SOCIEDAD › ALLANAN UNIFARMA POR LA CAUSA DEL LABORATORIO NARCO DE MASCHWITZ

La pista del cartel mexicano

Dos sedes de la empresa vinculada con una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez fueron allanadas en el marco de la investigación del laboratorio encontrado en un country de Maschwitz. La hipótesis de la efedrina cortada con sal.

La División Narcotráfico de la Policía Bonaerense allanó ayer dos sedes de la empresa Unifarma SA. La orden provino del juez federal Federico Faggionato Márquez, quien investiga el laboratorio clandestino descubierto en Maschwitz y en el que fueron detenidos nueve mexicanos, oriundos de León, pero aparentemente pertenecientes al cartel de Sinaloa. Según revelaron los investigadores, la efedrina encontrada en Maschwitz venía en envases que llevaron a un mayorista y a Unifarma, que como lo adelantó PáginaI12 importó en febrero 600 kilos de efedrina desde la India. En el marco de esa investigación, los hombres de la Bonaerense y el juez habrían descubierto un vínculo con Sebastián Forza y un móvil del triple homicidio: el grupito de empresarios le habría vendido a los mexicanos un cargamento de efedrina, pero lo redujeron con sal. Según esta versión, Forza y sus amigos cobraron, por adelantado, 800.000 dólares. Toda esta historia, más bien confusa, debe ser ahora verificada en la Justicia y, por lo que se sabe, hasta ahora no se obtuvieron evidencias claras.

Aunque el triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina se cometió en la provincia de Buenos Aires, la investigación está a cargo de la fiscal porteña Ana María Yacobucci, debido a que el punto de partida fue la aparición de la camioneta quemada de Ferrón en la Capital Federal. Sin embargo, la Bonaerense y el juez federal de Campana, Faggionato Márquez, estuvieron en un principio convencidos de que la matanza estaba relacionada con los mexicanos apresados en Maschwitz el 18 de julio pasado. El hilo conductor es la pista de la efedrina.

En la quinta de Maschwitz se encontraron tres tachos vacíos de 25 kilos de efedrina que había sido utilizada para la fabricación de meta-anfetamina. Esos tachos tenían números de partida, códigos y fechas, lo que indicaba que habían llegado al país a través de Unifarma SA. En teoría, la efedrina fue vendida por esa empresa a una pareja integrada por Mario Ribet y Silvia Russo, ambos detenidos, pero toda la operatoria es considerada oscura por el juez. Eso llevó al allanamiento.

Unifarma SA no es la empresa de Ariel Vilán, el joven que se tiró del noveno piso esta semana y que aparece vinculado al triple crimen ya que estaba muy relacionado con Sebastián Forza: entre los talones de cheques encontrados por la calle el miércoles había algunos librados a Forza y, además, Vilán le compró un Mini Cooper al empresario asesinado. La pseudoempresa de Vilán se llama Droguería Unifarma SA, casi igual que la allanada ayer, Unifarma, un detalle que no deja de llamar la atención: dos empresas que se dedican a lo mismo, con nombre idéntico. Unifarma SA –que parece mucho más formal y organizada que la otra– es la que aparece en los registros de la AFIP importando 600 kilos de efedrina desde la India. La cantidad es notable: la empresa trajo 175 kilos en todo 2006, 150 kilos en el primer semestre de 2007 y 600 kilos en febrero de 2008. Seguramente una parte de ese envío, los tres tachos de 25 kilos lo prueban, terminó en manos de los mexicanos. Lo que se quiere saber es si hubo una venta legal o una maniobra.

La cuestión de fondo es si existe relación o no con el triple crimen, más allá de lo idéntico del nombre de las empresas. Y aquí, al menos por ahora, se entra en el terreno más de las hipótesis de los investigadores que de las pruebas. Los que participan de la pesquisa afirman que Mario Martín López Magallanes y una mujer de apellido Faralbi aparecen en varias sociedades con Forza y con Vilán. El objetivo de esas empresas dibujadas era el de traer y transferir la efedrina. Aunque muchos dicen que no se entiende por qué mataron también a Ferrón y a Bina, los investigadores sí tienen hipótesis, aunque no la quieren revelar: “Existe una relación entre ellos, tenían una cosa en común, no fue casualidad o error su asesinato”, sugiere misterioso un hombre del máximo nivel de la pesquisa.

El rumor es que parte de la efedrina traída por Unifarma fue vendida a los mexicanos a través de Forza y su grupo. A cambio recibieron un adelanto de 800.000 dólares. Sin embargo, se habrían metido en una maniobra que les terminó costando la vida: redujeron los kilos de efedrina con sal, es decir entregaron una mezcla del alcaloide y de sal. Eso hizo que los mataran. Por el momento, toda esta historia parece ser una línea de investigación poco apoyada en las pruebas, pero lo cierto es que ayer allanaron Unifarma y se llevaron cajas de documentación.

Hay jueces en lo Penal Económico que en los últimos meses investigaron varios casos de efedrina y de mexicanos –hay no menos de 50 detenidos en lo que va del año– que tienen una visión distinta. Los magistrados evalúan que actualmente existe una superproducción de cocaína y efedrina. “A los narcos no les importa perder un embarque. En Bolivia la cocaína sobra. Con la efedrina pasa lo mismo, sobra. Lo que puede haber provocado las muertes no es la mercancía adulterada o no entregada, sino una traición. Tal vez la entrega a la policía de la quinta en Maschwitz. Pero eso tiene que salir de la investigación. Sin un vínculo claro entre los tres asesinados y los mexicanos, el caso será difícil de esclarecer”, sostuvo ante PáginaI12 un veterano juez en lo Penal Económico.

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Policías bonaerenses buscan documentación en la sede de Unifarma de Céspedes al 3800, de Capital.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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