SOCIEDAD › NORMA AGREGO GOLOSINAS EN SU DESPACHO DE PAN

“No tenía plata para comprar”

“Yo era una familia de clase media. Mis hijos siempre fueron a colegio privado, nos íbamos de vacaciones dos veces al año ... y de pronto me encontré sola. Es como yo digo: todo tiene un precio y mi libertad tuvo el suyo.” Norma Cortez se refiere así al brusco bajón económico que sufrió al divorciarse 4 años y medio atrás. Le quedó una casa “linda” a ocho cuadras de la estación de Temperley, pero empezó a vivir muy ajustada, aunque su ex marido le sigue pagando los servicios. Mientras estuvo casada, siempre se dedicó a “criar a mis chicos”, de 23, 21 y 18 años. Los tres viven con ella. El mayor se recibió de “licenciado en Gestión y Administración de Empresas y trabaja en una oficina, la segunda está en segundo año de maestra jardinera y el menor está haciendo el CBC para estudiar Psicología”. Todos los días para que viajen necesito 5 pesos. “Porque 3 se lleva el más chico y 2 la nena. Yo lucho y junto pesito por pesito y separo: esto es para el viaje.”
Tras la separación, Norma puso un despacho de pan con el que intenta subsistir. Pero le cuesta. “Pedí 350 pesos de crédito para comprar golosinas. Mi ilusión era poner golosinas en la panadería, porque te dejan buen margen de ganancia. Pero nunca juntaba para poder ir al mayorista. El pan da para los pequeños gastos, pero no para mucho más.” El préstamo se lo entregó un grupo de Cáritas que está replicando el sistema Grameen en el sur del conurbano, en una parroquia de Mármol. Lo recibió el 6 de setiembre. “Me acuerdo perfectamente”, dice. Semanalmente paga 8,40 pesos. “Ya voy por la cuota 37.”

Compartir: 

Twitter

 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.