EL PAíS

“Entro al ballottage y soy presidenta”

Insiste en que los jóvenes oficiales de las Fuerzas Armadas se sienten humillados, pero asegura que en su gobierno continuarían los juicios contra los represores. Asegura que, de la mano de Prat Gay, bajaría las retenciones y controlaría la inflación.

 Por Werner Pertot

Desde Mar del Plata

“Lilita estará entre nosotros”, reza el cartel de un local marplatense de la Coalición Cívica (CC). Y aquí está. De cara al océano, en uno de los balconcitos que da a la costanera del café Tío Curzio, la candidata a presidente de la CC Elisa Carrió prende un cigarrillo. A diferencia de otras veces, la tensión previa a las elecciones se hace sentir, y la candidata mide cada palabra: “Lo que se juega en esta elección es si vamos a usar la prosperidad económica que tenemos para el clientelismo, el autoritarismo, o el capitalismo de amigos. O si la vamos a usar para la distribución del ingreso, la república y un desarrollo económico sin capitalismo de amigos. Así de simple”. No es necesario aclarar qué candidata representa, para ella, cada uno de los proyectos.

–Si no gana, ¿se retira de la política?

–Voy seguir haciendo política. Voy a acompañar a la Coalición Cívica para que sea gobierno en cuatro años. Yo no soy más candidata. Eso es otra cosa. Pero voy a acompañar hasta que una nueva generación gobierne este país bajo los principios de ética, republicanos y de distribución del ingreso.

–¿Qué implicaría una victoria de Cristina Kirchner?

–No voy a hacer suposiciones porque estamos a punto de entrar al ballottage. Es como si le preguntaran a Cristina qué va a hacer si pierde. Hicimos todo y estamos haciendo una elección espectacular a lo largo y a lo ancho del país. Y esperemos que el domingo haya ballottage...

–¿Hay posibilidades de que Lavagna la alcance?

–La verdad es que no. Estamos segundos claros, más allá de lo que puedan decir esta semana. Tenemos las encuestas ciudad por ciudad y las distancias son enormes. Estamos compitiendo mano a mano con Cristina, por lo menos, en las grandes ciudades.

–¿Puede vencer en una segunda vuelta?

–Entramos en el ballottage y soy presidenta.

–Lavagna insiste con que el Gobierno polariza con usted porque le conviene...

–No voy a contestar ninguna pregunta en relación a los demás candidatos.

–Teniendo en cuenta que la oposición tiene una amplia oferta electoral, ¿por qué cree que la CC está segunda en las encuestas?

–Ya el domingo se va a ver muy claro quién no sólo lidera la alternativa de poder, sino que lidera una mejor construcción desde el punto de vista pluralista y democrático. Y ésa es la Coalición Cívica.

–¿Influyeron los casos de corrupción que se conocieron este año, como Skanska o la valija de Antonini Wilson?

–La sociedad está siendo preparada para un país mejor, y creo que hay millones de argentinos que quieren ser republicanos, civilizados, que quieren la justicia social, la distribución del ingreso, el desarrollo.

–Si hay ballottage, ¿con quiénes buscará aliarse?

–Vamos a esperar al ballottage, vamos a esperar al domingo que viene. Tranquilos, serenos, festejando una elección espectacular.

–¿Puede haber sectores del peronismo?

–No voy a contestar.

–¿El asesinato de los tres policías modifica el panorama electoral en esta última semana?

–No voy a hacer ningún uso, ni ninguna especulación sobre un hecho que conmueve a los argentinos y sobre el cual no quiero hacer la más mínima utilización política.

–Lo que le pregunto es si cree que va a cambiar el eje de la campaña...

–Lo desconozco. Quizá lo que tenemos que entender todos es que debemos alejarnos de la violencia y construir la paz. En estos momentos, una palabra de más conduce a más violencia. Por eso, es que pedí silencio al Gobierno y a la oposición.

–¿Por qué esta vez le dio tanto énfasis al tema de la seguridad en sus discursos?

–Porque hablamos de la seguridad personal, que supone la distribución del ingreso, que supone no tener inflación, y que supone no ser muerto en la calle por un accidente de tránsito o por un robo. Nosotros no somos ni Blumberg, ni Macri.

–Proponen, entre otras cosas, un nuevo régimen penal juvenil. ¿En qué consiste?

–Es la reglamentación de los tratados sobre el derecho del niño. Si el adolescente es un ciudadano, y comete un delito, ahora va a un instituto de menores, que es una prisión sin condena. Lo que nosotros decimos es que tiene que tener un juicio, que tiene que tener defensa y no tiene que tener un régimen de prisión. Pero me parece que si pensamos en cualquier hijo de la clase media, y uno tiene que elegir entre que vaya a un instituto de menores o se pueda defender, uno dice: “Que se pueda defender”. Esto también vale para los pobres. Insisto, hoy va a un instituto de menores, que es una prisión sin condena.

