SOCIEDAD › UN MARTILLERO DE BOEDO FUE ASESINADO Y DESCREEN DE QUE FUERA UN ROBO

Crimen en la inmobiliaria

Francisco De Luca, dueño de la inmobiliaria del mismo nombre, fue asesinado el lunes entre las tres y cuatro de la tarde. Los investigadores sospechan que se trató de una venganza o por otra cuestión personal. No encontraron evidencias de robo.

El asesinato de Francisco Américo De Luca, ocurrido el lunes pasado por la tarde, dejó perplejos a los propios investigadores, que todavía no logran descubrir el motivo de semejante saña. La víctima, el dueño de la inmobiliaria que lleva su nombre, en el barrio porteño de Almagro, fue ultimada de un balazo en la sien en el baño de su oficina, recibió otro tiro en el abdomen y tres más que resultaron “llamativos” para la policía porque fueron dirigidos a la zona genital. “Por ahora no encontramos nada que indique una venganza, pero no descartamos un problema personal o comercial que pudo haber tenido el hombre como móvil del crimen, sobre todo por las características de esos tres balazos y porque del lugar aparentemente no faltaba nada”, detalló ayer una fuente policial que trabajó en la escena del crimen.

De los testimonios de los vecinos recogidos por los investigadores y de los peritajes que se hicieron sobre el cuerpo, surgió una hora aproximada del asesinato, entre las 15 y 16, momento en el que varios testigos escucharon gritos dentro de la inmobiliaria De Luca, sobre la avenida Boedo 183. “Algunos dicen que escucharon ruidos y tiros y a alguien diciendo ‘no tiren’”, contó ayer un vecino del local, quien aclaró que no se hallaba en su casa al momento del crimen.

Recién a las 21 del lunes se descubrió el cadáver cuando otro vecino pasó por delante de esa inmobiliaria, fundada dos veces, y advirtió que la puerta estaba entreabierta. Según relataron fuentes policiales, este hombre halló rastros de sangre y salió asustado a la calle, donde corrió a un patrullero de la comisaría décima para avisarle lo que había visto. Los policías entraron y vieron el lugar bastante revuelto. Fueron hasta el baño y encontraron a De Luca tirado sobre un enorme charco de su propia sangre.

Los agentes comprobaron el deceso y aguardaron la llegada de los especialistas de la Unidad Criminalística Móvil. Tras la revisión del cuerpo y el lugar, los peritos determinaron que De Luca había sido asesinado de un balazo a la altura de la sien izquierda, otro en el abdomen y tres en los testículos. Fuentes de la investigación informaron que había varias manchas de sangre en una de las paredes del comercio.

Al ver el desorden, que no parecía indicar que el o los asesinos buscaran dinero, los investigadores comentaron que se debería a una pelea entre la víctima y el homicida. De Luca tenía consigo su reloj, su celular y su billetera y no se habían llevado ninguna computadora. Según fuentes policiales en las oficinas no había caja fuerte, aunque aún no se sabe si De Luca o su padre, que también trabajaba en la inmobiliaria fundada en 1993, habían hecho alguna transacción monetaria en los últimos días.

Por otra parte, los investigadores de la División Homicidios de la Policía Federal hallaron las cinco vainas servidas de los balazos con los cuales fue atacado el martillero, de 56 años. Según trascendió ayer, serían de una pistola calibre 9 milímetros. El móvil del asesinato, al quedar en un segundo plano la posibilidad de un robo, giraba ayer sobre una venganza vinculada a lo laboral o a la vida personal de la víctima. Ayer declararon familiares, empleados de la inmobiliaria y también vecinos. “Lo que resulta demasiado llamativo es el hecho de que le hayan disparado tres veces en los genitales. Nos hace pensar en un posible mensaje en el marco de alguna venganza”, dijo uno de los investigadores. Sin embargo, en Almagro varios vecinos insistieron en que se trató de un asalto. Uno de ellos fue Héctor, que ayer frente a la inmobiliaria juraba que De Luca era un hombre de buena reputación.

“Francisco vivía con su mujer y una de sus hijas, de 17 años, ya que tiene otra que está casada desde hace poquito. Era un excelente muchacho, vivía en la provincia, no lo puedo creer”, dijo el hombre. “Yo pienso que pudo haber reaccionado ante el ataque. El ajuste de cuentas la policía lo puede tener en cuenta, pero hay que descartarlo porque persona más sana y más buena que este hombre no sé si existe”, agregó.

La policía, a partir de los testimonios, intentará reconstruir los últimos días de De Luca. Se sabe que poco antes del crimen viajó al Partido de la Costa, aunque no se comprobó que haya trabajado. El hecho es investigado por Graciela Bugueiro, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción porteña 19.

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La inmobiliaria De Luca, ubicada en la avenida Boedo 183, entre Don Bosco e Hipólito Yrigoyen.
Imagen: Télam
 
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