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- Eduardo Conesa, economista y docente de la UBA: “Considero que el acuerdo con el Fondo es muy positivo, ya que se comprometieron a devolver un monto similar. La propuesta del Gobierno no debe moverse del 3 por ciento del PBI como máximo a pagar. Debería decir que paga el 100 por ciento pero en 40 años y con un interés máximo del 1 por ciento. Esto determina que la cuota de amortización de toda la deuda sea de unos 4 mil millones y que el valor total de la deuda pase a ser del 25 por ciento. Esta es la solución que estimo satisface a los acreedores porque se les paga el 100 por ciento, y a los argentinos porque lo pagaríamos a 40 años”.
- Ubaldo Aguirre, economista: “El acuerdo es muy positivo para la Argentina. Es una muestra de buen sentido de parte del Fondo y del Gobierno y abre las puertas para entrar de lleno al intercambio de bonos, en el cual se trata, por un lado, de negociar buenos términos de condiciones y, por el otro, de seducir a los tenedores de bonos a que los acepten. En este aspecto hay mucho para hacer a fin de solicitar la comprensión y el pago de los tenedores que más influyen sobre los gobiernos del G7. Quizás un modo de mejorar la oferta es negociar tasas muy bajas, crecientes en el tiempo, y plazos quizás no tan largos, como por ejemplo 20 años”.
- Claudio Lozano, diputado por Fuerza Porteña: “En este segundo round de negociación, el Fondo se transformó en el lobbista del resto de los acreedores, estableciendo las condiciones para que el frente acreedor se unifique y tienda a debilitar al gobierno argentino. Estamos perdiendo la oportunidad de cuestionando el papel de organismos responsables de la crisis, discutir con los bonistas del exterior que presionen a sus Estados en el directorio del Fondo, con el objeto de que cambien sus posturas y que se identifiquen las cuentas de argentinos en el exterior, de capitales fugados por más de 100 mil millones de dólares y que deben ser base para que el pago de la deuda no pese sobre el crecimiento económico local”.
- Diego Estévez, economista, ex asesor de Carlos Menem: “Que se haya firmado el acuerdo es una muy buena noticia. Creo que más allá de la adrenalina de las últimas horas, ambas partes cedieron un poco y en consecuencia se logró salir de este atolladero con el Fondo. Creo también que ahora se abre una instancia de negociación muy dura, pero está claro que si Argentina no pagaba, no quedaba camino alternativo. Debo reconocer que el estilo de confrontación que ha mantenido el presidente Kirchner ha dado buen resultado, especialmente teniendo en cuenta que (más allá del apoyo que pueda dar Estados Unidos) acá hubo que enfrentar las presiones del resto de los países del G-7”.