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“A mí me enseñaron que en política el que pierde da un paso al costado, y yo estaba con los que perdieron”, explicó la diputada duhaldista Graciela Camaño sobre su renuncia a la secretaría parlamentaria del bloque del PJ en la Cámara de Diputados. Rápida de reflejos, la legisladora anunció su alejamiento de la mesa de conducción, anticipándose a una nueva y previsible embestida del kirchnerismo e incluso a la sangría que seguramente sufrirá el duhaldismo como tal en la Cámara baja. “En política no recibo instrucciones maritales”, retrucó cuando le preguntaron si había conversado la decisión con su marido, Luis Barrionuevo. Sin embargo, Camaño coincidió con el sindicalista y diputado electo, quien el lunes dijo estar “feliz” por el triunfo del kirchnerismo y lo calificó de “pingüinazo”. La diputada adjudicó la derrota del duhaldismo a la “buena gestión” del presidente Néstor Kirchner y a su “actitud militante” durante la campaña, por recorrer “cada pueblo” de la provincia de Buenos Aires.
A las 16.30, cuando salió del ascensor y se encontró con casi medio centenar de periodistas, no pudo ocultar su sorpresa. “¿No hay otras noticias?”, preguntó con simulada ingenuidad. “Pensé que era lo que correspondía tras la evaluación política de lo que pasó el domingo, perteneciendo al sector de Duhalde tenía que dejar el lugar, es lo que hacemos los peronistas”, explicó Camaño ya acomodada en su luminoso despacho del piso 12. El “lugar” es la estratégica secretaría parlamentaria, el cargo desde el cual se maneja la agenda legislativa. Cuando Página/12 le hizo notar que algunos de sus compañeros ya empezaban a cambiar de bando, respondió enfática: “Yo no, será porque soy mujer”.
Mientras la diputada daba sus razones ante la prensa, sus compañeros comenzaban a reaccionar: Domingo Vitale dejó la Secretaría de Acción Política de la bancada.
Hasta anoche, los otros dos duhaldistas de la conducción no habían decidido seguir sus pasos. A las 19 el duhaldismo volvió a reunirse en el despacho del presidente de Diputados, Eduardo Camaño, pero no lograron definir cómo seguirán agrupados ante la definición del kirchnerismo de excluirlos del bloque. El ala “dura”, que contiene a Jorge Casanovas y a Eduardo Camaño, entre otros, pugna por diferenciarse lo más posible del Frente para la Victoria. Así podría llamarse la “nueva mayoría” de la que hablan los referentes más fieles al Presidente y, en tal caso, la minoría duhaldista (que en un cálculo optimista de Graciela Camaño serían 31 legisladores) se quedaría con el sello del PJ. Graciela Camaño dio señales de que seguirá en el sector “dialoguista”. Aunque no dijo que “acompañará al que gana”, como establece la máxima peronista, aseguró que está dispuesta a “apoyar las políticas de Estado”, como por ejemplo las prórrogas a leyes sobre temas tributarios. Por lo pronto, la única certeza de los duhaldistas es un encuentro con su jefe previsto para el miércoles próximo.