EL PAíS › ANíBAL FERNáNDEZ SE JUNTó CON HORACIO RODRíGUEZ LARRETA

Del diálogo a los hechos

Los jefes de Gabinete nacional y porteño avanzaron en la instrumentación de la agenda acordada entre Cristina Fernández y Mauricio Macri. Hablaron del transporte público, la policía y el financiamiento de las obras públicas.

El jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández, mantuvo ayer una reunión con a su par porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para avanzar en el análisis de los puntos acordados por la presidenta Cristina Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. “Los dos se fueron contentos”, confiaron a Página/12 fuentes de ambas administraciones y coincidieron en señalar que ambos funcionarios consideran que el encuentro fue “positivo y provechoso”.

Los 50 minutos que duró la entrevista entre Fernández y Rodríguez Larreta transcurrieron “en un clima relajado” y “con buena predisposición para el diálogo” de ambas partes. “No parecía que se hubieran dicho tantas cosas en la radio”, comentaban en la Casa Rosada a la salida del encuentro.

El temario de la reunión se repartió entre tópicos coyunturales de emergencia, como el control de la gripe A, y otros asuntos estructurales, como el desarrollo de políticas productivas para generar empleo, el financiamiento de obras públicas y el combate contra la inseguridad. La cuestión que más tiempo insumió, sin embargo, fue el del sistema de transporte público.

“El tránsito es una de las mayores preocupaciones de los vecinos”, explicaron desde el entorno PRO. Al respecto, se comenzó a trabajar en lo que será el ente tripartito que regulará la materia, conformado por la ciudad, la provincia y la Nación.

Fernández y Rodríguez Larreta hablaron de cómo coordinar el trabajo entre las policías Federal y Metropolitana y también del pedido que Macri le hizo a la Presidenta para que se autorice a la ciudad a emitir bonos para financiar la obra pública. Desde la Casa Rosada aseguraron que eso es factible, pero “habrá que discutirlo cuando la situación económica internacional se regularice”.

“Estas reuniones deben traducirse en acciones concretas que solucionen y den respuesta a las principales necesidades y demandas cotidianas de los porteños”, sostuvo Rodríguez Larreta. “Para bien de los vecinos queremos ordenar un trabajo conjunto y metódico para dar soluciones concretas a las necesidades cotidianas de los porteños”, completó el funcionario macrista.

En su encuentro con Fernández establecieron un mecanismo de trabajo según el cual las jefaturas de Gabinete serán las encargadas de las negociaciones y luego cada tema será derivado a los ministerios correspondientes. “Quedaron en hablarse permanentemente y armar las reuniones que sean necesarias”, revelaron. También se confirmó que Cristina Fernández y Mauricio Macri volverán a tener un encuentro cara a cara dentro de 30 días, tal como se había acordado el martes.

El jefe de Gobierno porteño abrió la ronda de diálogo entre la Presidenta y los gobernadores. La reunión fue calificada positivamente por ambas partes y dio lugar a esta nueva instancia de colaboración a nivel ministerial.

“Digamos que no me llevé ningún sí, pero igual en la mayor parte del tiempo de la reunión analizamos situaciones macro y sobre las posibilidades de la Argentina”, fue la única y tibia crítica que dejó caer Mauricio Macri en una entrevista radial ayer por la mañana. Rápido, Aníbal Fernández le contestó por el mismo medio. “Yo creo que no vino a buscar ningún ‘sí’, vino a buscar un trabajo que vamos a comenzar hoy su jefe de Gabinete y yo”, fue la respuesta del funcionario kirchnerista.

Hasta la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su ánimo conciliador, citó ayer una frase que Mauricio Macri había vertido en su visita del martes a la Casa Rosada. El jefe de Gobierno, relató la Presidenta, comentó la necesidad de “abordar la Argentina no como una fotografía de una situación particular, sino como una película entera para que se vea el conjunto”.

Luego de una cruda campaña electoral, el llamado al diálogo que formuló el 9 de Julio pasado en Tucumán parece haber calmado las aguas. El mismo Macri que hace menos de dos meses aludía a “transiciones ordenadas”, cuando no se había cumplido ni siquiera la mitad del mandato presidencial, hoy habla de “una oposición que no quiere obstruir por obstruir y no quiere suicidarse colectivamente en estos dos años y medio no colaborando”.

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Rodríguez Larreta y Fernández dejaron de lado los duros cruces que habían protagonizado.
 
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