EL PAíS › CONTACTOS PARA RECHAZAR LOS TERMINOS DE LA CONVOCATORIA ELECTORAL DE DUHALDE

Unión para que se vayan todos, todos

Zamora y Carrió abrieron el diálogo para coordinar posiciones: no quieren que se elija presidente sin renovar totalmente el Congreso y manteniendo “la Corte peronista-radical”. Las coincidencias con las fuerzas de izquierda, piqueteros, asambleas, sindicalistas y organismos de derechos humanos para un esfuerzo común.

 Por Raúl Kollmann

Los candidatos presidenciales Elisa Carrió y Luis Zamora, junto con otras fuerzas de oposición, los partidos de izquierda, la CTA, asambleas barriales, organizaciones de piqueteros, organismos de derechos humanos y otras fuerzas sociales se pusieron en marcha para rechazar la convocatoria electoral firmada por Eduardo Duhalde el viernes. También referentes como Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra podrían ser de la partida. El gran objetivo es insistir en que se vayan todos, reclamando que no se puede hacer una convocatoria electoral en la que se vote únicamente el presidente y vice, renovándose recién a fines del año 2003 apenas la mitad de los diputados y un tercio del Senado, y manteniendo la Corte Suprema intacta. Todos coinciden en que una renovación en la que se quedan todos le deja un margen reducido al futuro gobierno. Carrió habla de convocar a una gran consulta popular para que se revoquen todos los mandatos, Zamora plantea que deben suspenderse todas las postulaciones electorales mientras se desarrolla este movimiento y, por supuesto, aparecerán otras iniciativas. Desde ayer, hay diálogos telefónicos para poner en marcha una confluencia de todas esas fuerzas opositoras.
Hace dos semanas Carrió y Zamora conversaron por teléfono sobre la posibilidad de encarar el rechazo a la forma en la que el Gobierno nacional estaba por convocar a las elecciones. Las objeciones eran básicamente las siguientes:
- Hay un extendido reclamo de la sociedad a una renovación total de la dirigencia política, lo que se tradujo en la consigna que se vayan todos.
- Los intentos para que la Cámara de Diputados y la de Senadores voten su propia revocatoria de mandatos quedaron en la nada, empantanados porque tanto los legisladores del PJ como los de UCR se opusieron a la idea.
- El juicio político y por lo tanto la renovación de la Corte Suprema también estaba empantanada.
- Con argumentos legales y operativos, el Poder Ejecutivo estaba por poner en marcha una convocatoria electoral más que diluida. Lo único seguro era que se iba a votar por presidente y vice el 30 de marzo, pero cada provincia adecuaría a sus tiempos la convocatoria para elegir diputados y la de senadores quedó pospuesta para octubre de 2003.
- No se renovará la totalidad de las dos cámaras sino apenas la mitad de Diputados y un tercio del Senado.
- Más allá de cuándo se harían las elecciones, los diputados y senadores nuevos recién asumirían en diciembre de 2003.
- Teniendo en cuenta que el presidente electo asumirá el 25 de mayo, convivirá siete meses con el mismo Congreso y a partir de diciembre tendrá que vérselas con un Parlamento, que -.en el mejor de los casos.- cambió una limitada proporción de sus miembros.
En aquellos diálogos entre Carrió y Zamora, los líderes del ARI y de Autodeterminación y Libertad quedaron en volver a conversar, sobre todo porque Carrió quería evaluar la marcha del juicio político a la Corte Suprema. Todavía había alguna expectativa de derrotar la maniobra impulsada por el oficialismo de conseguir los votos necesarios para hacer naufragar definitivamente el juicio al máximo tribunal. Lo concreto es que entre aquel primer diálogo entre Carrió y Zamora y el día de hoy, no hubo ningún avance hacia la renovación de la Corte. Por eso el diálogo se reflota ahora: Zamora ya anunció que vuelve a dialogar con Carrió por este tema y la diputada Marcela Rodríguez, del equipo más cercano a Carrió, le dijo a este diario que “tenemos una bandera compartida en esta materia, porque queremos la revocatoria de todos los mandatos. Hay espacios coincidentes” (ver aparte).
Frente a este que se queden todos la propia Elisa Carrió salió en su momento a amenazar con la abstención, una postura que se apaciguó en las últimas semanas. Sin embargo, en el congreso el ARI presentó un proyectopara que el 30 de marzo se vote también a diputados constituyentes con el objetivo de reformar la Constitución y, en concreto, que se revoquen todos los mandatos. También habría disposiciones para renovar la Corte. Hace diez días, Carrió se unió en una conferencia de prensa con Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra, con quienes también hubo coincidencias en la revocatoria de mandatos. De todas maneras, la mayor iniciativa en la que participa el ARI es la de convocar a una consulta popular, algo que se está esbozando junto con las fuerzas que integran el Frente Nacional contra la Pobreza (Frenapo), con Víctor De Gennaro, el líder de la CTA, a la cabeza. También tendrían un papel protagónico las distintas organizaciones de derechos humanos, corrientes piqueteras y asambleas barriales.
Zamora tampoco ve con buenos ojos la abstención, pero sostiene que debe darse la batalla para que las elecciones no se conviertan en una especie de convalidación de que “el Congreso y la Corte justicialista-radical se queden”. En la última asamblea de Autodeterminación y Libertad hubo una votación, por escrito, sobre si se debía participar o no en las próximas elecciones. La gran mayoría adhirió a la postura de que Zamora se presente como candidato presidencial, pero esa misma mayoría sostuvo que una condición previa debía ser plantarse frente a la convocatoria de Duhalde. La gente de Zamora igualmente propone una asamblea constituyente antes que se realicen las elecciones y que se concrete el que se vayan todos. En diálogo con Página/12 el dirigente de AyL insistió en la necesidad de unidad frente al llamado a elecciones y propuso que “mientras se desarrolle el movimiento unitario se suspendan nuestras postulaciones electorales. Después iremos evaluando, pero no debemos convalidar una convocatoria oficial que le da la espalda a lo que quiere la gente”.
Por su parte, la diputada Vilma Ripoll, de Izquierda Unida, se mostró abierta a la posibilidad de un encuentro de las fuerzas opositoras contra la convocatoria electoral: “Estamos de acuerdo en buscar la unidad para rechazar los decretos de Duhalde, cuyo objetivo es que se queden todos y salvar su gobierno. Tenemos que imponer una unidad que impulse la movilización para que se vayan todos. Nosotros insistimos en que Duhalde debe renunciar ya mismo y reclamamos la convocatoria a una asamblea constituyente”.
El martes pasado, el escritor Mempo Giardinelli, en nombre de un colectivo de intelectuales mayoritariamente del interior y que se conoce como Manifiesto Argentino, hizo un llamado a Carrió y Zamora para que “no se presten a acompañar el continuismo. Ya se verá si la respuesta es la abstención, el no voto activo o el voto en blanco, pero ahora el pronunciamiento es por la no convalidación de la trampa. Es indispensable que se vayan todos y que no quede ni uno solo”.
En el atardecer del viernes, el presidente Duhalde firmó en Olivos los cuatro decretos que le acercó el ministro del Interior, Jorge Matzkin. Al instante, empezaron a sonar los teléfonos y entre los que se pusieron en marcha está la candidata con mayor intención de voto del país, Elisa Carrió, y quien se ubica muy cerquita, Luis Zamora.

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Zamora y Carrió retomaron el diálogo, visto que los intentos de convencer al Congreso no están funcionando.
 
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