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El gobierno porteño estudia exigir para la habilitación de boliches bailables un revestimiento interior que es ignífugo y a la vez aislante acústico, para reemplazar al poliuretano, cuya combustión ocasionó las muertes por intoxicación en República Cromañón. El material en cuestión es la lana mineral de roca volcánica, que se comercializa en el país desde hace diez años y cumple con normas de seguridad en materia de incendio en Europa, Estados Unidos y Japón. A pedido del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, técnicos de la Superintendencia de Bomberos sometieron el material a una serie de pruebas de incombustibilidad y quedaron sorprendidos con los resultados: resiste temperaturas de hasta 750 grados centígrados, y a diferencia del poliuretano no se prende fuego ni emite gases tóxicos al fundirse.
“El próximo paso será enviarlo a especialistas del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) para que den su veredicto”, señaló una fuente del gobierno porteño. Ibarra conoció el material el 6 de enero, a una semana de la tragedia de Once. Directivos de la empresa importadora de la lana mineral de roca volcánica hicieron una presentación en su despacho. Durante la reunión estuvo presente también el director de Defensa Civil. Ibarra quedó muy impresionado por un video donde le mostraron una prueba de laboratorio realizada por un organismo sueco para comparar la forma de reaccionar ante el fuego de un revestimiento de lana mineral de roca volcánica, uno de telgopor y otro de poliuretano. Ante la misma temperatura, en el primer caso no hubo colapso total ni humo tras 20 minutos de llama constante. En el segundo, a los ¡30 segundos! empieza a derretirse y a los ¡72 segundos! cae a chorros y el fuego se expande. De telgopor eran los revestimientos del boliche Kheyvis, cuyo incendio dejó 17 muertos. En el tercer caso, a los ¡7 segundos! ya se observa humo y después de ¡18 segundos! llamas y humo amarillo que corresponde a emanaciones de gases tóxicos. De poliuretano eran los revestimientos en República Cromañón, donde hubo 191 víctimas fatales, la mayoría producto de la intoxicación.
“La lana de piedra se extrae de una roca volcánica, que se derrite a muy altas temperaturas. De allí se obtienen hebras, que se van apelmazando hasta obtener un colchón, y están unidas por una mínima cantidad de aglutinante”, explicó a este diario Manfredo Udewald, director de la firma Willich, importadora del material desde Holanda. Udewald fue uno de los directivos que detalló las características del material en la audiencia con Ibarra. “Quisimos poner a disposición del gobierno esta tecnología, que en general no se conoce”, agregó Udewald, un ingeniero que se especializó en Alemania en revestimientos térmicos, acústicos e ignífugos para la industria. “Ya tenemos nuestro stock vendido. No queremos hacer un negocio con el morbo, pero creemos que se debe difundir este material, que responde a todas las normas internacionales contra incendio. Las normativas de seguridad alemanas, por ejemplo, no permiten el poliuretano en ninguna de sus variantes”, señaló.
Desde que el gobierno porteño profundizó los controles en locales de esparcimiento de la ciudad, tras la tragedia de República Cromañón, en la firma se multiplicaron las consultas. “Nos están llamando arquitectos que trabajan para restaurantes que han sido clausurados”, contó Udewald.
Según explicó, la lana de mineral de roca volcánica es incombustible, a los 750 grados se funde; al consumirse no emite gases ni provoca llamas, y además es aislante acústico. Estas condiciones fueron corroboradas en los últimos días por técnicos de la Superintendencia de Bomberos a pedido del jefe de Gobierno, que ya tiene en su escritorio los resultados de las pruebas. Otra de sus características es que se trata del único material aislante aprobado internacionalmente para buques de ultramar, destacó el ingeniero. En el país, la lana de piedra se utiliza en puertas contra incendio, en la aislación de hornos y termotanques, en la industria automotriz y en la petrolera. “Las pantallas acústicas que hay sobre lacolectora de la Panamericana a la altura de Vicente López, del lado del río, son de lana mineral”, precisó Udewald. Si finalmente el gobierno porteño así lo resuelve podría convertirse en una exigencia para los boliches bailables.