SOCIEDAD › EL TEMPORAL DE GRANIZO CAUSO NUMEROSOS DAÑOS EN LA CIUDAD Y EL CONURBANO

Un día para salir a la calle con casco

Hubo catorce heridos, varios accidentes de tránsito, centenares de autos dañados, vidrios rotos por todos lados, techos caídos, dos líneas de subte paralizadas. Aunque estaba anunciada, la tormenta de granizo que cayó con furia tomó desprevenidos a los porteños. Para hoy se mantiene el alerta.

Un minuto después de las 16 de ayer, el interno 76 de la línea 103 recibió la primera andanada de piedras cuando circulaba a la altura del 3700 de la avenida Belgrano, pero minutos más tarde, al llegar al Bajo, cerca del cruce con la calle Defensa, el ruido a techo de chapa cascoteado se hizo ensordecedor, al punto que algunos pasajeros se taparon los oídos con las manos. La primera tanda de granizo fue discreta, con piedras de dos centímetros de diámetro, pero luego crecieron “hasta los cinco o siete centímetros, como una pelotita de golf”, graficó un vocero del Servicio Meteorológico Nacional (ver aparte). Las piedras provocaron lesiones leves, incluyendo heridas cortantes a 14 personas que nunca, hasta ayer, habían pensado en la necesidad de salir a la calle con el casco puesto. Una línea de la red de subterráneos, la “D”, salió de circulación como consecuencia de la fuerte lluvia –entre 20 y 40 milímetros en menos de dos horas– que anegó varios sectores de vías. La misma suerte corrieron el Premetro y el ex Ferrocarril Urquiza. Unos 43 mil usuarios se quedaron sin luz y en Córdoba al 2400 se cayó una pared medianera y el techo de chapa de una cochera, aplastando a una docena de autos. El temporal afectó zonas de la Capital Federal, del Gran Buenos Aires y de Bahía Blanca. Para hoy sigue el alerta meteorológico y se esperan nuevos temporales.

La Subsecretaría de Emergencia del Gobierno porteño, a cargo de Emiliano Respighi, movilizó 25 móviles y unas 250 personas para recorrer la ciudad y tratar de solucionar los problemas derivados del temporal, que dejó fuera de servicio a un número importante de semáforos. Los problemas más graves ocurrieron en los barrios porteños de Palermo, Núñez y Belgrano, a la vez que se produjeron varios accidentes de tránsito, varios de ellos en al autopista Panamericana. Chocaron seis autos y hubo dos personas heridas. En la Reserva Ecológica, ubicada en la zona sur de la costanera del Río de la Plata, un hombre de unos 40 años, al parecer en estado de ebriedad, cayó a las aguas de la laguna y tuvo que ser rescatado por personal de Defensa Civil. Se trata un indigente que sufrió un cuadro de hipotermia y tuvo que ser asistido en la guardia del Hospital Argerich.

Una versión aseguró que se había caído el balcón de un edificio ubicado en Amenábar al 600, pero luego se aclaró que lo que había “volado” por el aire, para luego caer sobre el pavimento, fue un cerramiento de vidrio. En este caso no hubo víctimas. En una cochera de Córdoba 2457, en el barrio de Recoleta, al menos una decena de coches quedaron aplastados al caerse el techo. Los vehículos seguían anoche en el lugar, a la espera de la llegada de los peritos de las compañías de seguro, según informaron fuentes de la Subsecretaría de Emergencias. No se produjeron víctimas.

Se dijo ayer que cayó un rayo en un patio interno del Palacio del Congreso Nacional (ver aparte) y lo mismo ocurrió en la terminal de ómnibus de la ciudad de Bahía Blanca. La línea “D” del subte, el Premetro y el ex Urquiza reanudaron sus servicios una hora y media después del temporal. Por la noche, se interrumpió el servicio en la vieja línea “A” de los subterráneos, pero el problema se debió a que una mujer cayó a las vías y fue arrollada por el tren.

Otros de los barrios porteños afectados por el fenómeno fueron Chacarita, Almagro y Constitución. El granizo sacudió también amplias zonas de los partidos bonaerenses de San Miguel, Morón, Hurlingahm y Escobar, mientras que no cayó una sola piedra en Lanús, Banfield o Lomas de Zamora. Un vocero de Edenor hizo saber que 43 mil usuarios quedaron sin luz, en distintos puntos de la Región Metropolitana. Una hora y media después del temporal se habían normalizado los servicios en la mayoría de los lugares afectos, salvo en algunas zonas de la localidad de Escobar. Se dijo que el problema se iba a solucionar antes de la medianoche. No hubo problema en las zonas cubiertas por Edesur.

Varias horas antes, el Servicio Meteorológico Nacional había anticipado que el granizo sacudiría a la Capital Federal, el Gran Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, y sectores del sur y del centro de Santa Fe. En la Capital Federal, durante el temporal, el tránsito de vehículo fue más caótico quede costumbre. Durante más de una media hora, varias calles quedaron anegadas y se produjo el múltiple choque, sin consecuencias graves, en la Panamericana, en el partido de San Isidro, en la mano que lleva a la Capital Federal. Sólo hubo dos heridos leves. En el primero momento, la hilera de vehículos que se movían a paso lento llegaba hasta la avenida Márquez. Esto se debió a que sólo estaban habilitados dos de los carriles. Los problemas en la circulación se sintieron también a los barrios de La Boca, Barracas, Palermo, Caballito, Núñez y Saavedra, donde las calles continuaron anegadas hasta entrada la noche. El congestionamiento del tránsito era exasperante en las avenidas General Paz y del Libertador, donde los vehículos marchaban a paso de hombre. En el Gran Buenos Aires, unas 800 viviendas sufrieron daños en sus techos en el partido de San Miguel, donde cayeron piedras “de hasta 30 gramos de peso”, según informó la Dirección de Defensa Civil.

Dos camiones cargados con frazadas, chapas y colchones partieron de La Plata rumbo a Hurlingham y otros municipios afectados por el temporal. Las comunas, como medida de excepción, fueron autorizadas para utilizar los denominados Fondos de Fortalecimiento que gira la Provincia para la compra de elementos necesario para hacer frente a las emergencias climáticas.

Alberto Crescenti, titular del SAME, precisó que 14 peatones sufrieron heridas leves en la cabeza a causa de los golpes que recibieron por las piedras. Diez de ellos fueron llevados al Hospital Pirovano, dos al Durand, uno al Argerich y el restante al Hospital Rivadavia. Las personas sufrieron “heridas cortantes en el cuero cabelludo o lesiones traumáticas producidas por el impacto del granizo”.

En Núñez y Saavedra los problemas de tránsito se agravaron por la salida de servicio de decenas de semáforos. En una casa de la avenida Alvarez Thomas 64 cayó la mampostería del techo. En Bahía Blanca, el rayo que afectó a la terminal de ómnibus dañó computadoras y equipos de radio pertenecientes a varias compañías del transporte público de pasajeros de larga distancia. En todos los lugares, pero sobre todo en la Capital Federal, una multitud de vehículos sufrieron la rotura de los vidrios. Entrada la noche, en la calle Warnes, famosa por la venta de autopartes, la cola de automóviles era impresionante. En medio de tanto lamento, algunos comerciantes cerraron algunos buenos negocios.

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