¿Cuál sería el debe de la política exterior del kirchnerismo? ¿Qué le queda al próximo gobierno?

–El próximo gobierno debe seguir por el camino que hicimos nosotros.

–Creo que lo más importante es continuar con el trabajo sobre la deuda externa. Va a llevar varios años y si el próximo gobierno no lo toma como una prioridad es posible que los seis países que votaron en contra logren desarmar el comité que tiene que trabajar sobre este tema.

–Que siga construyendo la unidad latinoamericana. Que Africa es donde tenemos más futuro en las relaciones diplomáticas. Que para nosotros cada país tiene un voto y una voz y que tenemos que involucrarnos en todos los problemas del mundo: Medio Oriente, los alimentos, el tema nuclear. La Argentina ha participado de todos los eventos importantes en la última década y es un país respetado porque ha tenido políticas firmes, solidarias. Cuando necesita apoyo lo recibe, como con la deuda. Si quieren hacer un almacén de la política exterior va a ser un fracaso.

–Las relaciones se han encauzado en términos de respeto y autonomía. No creo en la política de excepcionalidad de Estados Unidos, no es un país que tenga más derecho que otros a hacer algunas cosas.

–Hay distintas posiciones. Por ejemplo, Alemania, Japón, Brasil y la India dicen que quieren que se reforme para que en vez de cinco sean nueve los que tengan veto y que los incluyan. Africa dice que el 80 por ciento de las resoluciones del Consejo de Seguridad son referentes a Africa y que no tienen respresentante permanente. Eventualmente hay que reformarlo, pero la reforma debería ser para que no haya veto. El problema es que para reformar el Consejo se necesita que ninguno de los que tienen veto lo vete. Es difícil.