“El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desarrolla una resistencia activa a la Ley Nacional 26.657 de Salud Mental –sostuvo Macarena Sabin Paz, coordinadora del Equipo de Salud Mental del CELS–. Su política es ciento por ciento manicomial, y cuatro de cada cinco pesos del presupuesto total en salud mental se destina al sostenimiento de los cuatro monstruos manicomiales. La situación actual se ha tornado gravísima.”

“El llamado a licitación para internaciones psiquiátricas prolongadas, que había efectuado el Gobierno de la Ciudad y se logró dejar en suspenso, es exactamente opuesto a lo que pide la ley, que son internaciones a corto plazo, y nos hace suponer que piensan tercerizar las internaciones prolongadas y así ir vaciando los grandes manicomios públicos sólo para traspasar sus servicios a espacios privados.”

En cuanto al nivel nacional, Sabin Paz manifestó que “el Plan Nacional de Salud Mental debía haber sido riguroso en cuanto a plantear la sustitución de los manicomios por otras instituciones de salud mental, inclusivas e insertas en la comunidad. No ha sido así y, en lugar de sustitución habla de ‘adecuación’. También es importante subrayar que el Plan Nacional se limita a referirse a instituciones públicas, dejando afuera las instituciones privadas monovalentes, siendo que las hay muchísimas.”