La unidad de criterio duró poco. Los partidos de izquierda, que habían coincidido en el repudio a la detención del dirigente Alfredo De Angeli y al desalojo de la Ruta 14, volvieron a sus posicionamientos. A diferencia del MST, el Partido Comunista Revolucionario y la CCC, que se expresaron a favor de las demandas del campo (aunque aclarando que lo hacían por los pequeños productores), el PTS, el nuevo MAS y el PO ratificaron que no están “ni con el Gobierno, ni con el campo”.

“Una maniobra parlamentaria para repartirse el botín entre bandos patronales”, expresó el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en un comunicado en referencia a la iniciativa de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de enviar al Congreso la discusión sobre las retenciones móviles. “Esto ha sido presentado como una salida ‘democrática’ no sólo por el Gobierno sino también por la Mesa de Enlace de las patronales agrarias (y la oposición del PRO, Carrió, la UCR y los sectores disidentes del peronismo como Schiaretti, Reutemann, Busti o Rodríguez Saá)”, afirmó el PTS, al tiempo que consideró que se trata de “dos bandos que vienen dirimiendo sus intereses mediante la acción directa en perjuicio de la mayoría popular”. A criterio de ese partido, “para terminar con la concentración de la tierra” hay que “nacionalizar las grandes propiedades del campo, derogar la ley ‘videlista’ del peón rural y el trabajo en negro”, y los trabajadores no tienen que “apoyar a uno u otro bando patronal” sino “pelear” por sus “demandas y por una salida de fondo”.

Por su parte, el nuevo MAS (Movimiento al Socialismo) rechazó tanto la jornada de los ruralistas como el acto del Gobierno en Plaza de Mayo, “porque no responden a las verdaderas necesidades de los trabajadores y el pueblo sino a los intereses específicos de los sectores patronales que ambos encarnan”. El dirigente Héctor Heberling señaló que “tanto Néstor como Cristina Kirchner insisten en un ‘modelo de crecimiento’ que en el fondo no está basado en otra cosa que el atraso salarial y la esclavitud laboral, mientras que las entidades ruralistas no tienen otro programa que no sea la liberalización de los mercados y las exportaciones agrarias, es decir, un retorno más o menos encubierto a los ’90”. Sin embargo, agregó que “comienza a haber un importante sector entre los explotados que se están hartando de la pelea entre los de arriba”. El MAS condenó a “aquellos sectores que se dicen de ‘izquierda’ y que han contribuido a la confusión general sobre la naturaleza patronal del conflicto”.

En tanto, el Partido Obrero realizará hoy una radio abierta, a partir de las 12, en Diagonal Norte y Florida, con la presencia del dirigente Marcelo Ramal. Y colocará mesas en las principales avenidas de la ciudad de Buenos Aires y del país para “propagandizar la tercera posición independiente del campo y del Gobierno”.