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Unas tres mil personas según cifras oficiales –o 20.000 de acuerdo con otras estimaciones– debieron ser evacuadas a causa de un incendio forestal que ayer quemó decenas de viviendas y fincas en las localidades de Punta del Diablo y Santa Teresa, en Uruguay. Entre los evacuados figuran cientos de turistas argentinos. Anoche, el fuego permanecía “fuera de control”, por lo que el gobierno de Jorge Batlle pidió ayuda a Argentina, Brasil y Chile, que otorgaron recursos humanos y técnicos para contribuir a sofocar las llamas que ocupaban 1400 hectáreas y que tenían un frente de siete kilómetros.
El incendio, que había comenzado el lunes en un establecimiento rural del departamento de Rocha, al noreste de Montevideo, fue agravado por vientos de hasta 70 kilómetros por hora. Si bien las cifras oficiales hablaban de tres mil evacuados, el director de Turismo de Rocha, Jorge Simeone, estimó que “podrían llegar a 20 mil”. El ministro de Defensa de Uruguay, Yamandú Fau, indicó que el incendio, al atravesar un cortafuegos hecho por bomberos, “alcanzó la Playa del Barco, donde comienza la ciudad vecina de Santa Teresa, aunque el fuego no entró al casco urbano” de esta ciudad ni de Punta del Diablo.
Fau explicó que parte de la zona turística de Rocha fue consumida por las llamas, por lo que numerosos turistas, muchos de ellos argentinos, fueron evacuados y llevados a lugares seguros. “Se está intentando frenar el fuego para que no ingrese a la zona de Santa Teresa, para que no cause un desastre en un lugar más densamente poblado”, señaló el funcionario.
Por ello, el gobierno uruguayo permitió el ingreso de bomberos desde Rio Grande do Sul, que trabajan en el lugar junto a helicópteros hidrantes y 400 personas entre bomberos, policías, vecinos y personal del departamento de Rocha, del Ejército y la Fuerza Aérea. El Ministerio de Interior uruguayo coordinó tareas de ayuda desde la Argentina y Chile, que pusieron a disposición aviones cisterna. Y en Porto Alegre, Brasil, 70 bomberos con 5 camiones hidrantes estaban ayer por la tarde listos para salir a Rocha, que limita con ese país.
En Argentina, el coordinador nacional del Plan Nacional del Manejo del Fuego, Fernando Epele, confirmó que “por un pedido expreso del gobierno uruguayo se han dispuesto dos aviones hidrantes, que iban a ser despachados desde Corrientes y Misiones”, que anoche no despegaban porque “todavía no podían operar en la zona del incendio, ya que había mucho tráfico de aeronaves, aunque estamos disponibles”.
El cambio de orientación del viento hacia el este y a una velocidad de 70 kilómetros por hora hizo afirmar a los funcionarios uruguayos que el incendio estaba “fuera de control”, aunque se esperaba que bajara su intensidad hacia la noche. Según datos aportados por el gobierno de ese país, 1400 hectáreas fueron arrasadas, mientras 30 casas resultaron destruidas en el balneario Punta del Diablo, a 298 kilómetros de Montevideo. Pero según gente del lugar, serían 65 las casas incendiadas. Punta del Diablo es un pueblo de pescadores devenido sitio de descanso para veraneantes en busca de “tranquilidad y naturaleza”. Muchas de las construcciones para recibir turistas mantienen el estilo de pueblo pesquero y son de madera y techos de pajas, por lo que fueron consumidas rápidamente por las llamas, lo mismo que algunos locales bailables y un camping.
En este sentido, el intendente de Rocha, Irineu Riet Correa, contó que el fuego arrasó la avenida principal de acceso a Punta del Diablo y que está muy cerca del pueblo, aunque no alcanzó a viviendas habitadas. Los tres grandes focos de incendio que afectaban ayer a esas poblaciones de la costa atlántica uruguaya generaban una nube de humo que veía desde 50 kilómetros. El fuego quemó muchos postes y cables de luz, a la vez que se dificultaban las comunicaciones por teléfono celular, por lo que los contactos eran básicamente a través de radio. Hasta el momento hubo un solo herido: un bombero con quemaduras en la córnea, cuyo estado no era de gravedad.