–¿Por qué lo eligió a Norberto Quantín como asesor de seguridad?

–Es una de las personas que está en seguridad. Es absolutamente honesto, lo he visto trabajar en la Justicia...

–El se fue del gobierno de Kirchner porque planteaba que la policía tenía que estar armada ante las manifestaciones, ¿usted está de acuerdo con esto?

–La presidente voy a ser yo. Y quien maneje las fuerzas de seguridad voy a ser yo.

–En el caso concreto de los cortes de Gualeguaychú, ¿cómo los resolvería?

–Defendiendo el medio ambiente, por vía de la negociación directa o de la Corte Internacional de Justicia (de La Haya), pero siempre manteniendo la hermandad y garantizando la circulación entre los pueblos.

–Es decir, que no permitiría el corte de ruta...

–Acá hay que garantizar el derecho de gentes, que es la libre circulación de los pueblos, y también la libertad de expresión. Pero la libertad de expresión no puede conducir a que dos pueblos se enfrenten y menos a que no puedan transitar entre uno y otro país.

Capitán humillado

–¿Por qué sostiene que “se está humillando a las Fuerzas Armadas”?

–Soy coautora de la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y creo que tiene que haber juicio y condena. Dije muy claro que, ya separados los que van a ser juzgados por delitos de lesa humanidad, sospechar hoy de un capitán que tiene 35 años por hechos que cometieron otros hace treinta años es una injusticia. Y no estoy dispuesta a repetir la historia.

–Puntualmente, ¿quiénes son los que sospechan de un capitán de 35 años?

–Es lo que sienten todos los capitanes de 35 años. En todo caso, el Gobierno se debe preguntar por qué hoy los jóvenes de las Fuerzas Armadas se sienten humillados.

–¿Cómo lo evitaría?

–Con buenas Fuerzas Armadas, equipadas, respetadas. Y obviamente habiendo separado a los sospechados.

–¿Los juicios a los represores continuarían en su gobierno?

–Absolutamente.

–Ahora, ¿cómo se compatibiliza esto con la incorporación a su gestión de López Murphy, que se pronunció contra estos juicios?

–La presidente voy a ser yo. Y la política la fija el presidente y el Parlamento. Y el Parlamento se ha expedido –yo fui miembro informante– y ésta es la política nuestra. Quien forme parte de nuestro gobierno, adherirá a nuestra política...

–Así como hay un límite para los corruptos, ¿la CC tiene un límite para incorporar a aquellas personas que violaron los derechos humanos?

–Obviamente.

–El ex comisario Edgardo Mastandrea, que fue procesado por torturas y asesinatos en la dictadura, formó parte de los equipos de asesores en seguridad en la CC bonaerense.

–Nunca de los nuestros. Pregúntenle a Carlos Raimundi. (Presidente del ARI bonaerense)

–Ayer Raimundi admitió que él lo había incorporado a la CC.

–Es Raimundi el que lo trajo. Y cuando yo me enteré, ordené que no estuviera en ninguno de los lugares.

“Estanflación”

–¿Qué medidas tomaría para controlar la inflación?

–El ministro de Economía será Prat Gay. Si el 28 de octubre hay ballottage, nos preparamos de lleno para empezar a gobernar el 10 de diciembre, de modo que de allí en diez días más se conocerán todas las medidas, porque dependen de cómo siga el proceso inflacionario y de qué medidas dicte en la transición el presidente Kirchner hasta entregarme la presidencia.

–El Gobierno emparentó los planteos que hizo el FMI sobre la inflación con la propuesta de Prat Gay de “enfriar la economía”...

–La verdad es que nosotros queremos evitar una estanflación, que es un enfriamiento brutal por inflación y recesión. Y lo que queremos es ordenar la economía para que esa inflación no llegue.

–¿Se pueden bajar las retenciones y, a la vez, pensar en una política redistributiva del ingreso?

–Absolutamente, pero no las vamos a bajar en los commodities cerealeros, sino a un punto por año, que son el 95 por ciento del ingreso por retenciones. Y vamos a bajar sí donde hay que hacer shock de ofertas y tener un perfil exportador más claro, que es en carnes y lácteos. Vamos a retenciones cero en carne.

–¿Eliminar las retenciones de la carne no lleva a que aumente el precio en el mercado interno?

–La carne va a seguir siendo barata, porque vamos a ir a un acuerdo por corte, como hizo Pepe Mujica en Uruguay... (sonríe) que es más representante de la izquierda que cualquier sector de nuestro Gobierno.

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