La fiscal Viviana Fein adelantó que dentro de un mes “tendrá todas las respuestas esperadas” para determinar cómo murió Alberto Nisman. Fein fue ratificada ayer por cuarta vez al frente de la investigación por parte de la Cámara de Casación porteña, que rechazó la pretensión de Sandra Arroyo Salgado de apartarla. Al hacer declaraciones sostuvo que no hubo ninguna alteración sustancial de la escena de la muerte y que nada cambia los parámetros fundamentales del caso: el disparo fue a menos de un centímetro, provino de un arma prestada, no hay rastros de lucha en el baño ni lesiones defensivas en el cuerpo de Nisman y la puerta estaba cerrada. La fiscal salió al cruce del programa Periodismo para todos, que sostuvo la postura de la querella orientada a correrla del caso: decir que toda la pesquisa desde la recolección de pruebas en los primeros momentos fue mal hecha.

Arroyo Salgado ya recusó a Fein sin éxito dos veces ante la jueza Fabiana Palmaghini, una ante la Cámara del Crimen y ante Casación. Este último tribunal, con la firma de Gustavo Bruzzone, Daniel Morin y Carlos Mahiques, sostuvo que no encontró ninguna razón de “gravedad institucional” que justifique su intervención. La ex esposa de Nisman todavía puede presentar un recurso extraordinario o recurrir a la Corte. Su postura en los últimos tiempos ha sido patear el tablero en la medida en que la causa judicial va avanzando en dirección a la hipótesis de que Nisman se quitó la vida, por lo que surgió hasta ahora de la junta médica y del análisis de los criminalistas. Por ejemplo, en la junta médica, los forenses designados por ella dijeron que no se puede dictaminar nada porque el trabajo médico-legal fue mal hecho. Perdieron 13 a 2. La mayoría sostuvo que no hay nada para suponer que se trató de un homicidio.

En la imagen del video filmado por la Policía Federal durante el procedimiento en el departamento de Nisman, difundido por el programa PPT, se perciben desprolijidades, en especial el uso de papel higiénico, que se hubieran apoyado proyectiles en el bidet o que no se hubiera percibido un pelo en el piso. Nada de eso cambia el fondo de la investigación porque la información decisiva no salió ni de los proyectiles ni del bidet y el pelo fue analizado después. “Lo único que se va a descubrir acá es la verdad a través del expediente”, dijo Fein, y volvió a decir que aún no tiene hipótesis favorita. Aseguró que “no se contaminó la escena” y defendió a los peritos que actuaron en el lugar. Aclaró que el papel higiénico se pasó para ver la numeración del arma pero no se usó para limpiarla.

Un dato curioso es que para respaldar la hipótesis del homicidio, PPT recurrió a dos especialistas de la ultraderecha de Estados Unidos. Joseph Humire, de padres bolivianos, denunciado por Evo Morales de alentar la revuelta separatista de Santa Cruz de la Sierra en 2006. Humire habla de Bolivia como “el narcoestado”. La otra fuente fue Douglas Farah, invitado permanente de los republicanos al Senado para hablar sobre Centroamérica,Venezuela, las FARC e Irán.