–Los “Gordos” han planteado que no están de acuerdo con la manera en la que se están distribuyendo los fondos de la APE. Y de alguna manera lo responsabilizaban a usted. Hablan de discrecionalidad y de que se favorece a algunos gremios en perjuicio de otros.

–Mire, habría que hacer un buen estudio de eso. La última distribución que hubo se les distribuyó a doscientas obras sociales, ¡doscientas obras sociales! Al incluir más obras sociales en la distribución, se reduce el monto que se llevaron históricamente las obras sociales grandes. Esto es así. Esto está para verlo, para palparlo, es así. Pero lo que pasa es que a través de la gestión anterior, de la ex ministra de Salud (N. de la R.: se refiere a Graciela Ocaña), se redujo la distribución de la APE de 80 millones a 35 millones. Muchos pretendían que esos 35 millones se redistribuyeran en pocas obras sociales.

–¿Por qué se redujo de 80 millones a 35 millones? ¿Con qué argumento?

–Ah, no sé. Es plata de las obras sociales. ¿Qué es lo que pasaba? Se pretendía que las obras sociales grandes, que por supuesto tienen muchos más gastos en esos tipos de atenciones, se siguieran llevando la mayor parte. Pero para una obra social chica a lo mejor un reintegro de 50 mil pesos es sumamente importante. A lo mejor significa más que lo que representan para una obra social grande 5 millones de pesos. Nosotros, desde que hubo gente que tuvo la posibilidad de estar ahí, decidimos que las obras sociales chicas también tengan participación. Porque un expediente de una obra social chica cuesta mucho. Durante muchos años las obras sociales chicas, como por ejemplo la obra social de un ingenio tucumano, tenían muy pocas posibilidades de armar un expediente para conseguir un reintegro. Entonces no cobraban un centavo. Nosotros dijimos ¡démosles a todos! No puede ser que siempre las obras sociales grandes se llevaron la mayor parte de la distribución de la APE. Tanto es así que a mí también me retacean el cobro de algunos reintegros. Que se fijen a ver si yo cobro los expedientes que tengo. Como a muchas obras sociales nuestras, nos retacearon todo porque no había dinero para distribuir. Es un argumento que no tiene ningún viso de realidad ni de veracidad. En la APE se puede ver todo, no hay nada que se pueda ocultar. No sé quién lo habrá dicho. Están total y absolutamente equivocados.

–En la prensa se le atribuye a usted el haber logrado que al funcionario que quiso poner el ministro de Salud, Mario Koltan, estuviera sólo 48 horas en el cargo.

–No, yo no tuve nada que ver. La que decide es la Presidenta. Igual se puede cometer un error. Lo que yo sabía, como sabían muchos, es que (Koltan) era prestador y siendo prestador es incompatible con la tarea que tiene. Eso es lo que a mí me comentaron. Es un absurdo decir que yo tuve algo que ver, una mentira total. De tantas mentiras que se dicen, es otra más. Me atribuyen tantas cosas... Hablando en criollo: ¡se dicen tantas boludeces! Uno prácticamente ya está acostumbrado a esto.