ESPECTáCULOS

Una red internacional de artistas plásticos contra la exclusión global

Un encuentro de artistas visuales, que se realiza en Jakarta con la participación de argentinos, es el resultado de una red mundial que demuestra que otra globalización es posible.

Por Tulio de Sagastizábal *
Desde Jakarta, Indonesia
Desde hace una semana estamos en Jakarta, donde funciona una de las siete sedes de una red global de artistas visuales. La iniciativa nació hace tres años por parte de un grupo de artistas de Asia, Africa, América del Norte y América del Sur que habían finalizado su residencia en la Rijksakademie de Amsterdam y tenían interés en desarrollar una actividad en sus propios países de origen que fuera una continuación de su experiencia de trabajo, formación y comunidad que desarrollaron en los años previos.
Así nació la red RAIN (Rain Artist Initiatives Network), que comenzó a desarrollarse internacionalmente a través de grupos de artistas, en colaboración con instituciones locales, asociados detrás de objetivos específicos en cada país. El Centre Soleil D’Afrique (en Bamako, Mali), Pulse (en Durban, Africa del Sur), Open Circle (en Mumbai, India), Ruangrupa (en Jakarta, Indonesia), El Despacho (Ciudad de México), Ceia (en Belo Horizonte, Brasil) y Trama, en la Argentina.
La propuesta original fue crear modos diferentes de relacionamiento tanto de los grupos de artistas como de la circulación de la producción de obras y pensamiento, evitando la remanida y autoritaria relación Norte-Sur, para instalar la voluntad y necesidad de una relación Sur-Sur.
Cada iniciativa se fue definiendo en cada contexto. El resultado ha sido el desarrollo de una multiplicidad de estrategias que suponen una enorme diferenciación de pensamientos acerca de todos los temas que nos interesan: ésta es la mayor riqueza de la experiencia hasta el momento, por el abanico de problemas y las respuestas frente a esos problemas.
El encuentro en Jakarta es el tercero desde la creación de la red y se puede considerar que la experiencia ha echado raíces, que las iniciativas han conseguido un espacio particular en cada país, en relación con los modos más apropiados y efectivos para la circulación de proyectos, ideas y realizaciones.
Tanto Trama, en Buenos Aires, como Ruangrupa, en Jakarta, en este tiempo han conseguido volverse muy significativas y se han instalado como una referencia. En el caso de Trama, se ha contado con el apoyo de Fundación Antorchas y la colaboración de la Fundación Espigas y el Instituto Goethe, donde el año pasado tuvo lugar un workshop sobre la proyección social de la actividad de los artistas, que expresó el grado de politización y la capacidad crítica de jóvenes artistas pocos antes de que la voluntad de la población estallara en las calles.
Algo de ese mismo viento de inquietud atraviesa el trabajo de las iniciativas de Rain, porque cada sede de la red está tan gravemente amenazada como la propia Argentina.
Pero los pensamientos difieren. Para Tushar Joag y Sharmila Samant, de Open Circle de Mumbai (Bombay), en una de las posiciones más radicalizadas, prácticamente el espacio estético desaparece frente a prácticas que proponen una activa participación e interacción de los artistas e intelectuales en los conflictos sociales, buscando una activa intervención en el espacio público.
En una vía diferente, Greg Streak, de Pulse (Durban), busca a través de la participación de artistas extranjeros junto a artistas locales, generar un fuerte lugar de referencia en un contexto hostil a sus propósitos, y proyecta en estos momentos un importante evento: Violence-Silence, al cual ha invitado a través de Trama a Adriana Lestido (entre otros) a participar. El evento se desarrollará en dos sedes diferentes, una gran ciudad y un pequeño pueblo del interior sudafricano. En Bamako, Mali, Hama Goro ha buscado desde el comienzo de su iniciativa indagar en la relación arte-artesanía, con la preocupación de encontrar los puntos de contacto entre la intención productiva de una y otra actividad en un uno de los más pobres del mundo.
En Brasil, Marco Paulo Rolla y Marcos Hill, de Ceia (Belo Horizonte), persiguen interactuar con otras iniciativas –desde Fortaleza a San Pablo– para generar una alternativa para las prácticas artísticas que no se inscriben en un mercado que es fuerte y limitativo a la vez. También están trabajan para intervenir en los diseños educativos que tienen la responsabilidad de formar las nuevas generaciones de artistas.
En México, Diego Gutiérrez Co-ppe de El Despacho, ha planteado una estrategia y un pensamiento bastante particular: desarrollar obras con la intención de que circulen en los espacios de la gente común (que son los protagonistas de sus documentales) y para eso ha convocado a trabajar a artistas de Holanda (Kees Hin y Bibo) presentes en la reunión de Jakarta, y a los argentinos Sebastián Díaz Morales y Patricio Larrambebere, quienes estarán colaborando en una producción de seis documentales y una película. La idea es incorporar puntos de vista y aproximaciones diferentes sobre una realidad que es cotidiana para los protagonistas.
Trama, que fue constituida por Claudia Fontes, Leonel Luna y Pablo Zicarello –a los que se sumaron últimamente Marina De Caro e Irene Banchero–, fue representada por Zicarello, quien presentó la documentación del último workshop realizado en Buenos Aires, un documental sobre los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre (de un grupo de realizadores independientes), más un proyecto de trabajo que se iniciará en Tucumán y terminará en Amsterdam.
La estrella de estas jornadas ha sido la iniciativa de Jakarta, Ruangrupa, cuyo primer animador, Ade Darmawan, estuvo el año pasado en Argentina participando de Trama. Ruangrupa es un verdadero colectivo de artistas que relaciona distintas actividades de varias ciudades. Las estrategias de Ruangrupa se han centrado en modos múltiples y coordinados de intervención en el espacio público. Pero también producen exhibiciones, como la que coincide con nuestra visita en estos días.
A los encuentros se sumaron artistas, curadores y escritores, con la especial mención de Gertrude Flentge, quien, como coordinadora de RAIN, logra hacer funcionar este complejo mecanismo, que carece de modelos y debe generar sus propios paradigmas de eficacia y excelencia. Hay que cuestionar los estándares de belleza y calidad tradicionales, pero además modificar el rumbo de un “arte internacional” que se acomoda al sistema de exclusión. Debe incorporarse el verdadero universo de la diferencia, de la otredad. El modelo experimental exige mucha atención y cuidado, porque trata de vivencias, experiencias y sentimientos profundos. RAIN ha tendido un tramo de un puente en construcción: una tarea que aún no había sido emprendida en tal magnitud.

* Artista plástico
y docente argentino.

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Obras tramadas de Tulio de Sagastizábal.
 
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