SOCIEDAD › EN ARECO NO HAY EVACUADOS; LA SITUACIóN SE NORMALIZA EN EL NORTE BONAERENSE

Volver con la salida del sol

Con el fin de los operativos de limpieza y acondicionamiento de casas y barrios, los evacuados de la provincia de Buenos Aires regresaban a sus hogares. En Santa Fe, rehabilitaron la ruta nacional 33. Siguen buscando al joven que cayó al Riachuelo.

Los pobladores evacuados de los municipios de la provincia de Buenos Aires y del sur de Santa Fe que fueron afectados por el temporal comenzaron a retornar a sus casas. En San Antonio de Areco, donde llegó a haber alrededor de 1000 personas fuera de sus casas, entre evacuados y autoevacuados, ayer la situación estaba “prácticamente entrando en la normalidad”, informó el secretario de Gobierno. En Salto, el regreso a sus casas de las 680 personas que habían tenido que dejarlas por las inundaciones empezó a concretarse a medida que avanzaba “la limpieza y el secado de las viviendas”, explicó el coordinador de Defensa Civil local. En tanto en Luján los retornos desde los centros de evacuados se iban concretando a medida que las condiciones climáticas lo permitían, mientras que las 40 personas que permanecían evacuadas en el centro municipal de Pilar regresaban, también, a sus viviendas, según informó el municipio. En Sanford, Santa Fe, la ruta nacional 33 fue rehabilitada, tras días de haber quedado bajo agua. Por otra parte, Prefectura Naval Argentina continuó buscando infructuosamente a Matías Bruera, el joven que el 9 de agosto cayó al Riachuelo en el automóvil conducido por su padre, cuyo cuerpo fue hallado el domingo.

San Antonio de Areco, aseguró ayer el secretario de Gobierno, Luis Lupini, “está prácticamente entrando en la normalidad”. “Los tres aliviadores que hizo este municipio consiguieron que el río bajara muy rápido; nuestro sistema de alerta permitió la evacuación rápida, y la gimnasia que tenemos en este tipo de emergencia logró que el operativo fuera ordenado antes y después de la inundación”, detalló el funcionario de la localidad en la que los autoevacuados fueron alrededor de 800 y quienes debieron ser auxiliados para salir de sus hogares, 120.

En el lugar, el operativo para acondicionar nuevamente barrios y viviendas incluyó a voluntarios de diversa extracción, inclusive los boy scouts, y “cuenta con tres camiones atmosféricos destinados al destape de pozos sépticos, afectados por el desborde del río, y de la limpieza cloacal que el municipio realiza junto con personal de AySA”, informó el funcionario. Además, señaló, el municipio y el Ministerio de Salud bonaerense realizan “desinfección y fumigación en la zona, mientras los camiones compactadores reducen los residuos urbanos y productos degradados durante la crecida”. De todos modos, ayer, por las nubes que podían presagiar lluvias para la tarde, el funcionario señaló que la administración local prestaba atención al pronóstico para seguir adelante. “Vamos avanzando en las tareas que el tiempo nos permite hacer: como la recuperación de la accesibilidad de los caminos y la puesta a punto del museo Ricardo Güiraldes”, precisó.

En tanto, en Salto, las cerca de 680 personas evacuadas comenzaron a volver a su casa en función del avance de las tareas de “limpieza y secado de las viviendas” en 15 manzanas donde aún trabajaban los rescatistas, por lo que el operativo podría terminar hoy, explicó el coordinador de Defensa Civil local, Hugo Esteche. Por las inundaciones, en Salto las autoridades abrieron diez centros de evacuados, mientras que unos 5000 habitantes padecieron la crecida del río, aunque no todos ellos abandonaron sus hogares.

Mientras que en Pilar retornaban a sus casas las cerca de 40 personas que permanecían alojadas en el centro municipal, en Luján, al tiempo que terminaban las tareas de limpieza en calles y zanjas de los barrios más afectados, las 490 personas que permanecían en centros de evacuados volvían a sus hogares. Del operativo participaron alrededor de 1000 personas, entre voluntarios y personal de cooperativas bonaerenses y de ONG, informó el coordinador de Protección de Defensa de la Comunidad de Luján, Javier Sosa.

En el Riachuelo, la Prefectura continuó la búsqueda de Matías Bruera, el joven que, con su padre, Juan Ramón, cayó a las aguas en inmediaciones del puente Bosch. EL domingo, el cuerpo de Juan Ramón fue hallado entre dos barcazas areneras a la altura de Pedro de Mendoza al 900; fue prontamente identificado porque llevaba su DNI. El joven Bruera seguía siendo buscado, a la altura de Vuelta de Rocha.

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De los operativos en los distintos municipios participaron, también, voluntarios y ONG.
 
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