EL PAíS › CONTINUARA LA INVESTIGACION POR EL SECUESTRO DE SIVAK

Una causa con final abierto

A partir de la presentación de un represor, la Cámara Federal consideró que el caso no prescribió. Un juez dijo que era un delito de lesa humanidad. Pero los otros dos se basaron en cuestiones formales.

La Cámara Federal rechazó un planteo de un represor detenido en España y que pretendía esquivar por prescriptas las imputaciones por el primer secuestro del empresario Osvaldo Sivak, quien luego fue asesinado por una banda de policías. En la resolución, uno de los camaristas advirtió que aquella primera privación de su libertad, que tuvo lugar entre el 7 y 9 de agosto de 1979, debía considerarse un crimen de “lesa humanidad”, porque la víctima sufrió los mismos tormentos que se aplicaban en los centros clandestinos de detención y los responsables de aplicárselos actuaban bajo las órdenes de la dictadura.

El martes, la sala I de la Cámara Federal porteña decidió sobre el planteo de prescripción que hizo la defensora oficial de Ricardo Taddei, un ex policía y ex miembro de los servicios de inteligencia militar con el grado de coronel en la dictadura. En su voto, el camarista Eduardo Freiler subrayó que no podía cerrarse la pesquisa porque se trataba de un “crimen contra la humanidad de los delitos que habría sido víctima Sivak”. Freiler admitió que “no todo acto de tortura o privación ilegítima de la libertad que se haya cometido en la Argentina” en la dictadura “puede ser catalogado como crimen contra la humanidad”. Pero subrayó que “los sucesos que habrían tenido como víctima a Sivak fueron parte del ataque que sufrió la población argentina durante el último gobierno de facto” y señaló que la víctima “habría soportado el aparato del terrorismo de Estado, en tanto habría sufrido condiciones de cautiverio características del sistema de represión”.

Sus colegas Eduardo Luraschi y Horacio Cattani no compartieron el criterio de considerar el hecho un crimen de lesa humanidad, pero confirmaron que la causa no estaba prescripta, aunque por razones formales. De esta forma el expediente continuará abierto.

Freiler consideró que “la situación de indefensión de Sivak es idéntica a la hora de toda víctima del aparato represivo estatal implementado por la última dictadura argentina. Y ello –agregó el camarista– con independencia” de los motivos “particulares” de los responsables.

Osvaldo Sivak fue secuestrado el 7 de agosto de 1979, en Cerrito y Libertador, por dos hombres armados que exigieron a su familia dos millones de dólares, y dos días después fue liberado en Remedios de Escalada. Los subcomisarios José Ahmed y Alfredo Vidal fueron detenidos en Almagro, donde se estaba por dejar el dinero del rescate. Se sospechó que integraban una banda de comisarios que incluía a Taddei y al ex capitán Rafael López Fader, pero la causa fue cerrada. En julio de 1985, Sivak fue nuevamente secuestrado por una banda de policías y militares y, luego de dos semanas de cautiverio en un sótano de Monte Chingolo, fue asesinado de un balazo en la nuca tras el pago de un rescate de 1 millón 100 mil dólares. En 2000 el juez Gabriel Cavallo condenó a López Fader, en tanto Taddei se había ido del país en 1985 y nada se supo de él hasta que días atrás fue atrapado en España, sindicado como sospechoso de 161 casos de secuestro y tortura en tres centros clandestinos de detención donde actuó entre 1976 y 1978, conocidos como El Atlético, El Banco y Olimpo.

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El camarista Eduardo Freiler dijo que el secuestro de Sivak “fue parte del ataque” de la dictadura.
 
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