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El gobierno bonaerense admite un atraso de dos meses en el envío de fondos a los comedores pero aseguran que ya se están girando las partidas. El ministro de Trabajo y responsable del área de acción social bonaerense, Mariano West, dijo a Página/12 que si hay lugares que antes recibían mercadería y ya no, hablará con los intendentes.
–¿Quién es el responsable de que los comedores reciban mercadería?
–La provincia envía una partida fija de dinero a los municipios, los intendentes compran alimentos y reparten los bolsones. Algunos los entregan directamente a familias y otros a comedores. Además, la provincia manda un apoyo extra de 400 mil kilos de alimentos por mes. Ese paquete extra se empezó a repartir el jueves.
–Pero, en Berazategui, La Matanza y Quilmes dicen que desde hace dos meses no reciben nada.
–Existen muchos comedores; algunos retiran de su municipalidad, otros de La Plata, unos están subvencionados con una cuota mensual y otros reciben mercadería. La red de comedores se conformó por necesidad. Fueron consiguiendo cómo financiarse, por ejemplo una beca de provincia, lograron que la municipalidad les diera alimentos y que los comerciantes hagan donaciones.
–¿Su impresión es que esas denuncias en Berazategui, Quilmes y La Matanza son excepciones?
–Si hay casos de comedores que antes recibían y hoy no, voy a comunicarme con el intendente para saber lo que pasa. Otra cuestión es la de quienes están subvencionados con una suma fija. Es cierto que a partir de junio se acumularon dos y tres meses de atraso; los comedores siguieron funcionando con créditos de los proveedores que ahora están menos dispuestos. Tenemos un plan para estar al día en dos meses, girándoles en lugar de cada 30 días cada 20. Y en el medio de esto hemos generando una ayuda nueva que es el Vale Vida.
–¿A cuántas familias llega?
–A casi 600 mil y el objetivo es llegar a 700 mil. La primera entrega funcionó muy bien. Como este programa necesita de una capacitación a las manzaneras, algunos municipios se demoraron un poco, pero la aceptación en los comercios es alta. La ventaja es que llega a las familias sin intermediación. La bolsa de comida tenía alimentos por un valor promedio de cuatro pesos, en cambio con estos tickets el valor de compra es de 20 y la población a la que se va a llegar es cuatro veces más alta.