SOCIEDAD › ALOJARAN DETENIDOS EN CASAS DE SIERRA GRANDE

Barrio convertido en cárcel

Lo denominaron “prisión en semilibertad” y, aunque suene muy innovador, no es otra cosa más que el reflejo de las transformaciones que desde la década del 90 viene sufriendo la Argentina. Se trata de un proyecto por el cual lo que otrora fuera un barrio minero del interior de Río Negro mañana será una cárcel, con granjitas y huertas, pero cárcel al fin. El proyecto incluye el traslado de 40 presos de “buena conducta” desde la penitenciaría de General Roca a la localidad de Sierra Grande, donde hasta hace 11 años funcionaba una empresa estatal nacional dedicada a la explotación minera.
“En el ‘91 el gobierno nacional dispuso el cierre de la empresa minera Hipasam, que significaba la fuente más importante de trabajo de la ciudad”, dijo a Página/12 Miguel Velázquez, habitante y periodista de Sierra Grande, ubicada 310 kilómetros al sur de Viedma. A partir del cese de las actividades mineras, Sierra Grande vivió el éxodo más importante de su historia: la mitad de sus 12 mil habitantes abandonó la ciudad en busca de trabajo. “Quedaron sólo los comerciantes y los trabajadores municipales, los maestros y la policía”, agrega Velázquez. Algunos barrios de la ciudad adquirieron aspecto fantasmal, entre ellos Villa Hiparsa, denominado así por el nombre de la empresa rionegrina que en 1993 se hizo cargo del mantenimiento de las instalaciones mineras. “Son cuatro o cinco manzanas donde las casas no tienen puertas ni ventanas, porque después de ser abandonadas, fueron saqueadas”, agregó Velázquez.
En ese barrio es donde el gobierno de Río Negro piensa instalar la prisión de “semilibertad”. Para ello, alrededor de diez casas de tamaño mediano serán recicladas y puestas a nuevo, y sus tierras reacondicionadas para posibilitar el cultivo. En ellas vivirán 40 presos que hoy se encuentran en la alcaidía de General Roca, al noroeste de Río Negro, con capacidad para 200 personas, pero donde hay 390 detenidos, la mitad con condena firme.
“Estamos trabajando para resolver la superpoblación de todas las alcaidías”, explicó Esteban Rodrigo, ministro de Gobierno de Río Negro, quien detalló el cuadro de situación en otros centros de detención: “Bariloche tiene 110 internos en un edificio para 60 y Viedma aloja 50 presos en uno para 25 personas”. Rodrigo aseguró que serán trasladados solamente “hombres con buena conducta y penas originadas en delitos que aseguran su adaptación a un régimen de semilibertad”. Según el funcionario, ya existe una experiencia de este tipo en una chacra cercana a Paso Córdoba, a pocos kilómetros de la cárcel de Roca, “en donde actualmente viven 29 internos con la vigilancia de un solo agente policial”. “Allí los internos trabajan la huerta, crían conejos y aves de corral y venden al público el producto de sus labores, lo que les permite ayudar económicamente a sus familias”, destacó.
Producción: Darío Nudler

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