ESPECTáCULOS › ANUNCIARON LA QUINTA EDICION DEL FESTIVAL DE CINE INDEPENDIENTE

Diez días que conmoverán a Buenos Aires

La muestra porteña, que se llevará a cabo entre el 16 y el 26 de abril, promete ser “aún más ambiciosa y arriesgada”. Se verán más de 200 films de todo el mundo, entre ellos novedades de Kitano, Cronemberg y Sokurov. Pero las sorpresas estarán a la orden del día.

 Por Martín Pérez

Tres films argentinos, otros tres del resto de Norte y Sudamérica, cinco europeos y cuatro asiáticos. Con un film cada uno, Mauritania y Palestina completan el listado de las dieciséis películas que se presentarán a partir del próximo 16 de abril en la competencia oficial del quinto Festival Internacional de Cine Independiente porteño. Reservado a primeras o segundas películas de directores noveles, la competencia oficial del Bafici marca las tendencias de un festival que este año exhibirá más de 200 películas, en una edición que sus responsables consideran “más ambiciosa, más radical y un poco más arriesgada” que la del año pasado. La elección del film Vendredi Soir para inaugurar el festival no hace más que confirmar esta definición. Se trata del último trabajo de la directora francesa Claire Denis, que el año pasado impactó con la fascinante Trouble Every Day.
“Hace un año escribí, cuando debimos hacer un Festival con los bancos cerrados y sin ministro de Economía pero con las salas llenas, que el verdadero problema iba a ser concretar el próximo Festival. Y así fue”, confesó el director de la muestra, Quintín, en la conferencia de prensa con la que ayer se presentó oficialmente la quinta edición del Festival. Flanqueado por Aníbal Ibarra y Jorge Telerman, el director artístico del Bafici explicó que este año no fue posible pedirles a los invitados que se pagasen el pasaje de su bolsillo, por ejemplo. Ni esperar que ante tamaña sugerencia, como sucedió el año pasado, éstos asintieran respondiendo: “Argentina se lo merece”. Con la crisis local fuera de la pantalla de CNN, Quintín explicó que hacer un Festival más grande, con más invitados y más propuestas significó un trabajo descomunal, realizado con la idea de construir para adelante, de estabilizar al Bafici como un evento importante dentro del calendario internacional de festivales de cine.
Devenido luego de cinco años en el Festival más importante de un país que durante ese lustro se ha puesto en la mira de los grandes centros cinematográficos internacionales, el Festival de Cine Independiente porteño ya “es una tradición”, como dijo ayer un orgulloso Aníbal Ibarra. “Para nosotros es un Festival modelo, y lo sentimos como propio”, declaró Jorge Coscia, presidente del Incaa, cuyo aporte fue indispensable para que se pudieran terminar varias de las 40 películas argentinas incluidas en la programación.
Con las salas llenas de la edición anterior como mejor lección de que la gran estrella del Festival es el Festival en sí, esta nueva edición del Bafici no anuncia visitas ilustres, como sucedió en su momento con Francis Ford Coppola o Jim Jarmusch. Con seductoras secciones curadas especialmente por especialistas internacionales como gran novedad de esta edición, y sin prestar demasiado espacio a la oferta de las grandes distribuidoras internacionales, las novedades que más llaman la atención a primera vista están dentro de la sección titulada “Panorama del cine mundial”. Allí se agolpan los nuevos trabajos de directores respetados y consagrados como Takeshi Kitano (Dolls), David Cronemberg (Spider), Gus Van Sant (Gerry), Larry Clark (Ken Park, codirigido junto a Ed Lachman), Tsai Ming Liang (The skywalk is gone), Marco Bellochio (La hora de religión), Luc y Jean-Pierre Dardenne (Les fils) y Aleksandr Sokurov (Taurus).
Las dos retrospectivas más importantes de esta edición del Bafici están dedicadas a un cineasta georgiano y a uno local. Conocido en la Argentina esencialmente por el estreno de Hogar Dulce Hogar, uno de los últimos de su carrera, del georgiano Otar Iossellani se verán dieciséis films. Esta selección incluye su último trabajo, Lundi Matin, premiado el año pasado en Berlín. La recuperación de la obra del cineasta militante Jorge Cedrón –cuyo film más conocido es Operación Masacre, su adaptación de la obra de Rodolfo Walsh– no sólo incluye la exhibición de siete trabajos, sinola edición de un libro a cargo de Fernando Martín Peña. Otros directores “En Foco” serán el japonés Nobushiro Suwa, los alemanes Fred Kelemen y Harun Farocki y el canadiense Peter Mettler.
Además de un “Foco Brasil”, dedicado a la última generación de la producción brasileña (entre cuya selección se destaca Onibus 174, de José Padilha), y una sección de Cine Palestino (cuyo eje es Rana’s Wedding, incluido en la competencia oficial), las secciones más sorprendentes son las que fueron curadas especialmente para el Bafici por críticos y directores de otros festivales internacionales. “Son secciones que exploran los caminos del cine, y ayudan a encontrar lo diferente, lo nuevo y lo estimulante”, explicó Quintín a la hora de presentar en la conferencia de prensa estas secciones. Una de ellas está dedicada al Nuevo Cine Queer Chino, seleccionada por Tony Rayns, el mayor especialista occidental en cine asiático. El programa seleccionado por Simon Field, el director del festival de Rotterdam, lleva por nombre “Cine Británico: Excéntricos y Visionarios”, en el que destacan los trabajos fascinantes de los hermanos Stephen y Timothy Quay. “Una historia secreta del cine australiano” ha sido seleccionada por Adrian Martin y Bernard Benoliel, del Festival de Belfort, compiló un ciclo llamado “Las velocidades del cine”, que incluye trabajos de Wong Kar-Wai, Roberto Rossellini, Jacques Tati, Godard, Hitchcock y Antonioni.
Una de las curiosidades de la competencia oficial es la ausencia, dentro de su amplio marco internacional, de un film proveniente de Estados Unidos. “No lo hay porque este año no encontramos un trabajo del cine independiente estadounidense de las características del Festival”, explicó Quintín, que desvinculó esta ausencia a la actual invasión a Irak. Y lo hizo destacando el hecho de que uno de los integrantes del jurado es el cineasta norteamericano John Gianvito que, justamente, compitió dos años atrás en el Bafici con su película The mad songs of Fernanda Hussein, sobre la persecución a los inmigrantes de origen árabe durante la anterior guerra del Golfo. Dentro de la competencia oficial, es inevitable destacar las tres participantes locales: Nadar solo, de Ezequiel Acuña (que recuerda al Rejtman de Rapado), Los rubios, segundo trabajo de Albertina Carri, y la muy anticipada Ana y los otros, de Celina Murga. Su film protagonizó el curioso caso de una película seleccionada para la competición oficial del Festival que tuvo problemas para financiarse porque en su momento fue considerada como un proyecto “sin interés” por el Instituto Nacional de Cine.
Esta quinta edición se extenderá hasta el 26 de abril, se llevará a cabo en los mismos cines que el año pasado (Hoyts Abasto, Cosmos, Lorca, Malba y la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín), y el valor de las entradas para las funciones será de 4 pesos; salvo en la Leopoldo Lugones, que costarán 3. Las localidades estarán en venta a partir del jueves 10 y habrá información disponible en www.bafilmfest.com.ar

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“Gambling, Gods and LSD”, del canadiense Peter Mettler, será uno de los descubrimientos.
 
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