Los legisladores del PRO presentaron un proyecto para convertir una mano de la calle Uspallata, donde está la nueva sede del gobierno porteño, en una “calle de la convivencia”. Esto implicaría que se restringe el acceso y el estacionamiento. En los hechos, la gestión PRO ya enrejó la calle y puso seguridad en ambos extremos, que tienen puertas corredizas de rejas. El proyecto, que sería como un blanqueo de esa situación, indica que tiene como fin “reordenar el tránsito así como evitar posibles manifestaciones”.

“Los fundamentos del proyecto expresan el modo como entiende el PRO a las manifestaciones y protestas: como algo anómalo que hay que mantener lejos de los gobernantes y no como parte de las acciones en que se ejerce la ciudadanía política”, indicó la jefa del bloque kirchnerista en la Legislatura, Gabriela Alegre.

Durante años, la vieja sede de Bolívar 1 del gobierno porteño tuvo un desfile frecuente de manifestantes de todos los sectores (estudiantes, docentes, integrantes de cooperativas, de centros culturales y un largo etcétera) que enfrentaron las políticas de Macri a lo largo de los últimos ocho años. La puerta ornamentada de madera en Avenida de Mayo 525, que fue grafiteada e incendiada en varias oportunidades, fue reemplazada por una cortina de acero que permanecía siempre baja. Con la mudanza al sur, la estructura de vidrio del nuevo edificio porteño, de momento, fue protegida por un cerco perimetral y una fuerte presencia de la Metropolitana.

El problema es que ese cerco, que tiene dos entradas corredizas, corta una mano de Uspallata. Por eso, el legislador macrista Daniel Presti, junto con Héctor Huici, la jefa de bloque PRO Carmen Polledo y el vicepresidente primero Cristian Ritondo presentaron un proyecto que se trató el 19 de mayo en la Comisión de Tránsito y Transporte y va camino a aprobarse en el recinto.

El proyecto propone que esa mano de Uspallata, entre Iguazú y Atuel, pase a ser una “calle de convivencia”. Esto implica que se restringe la circulación de vehículos y el estacionamiento. Por ejemplo, sólo pueden circular vehículos de 2,10 de altura y a una velocidad no mayor a 20 kilómetros por hora. “El presente proyecto plantea la necesidad de transformar una de las manos de la calle Uspallata entre Atuel e Iguazú sentido a la calle Monteagudo en calle de convivencia”, dicen los fundamentos del proyecto macrista.

“El tránsito actual en esta calle es limitado y con estacionamiento permitido y medido, por lo que se propone limitar el acceso y el estacionamiento”, destacan. Señalan, como atenuantes, que no hay transporte público en ese tramo de la calle y que el tránsito de autos es bajo. “La iniciativa surge en razón de la reciente relocalización del GCBA al Centro Cívico Parque Patricios, a los efectos de reordenar el tránsito y el transporte así como también evitar posibles manifestaciones”, remarca sobre la eventual llegada de los manifestantes ante la nueva sede (que podrán cortar la otra mano de Uspallata, que sigue sin enrejar).

Ante la crítica de Alegre, que consideró que los fundamentos muestran a las manifestaciones como “algo anómalo que hay que mantener lejos de los gobernantes”, el autor del proyecto, el macrista Daniel Presti, retrucó: “Lo de las manifestaciones es un error material involuntario. Estamos a favor de las manifestaciones. Se manifiestan constantemente. Es secundario y menor que se tomen de los fundamentos para tratar de sacar una ventaja política”. De yapa, Presti devolvió la pelota: “Habría que preguntarle al gobierno nacional por la Rosada, que está toda enrejada”.