La Justicia de Familia de la provincia ordenó la “inmediata y segura” restitución internacional de una nena española, de siete años, a su residencia habitual, luego de que su madre la trajera en abril pasado, sin consentimiento del padre, y en contra de lo resuelto por la Justicia de ese país. Según el fallo del Juzgado de Familia de Rosario, la niña “manifestó claramente su deseo de volver a España. Es que allí tiene su vida y 15 amigas, así como también los juguetes que quedaron”.

Al resolver, la jueza Valeria Víttori tuvo en cuenta que la situación modificó el centro de vida de la nena “por voluntad unilateral de su progenitora, quien decidió en forma inconsulta alterar sus hábitos, costumbres, contacto con su padre, trato con sus amigas”, reza la resolución.

En España hay una causa por violencia de género, iniciada por la madre de la chiquita, y para la magistrada debe tenerse en cuenta el “interés superior del niño”, por el derecho a “no ser trasladado o retenido indebidamente, a visitar al padre no conviviente; y de la inmediata restitución para que sea el juez natural el que decida la cuestiones de fondo”. El fallo se encuentra apelado, por lo que la decisión no está firme aún.

Los padres en conflicto se casaron en Argentina y luego fueron a España, donde nació la pequeña. Este año decidieron divorciarse y, según el fallo, la mujer presentó una denuncia por violencia de género en la Justicia española. En tanto, los tribunales de ese país resolvieron disolver el matrimonio y otorgar la patria potestad de la hija en común para ambos progenitores, guarda y custodia para la madre y un régimen de visitas para el padre. También se falló negativamente al pedido de traslado de la nena.

La denuncia llegó desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, suscripta por el embajador Horacio Basabe, director de Asistencia Jurídica Internacional, quien solicitó la aplicación del Convenio de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores.

Poco después, la madre de la niña se presentó en tribunales, luego de que durante la feria judicial se intentara localizarlas. También se presentó para formular una denuncia contra el padre de la nena, fundamentada en “continuo hostigamiento telefónico”. La mujer manifestó que fue víctima de violencia en España, que (ella y su ex) se casaron y vivieron allí, que ahí nació su hija, y que estuvieron casi nueve años residiendo en aquel país europeo.

Frente a ello, el fallo destaca que “el centro de vida y escolaridad” de la niña se encuentra en España. Para la magistrada, el derecho de custodia de la niña no es suficiente para decidir la modificación de la residencia habitual. E instó a que las cuestiones de fondo en la causa se resuelvan en el lugar donde residía la niña.

La madre de la pequeña habló ayer en Radio 2 de Rosario y relató que vive un momento difícil desde que la Justicia le ordenó que regresara a España. Según contó, una vez divorciada quedó sin residencia ni trabajo, además de no poder acceder al sistema de salud. La mujer agregó que recibió asistencia de la Iglesia; pero en abril decidió tomar un avión a la Argentina. “La nena no está secuestrada, está escolarizada. Con sus abuelos paternos y primos”, aseguró.

En su descargo judicial, la madre agregó que “el progenitor de la niña no cumple la cuota alimentaria dispuesta por el juez español y que el reintegro podría colocar a su hija en una situación de peligro psíquico o causarle perjuicio psicológico”.