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Por M.P.

Con el 37 por ciento de los electores del país, lo que pase en la provincia de Buenos Aires marcará tendencias a nivel nacional. Descontado un triunfo justicialista –en eso coinciden todas las encuestas–, habrá que ver cómo se desempeña la oposición, ya sea por centroizquierda o por derecha, para anticipar ascensos y caídas de dirigentes y proyectos. Luis Patti y Aldo Rico se dividirán los votos de la derecha, aunque con perfiles diferentes entre sus votantes. En la centroderecha, Recrear hará una apuesta importante para evitar la dispersión de lo que consiguió Ricardo López Murphy hace cuatro meses. Fragmentada en diversas boletas -con el ARI en una posición más holgada–, la centroizquierda tratará de superar los 330.000 votos necesarios para lograr un diputado nacional. El radicalismo intentará sobrevivir a su peor época inspirándose en los triunfos de Catamarca, Tierra del Fuego y Río Negro.

- Patti y Rico. Complicado por acusaciones judiciales –como el encubrimiento a un represor que actuó contra los militantes montoneros de la contraofensiva–, Patti apuntará a consolidarse como la segunda fuerza de la provincia tras el deterioro que le causó la derrota de Carlos Menem. Para eso se valerá del acuerdo de su partido, Paufe, con la Ucedé y algunos intendentes vecinalistas. Entre ellos está Alberto Groppi, de Esteban Echeverría, al que el PJ intentará arrebatarle la intendencia. Asociado con Hugo Moyano y Juan Manuel Palacios, y con el aporte a último momento de Alberto Pierri por su pelea con Patti, Rico competirá con éste por el segundo puesto. Las encuestas le dan menos chances, y una acusación contra su candidato a vice, Juan Carlos Pellita, le complicó los planes.

- Lombardi y Storani. Ex secretario de Turismo de Fernando de la Rúa, Hernán Lombardi correrá con la más fea luego de que el fundador de Recrear, López Murphy, no aceptara ser candidato a gobernador de la provincia. En su primera elección del 27 de abril, Recrear obtuvo el 20 por ciento de los votos, un porcentaje mucho más alto del que le pronosticaban las encuestas. Sin embargo, Lombardi apuesta a que los intendentes radicales lo apoyen a él y no a la candidata oficial, Margarita Stolbizer, encolumnada con Federico Storani. Justamente, las urnas podrían decidir la suerte de Storani, quien se presenta como candidato a diputado y limita su apuesta a llegar al Congreso. Un dato no menor es que el PJ quisiera que a la UCR le vaya un poco mejor de lo que dicen los sondeos.

- Del centro a la izquierda. El progresismo sabe que debe concentrar su energía en la pelea por los 35 bancas que se reparten en la provincia. Para obtener al menos un diputado, cada fuerza debe obtener 330.000 votos pero el problema es que hay una gran dispersión: compiten el ARI –que tiene más chances y podría sumar más de un legislador detrás de la candidatura de Marta Maffei–, la alianza entre Izquierda Unida y el Partido Socialista –postula al trotskista Juan Carlos Giordano–, el Polo Social de Francisco “Barba” Gutiérrez, la coalición de Luis D’Elía y Alejandro Mosquera (Nueva Democracia-Kambia Buenos Aires) y algunas listas menores que sobrevivieron a la crisis del Frepaso.

- El dream team. Algunos le dicen, con ironía, el “equipo de los sueños”, Lombardi habló de “aguantadero” y Duhalde la presentó con orgullo, con Ruckauf en primer plano y a su lado. Aparte de los nombres tan debatidos, la lista de diputados nacionales del justicialismo propone para el Congreso a personajes menos conocidos por el gran público: María del Carmen Falbo, número 10 en la boleta, es diputada, titular de la comisión de Justicia y autora del Código de Procedimiento Penal de la provincia criticado por la derecha por exceso de “garantismo”. El número 17 es Jorge “Oveja” Sarghini, ex Secretario de Hacienda, quien aspira a presidir la comisión de Presupuesto de Diputados. Tendrá a su cargo la pelea por el aumento de coparticipación que exige Solá.