SOCIEDAD › SIETE MUERTOS EN EE.UU. A MANOS DE UN HOMBRE QUE FUE DETENIDO

Las armas que carga el Diablo

En Kalamazoo, estado de Michigan, Estados Unidos, un taxista comenzó a disparar al azar en diferentes lugares de la ruta. Mató a siete personas, entre ellas un niño de ocho años, e hirió a otras nueve. La policía logró detenerlo el domingo por la madrugada.

Un hombre fue detenido en la madrugada del domingo acusado de ser el presunto autor de una oleada de tiros que dejó un saldo de 7 muertos –entre ellos, un nene de 8 años– y heridos de consideración en la ciudad de Kalamazoo, en el estado norteamericano de Michigan. Las autoridades desconocen los motivos que llevaron al individuo a tomar tal determinación. Según el sheriff del condado, el arrestado y el coche con el que en principio se dio a la fuga se ajustan a la descripción dada por testigos, y destacó: “Es la peor de las pesadillas, tener a alguien conduciendo y matando de forma aleatoria a personas”. La masacre, que dio comienzo el sábado por la tarde, es el tiroteo masivo número 27 en lo que va de 2016, a razón de uno cada dos días.

En una seguidilla de ataques armados que sembraron pánico en la ciudad de Kalamazoo, región norte-central de los Estados Unidos, un tirador abrió fuego y mató a siete personas antes de ser detenido por la policía. Además de los fallecidos, otras nueve víctimas resultaron heridas en la balacera que se produjo en tres escenarios distintos, en un radio de unos pocos kilómetros. Tres de los heridos, entre ellos una niña de 9 años, permanecen en estado crítico. Según informó el teniente de la policía del estado de Michigan, Dale Hinz, el atacante fue identificado como Jason Dalton, de 45 años, y taxista de la empresa Uber, quien está siendo interrogado por estas horas en relación con los hechos. La policía ignora los motivos que llevaron al presunto autor a perpetrar la masacre, que comenzó al caer la tarde del sábado. “A simple vista parece ser que alguien se paseó conduciendo por el condado, localizando a gente a la que disparaba hasta matarla”, declaró el funcionario de la oficina del sheriff, Paul Matyas.

Asimismo, Matyas indicó que se encontró un arma en el vehículo del sospechoso –un todoterreno Chevrolet HHR color azul– y que éste disparó supuestamente de forma aleatoria a la gente que encontraba a su paso en lugares diferentes del condado. “No hay conexión entre los tiroteos, todo parece haber sido arbitrario. Es el peor escenario al que se puede enfrentar cualquier comunidad”, señaló Matyas. Los fallecidos inicialmente en los tiroteos eran seis, pero luego la policía confirmó la muerte de una séptima víctima, una joven que se encontraba gravemente herida.

Según las primeras investigaciones, el francotirador –que, se cree, actuó solo y carecía de antecedentes penales– comenzó su mortal periplo cuando caía la tarde del sábado en la playa de estacionamiento de un complejo de apartamentos. Allí disparó reiteradas veces contra una mujer, que estaba acompañada por tres niños, a quien dejó gravemente herida, aunque las autoridades confían en que sobrevivirá.

Cuatro horas más tarde, ya de noche, Dalton se plantó delante de una agencia concesionaria de automóviles y mató a tiros a dos hombres, un joven de 18 años y otro mayor que –se cree– era el padre del adolescente, aunque las autoridades todavía no pudieron identificar a las víctimas.

El agresor siguió viaje y apenas quince minutos después, durante el último suceso, salió de su vehículo e inició una breve conversación con personas de otros dos coches en las cercanías del restaurante Cracker Barrel, a pocas millas de la concesionaria. Después de hablar con ellas, sorpresivamente el hombre disparó a mansalva. En este último tiroteo asesinó a cuatro personas, entre ellas un niño de 8 años de edad, en tanto una adolescente a la que en un principio se había dado por muerta permanecía “herida de gravedad” y no se sabe si logrará sobrevivir. Todas las personas agredidas se hallaban dentro de sus vehículos.

“¿Cómo explicamos a los familiares de las víctimas que éstas fueron atacadas sólo porque estaban donde estaban?”, se preguntó el fiscal de Kalamazoo, Jeffrey Getting, visiblemente conmocionado. “Estamos intentando averiguar el motivo. Honestamente, parece haber sido un acto totalmente al azar”, dijo por su parte el jefe de Seguridad Pública de Kalamazoo, Jeff Hadley. Si bien aún no hay certezas, los investigadores creen que Dalton es el responsable de todos los disparos.

Por último cabe destacar que Shootingtracker, un sitio web local que mantiene el conteo de este tipo de hechos luctuosos, afirma que el año 2015 cerró en Estados Unidos con 325 tiroteos masivos, en los que más de cuatro personas resultaron heridas o muertas. Casi una masacre por día.

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La playa de estacionamiento donde empezó el salvaje raid de Jason Dalton.
Imagen: AFP
 
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