El equipo de la Estación Espacial Internacional (ISS) detectó ayer una fuga de amoníaco proveniente de uno de los sistemas de refrigeración que no supone ningún peligro ni para los astronautas ni para la estación, anunció la agencia espacial estadounidense, NASA. La tripulación actual, compuesta por seis personas, alertó al centro de control de la Estación, situado en Houston, Texas, de la presencia de “pequeños copos blancos que flotan alrededor de la Estación”, precisó la NASA en su comunicado. Las imágenes difundidas por el equipo confirman que la fuga proviene de los sistemas de refrigeración, que ya habían presentado problemas el 1º de noviembre del 2012.