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“Ya somos una pata política necesaria en cualquier negociación u opción electoral en el 2005. Pero vamos mucho más allá. De este espacio va a salir el gobernador que me va a suceder en el 2007.” El gobernador Felipe Solá recurrió ayer a la vieja máxima que dice que cuando no se puede retroceder hay que redoblar la apuesta. Luego de anunciar la ruptura del bloque del PJ y la creación del “Frente Peronista para la Victoria”, Solá fijó la nueva prioridad del felipismo: la pelea por el conurbano. No será fácil, porque allí está la base del duhaldismo. La ruptura de la bancada tuvo el aval explícito de los intendentes Alberto Balestrini (La Matanza) y Julio Alak (La Plata), entre muchos otros. En el felipismo, entre tanto, esperan con optimismo que el Presidente haga una señal a favor de la candidatura de Cristina Kirchner. Son optimistas porque conocen las recientes broncas de la Rosada con Eduardo Duhalde.
El lanzamiento del nuevo bloque felipista, que con el nombre buscó una obvia sintonía con Kirchner, se produjo ayer al mediodía en el Teatro Coliseo Podestá de La Plata. Allí no estuvo Solá, porque había sido acordado que debía preservarse. De paso, se destacaría el rol de los diputados y senadores. El acto, entonces, estuvo presidido por los legisladores que presidirán los dos bloques: el senador Juan Amondarain y el diputado Alfredo “Lobby” Antonuccio, un cuadro de la JP que se convirtió en lugarteniente del intendente de Merlo, Raúl Othacehé. Cuando Othacehé retornó al duhaldismo tras un acercamiento inicial a Solá, Antonuccio decidió permanecer junto a Solá. Su ubicación como jefe del bloque de diputados felipista se debe a que el felipismo busca desembarcar en la primera sección electoral: el norte y oeste del conurbano.
El otro jefe de la bancada felipista es el senador Amondarain, el mismo que hace una semana fue desplazado por orden de Duhalde. “Nos oponemos a convertir los asuntos partidarios en cuestiones de Estado, porque ese tic de la vieja política daña a las instituciones”, cargó ayer Amondarain. La crítica tenía un destinatario bien claro: los ex compañeros del PJ en ambas cámaras, cuyos jefes son Osvaldo Mércuri y Antonio “el Gordo” Arcuri. Durante el lanzamiento, Antonuccio leyó un documento en el que se enumeraban los intendentes que apoyaban la movida.
Entre ellos sobresalía el nombre de Balestrini, cuyo respaldo había sido puesto en duda en los días previos a la apertura de las sesiones ordinarias. El matancero, que estuvo con el Presidente la semana pasada, colocó a dos hombres suyos en las vicepresidencias de los dos bloques felipistas: se trata del senador Jorge Pirozolo y del diputado Angel Aisa. Figuran apenas un escalón por debajo de Amondarain y Antonuccio. Y más allá del enjambre de nombres desconocidos para el gran público, demuestran que Balestrini está jugado con la estrategia de Solá. Otro dato –muy sugestivo si se lo relaciona con el anterior– es que en las paredes de La Matanza hay pintadas que dicen “Cristina senadora. Balestrini conducción”.
Los próximos pasos de Solá pasan por armar un foro de intendentes alineados con su gestión. En La Plata ya están trabajando en ello. La idea sigue siendo enfrentar a Duhalde, como prueban las declaraciones que el gobernador dio ayer a Radio Nacional: “Hay dos Duhalde. Uno vuela por arriba. Hay otro que desde su casa en Lomas de Zamora maneja metro a metro la interna, por donde pasan punteros, legisladores e intendentes. Duhalde va a tener que definirse dónde está y cuál es su verdadero rol”, dijo. Con declaraciones así no puede haber marcha atrás.