está contento con el compromiso de Alak con el felipismo. Para mostrarlo, la semana pasada Duhalde envió a su esposa Chiche a La Plata para organizar un sector opuesto al intendente. “No me preocupa para nada”, minimiza Alak. Sus preocupaciones, aparentemente, pasan por el tratamiento del presupuesto provincial y por la posibilidad de que el duhaldismo derogue el régimen electoral de internas abiertas y simultáneas. “Es condenable y no hay que permitirlo”, advierte. Aunque su pasión parece puesta en otra cosa. Durante la entrevista Alak destaca una y otra vez las virtudes de Cristina Kirchner como candidata.
–¿Cómo vio el desembarco de Chiche Duhalde en La Plata?
–No me preocupa para nada. Fue una reacción desproporcionada del duhaldismo al apoyo claro que dimos desde La Plata al presidente Kirchner y a Felipe Solá. No me sorprendió porque ya hace diez años, en el ’95, también nos armó una lista en La Plata, nos enfrentó y no sacó más del 5 por ciento. La presencia de dirigentes de hace mucho tiempo en la ciudad, como Atanasof y otros que nunca ganaron ninguna elección, hace presuponer que este armado no tiene ninguna posibilidad de éxito. Así fue hace diez años y así va a ser ahora.
–¿En qué se tiene que renovar el PJ bonaerense?
–Tiene que renovar fundamentalmente su llegada a la gente. Tiene que renovarse en cuanto a una defensa contundente de nuestras banderas históricas, que son la justicia social, la inclusión, los derechos humanos. El PJ de la provincia de Buenos Aires también tiene que referenciar este cambio en nuevas figuras. Para nosotros sería un aporte extraordinario la posibilidad de que Cristina Kirchner sea candidata para que potencie este proceso de transformación y para que aporte desde su figura la honestidad, el talento intelectual, el compromiso político y social que ha demostrado en su vida política. Sería un orgullo ciudadano para nosotros, como platenses, porque Cristina es de La Plata.
–¿Por qué la senadora sería mejor candidata que Chiche?
–Chiche Duhalde tiene un mandato de cuatro años y le quedan dos años de mandato. Por lo tanto, podría contribuir de una manera importante en culminar el mandato por la cual fue elegida. El aporte de Cristina ya lo dije, pero además creo que es una propuesta sensata. Su figura nos permitiría captar muchísimos sectores de clase media en un distrito que tiene núcleos urbanos muy importantes, muchos centros universitarios, donde ella tiene una penetración fuertísima y donde hoy es referencia de gran parte de la clase media bonaerense. Sin estar haciendo campaña, gran parte de la clase media de la provincia –un sector esquivo al justicialismo– hoy la ve como una excelente candidata. Cristina Kirchner garantiza una gran victoria en la provincia por más del 50 por ciento. Sería un gran aporte a la gobernabilidad del Estado nacional, del Estado provincial y también de los municipios.
–¿Cómo ve la posibilidad de que el duhaldismo cambie la ley de internas abiertas y simultáneas que rige en la provincia de Buenos Aires?
–Acá hay dos disparates normativos. No votar el presupuesto en el momento en que la Nación renegocia el canje de la deuda externa es un crimen político. El otro error en el que se está por incurrir es derogar las internas abiertas y simultáneas para todos los partidos. Cuando se la debatió se estableció que en una sociedad que desconfiaba de la política uno de los instrumentos para devolver la confiabilidad era una ley que obligara a todos los partidos a realizar sus internas en forma simultánea y con la justicia. Si se modifica esto, se retrocederá a la vieja política. Es condenable y no hay que permitirlo.
–¿Y si lo hicieran y Solá se fuera del peronismo, usted también se iría?
–No podemos anticipar decisiones que son muy delicadas e importantes cuando no hay elementos que obliguen a hacerlo. En primer lugar hay que luchar para que esta ley de partidos políticos no se derogue. Y no creo que otras fuerzas políticas acepten ese retroceso. También creo que hay que dar la lucha interna porque existe una gran mayoría del justicialismo que quiere renovar su partido. Podemos estar hoy en minoría partidaria pero sabemos que somos mayoría afuera del partido.

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Julio Alak quiere que el PJ “sea el eje de un movimiento nacional y popular”.
 
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