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Domingo, 15 de junio de 2003

REVISIóN DE LOS CONTRATOS Y EL RECLAMO DE LOS CONCESIONARIOS DE TRENES

“Más tarifas o más subsidios”

En un escenario donde el estado lamentable del servicio ferroviario resulta una pesadilla para los usuarios, las concesionarias apuran al Gobierno para definir un esquema para recibir más ingresos.

Por Cledis Candelaresi

Néstor Kirchner no genera la misma preocupación en todas las privatizadas. Trenes Metropolitanos, la sociedad entre los colectiveros de Trainmet y Hormas que explota las líneas ferroviarias del San Martín, el Roca y el Belgrano Sur, ha sido una de las compañías más objetadas por el gobierno saliente cuando éste decidió poner el foco en el deteriorado servicio ferroviario. Sin embargo, ahora espera con tranquilidad que el nuevo gobierno se siente a rediscutir los contratos y resuelva autorizar una suba de tarifas o un aumento de los subsidios. Osvaldo Iglesias, quien acaba de asumir como presidente de la compañía en lugar de Mario Montoto, justificó ante Cash ese optimismo.
¿Cómo evalúa la posición del gobierno de Néstor Kirchner hacia las privatizadas?
–Creo que estudiarán los contratos sobre la pauta de respetar la seguridad jurídica.
¿El Gobierno les planteó la alternativa de ejecutar el plan de inversiones por sí mismo en lugar de subsidiar los planes de obras de ustedes?
–Aunque es una idea que sabemos se estuvo estudiando y está contenida en el propio plan de gobierno de Néstor Kirchner, él opinó que es el Estado el que debe hacerse cargo de la infraestructura ferroviaria.
Para eso habría que reformular los contratos.
–Seguro que ese tema formará parte de la renegociación. De todos modos, nuestra opinión es que resulta más ágil y más operativo que seamos nosotros quienes sigamos haciéndonos cargo de los planes de obra.
Quizás el Estado decida retomar la administración de las inversiones para evitar sobreprecios.
–Si ése fuera el propósito, lo que el Estado debería hacer es ajustar controles, vigilar que las empresas contraten luego de hacer un concurso de precios y mecanismos por el estilo para evitar fantasmas.
¿Cuál cree que es el espíritu de la administración Kirchner respecto de las privatizaciones ferroviarias?
–Tenemos en claro que no habrá rescisión de las concesiones si no hay incumplimiento de ninguna de las dos partes.
¿Y usted cree que no han incurrido en incumplimientos?
–Nosotros tenemos un plan de obra adecuado a un plan de emergencia. Para hacer inversiones fuertes, también se necesitan señales fuertes del Gobierno.
¿Cuáles?
–Claridad en las políticas y seguridad jurídica.
En enero pasado ustedes fueron intimados por la Justicia a hacer algunas reparaciones elementales, como en ventanillas y asientos. ¿No cree que esas faltas son pautas de que incumplieron obligaciones contractuales?
–No. Lo que ocurrió es que en un momento el Estado no asumió sus obligaciones en seguridad y nosotros fuimos objeto de actos de vandalismo. Cuando el Estado asume las obligaciones que le competen en materia de seguridad, más los efectivos que aportamos nosotros, los ataques disminuyeron. A partir de esto invertimos en reparaciones. No se olvide que nos robaron 100 mil ventanillas con marco de aluminio que terminamos reemplazándolas por otras de chapa.
¿Usted quiere decir que los problemas en el escaso confort y otras deficiencias en el servicio se explican por el vandalismo y no por la falta de mantenimiento?
–No nos olvidemos que el año pasado hubo una coyuntura muy especial. Hubo una devaluación, a raíz de la cual subieron muy fuerte los costos. Las tarifas no se habían tocado. Se habían suspendido los subsidios. Además, nosotros priorizamos las inversiones en tracción en lugar del confort, que es más visible. Tal vez ése fue nuestro error.
¿Hay riesgo de colapso?
–Un sistema ferroviario no colapsa de un día para otro. Pero se va degradando, y eso afecta la seguridad, la frecuencia.
Sin la ejecución de ese plan y sin aumento de tarifa, ¿cuál es el horizonte de la prestación de aquí a fin de año?
–El sistema hoy en día se mantiene gracias a los subsidios porque así puede hacer frente a los costos operativos. Pero no puede pensar en inversiones que mejoren el servicio.
También hay dudas acerca de cómo asignan los subsidios, cómo gastan el dinero que les gira el Estado.
–No tiene por qué haber dudas. Cada contrato prevé adónde gastar cada cosa. El subsidio sólo se paga para cubrir costos operativos perfectamente evidenciados, como el combustible, y diferencia de costos de mano de obra.
¿Con qué horizonte tarifario están trabajando ustedes?
–Es imposible mantener el sistema con este nivel de tarifas y sabemos que el Gobierno no podrá mirar para otro lado.
¿Definir significa autorizar un aumento?
–O un mayor subsidio. No se subsidia a la empresa sino al pasajero.
¿Con qué proyecciones de pasajeros están trabajando?
–En los últimos días recuperamos el nivel histórico.

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Osvaldo Iglesias, presidente de Trenes Metropolitanos.

Reportaje / empresas

“Creo que estudiarán los contratos sobre la pauta de respetar la seguridad jurídica.”

“Nuestra opinión es que resulta más ágil y más operativo que seamos nosotros quienes sigamos haciéndonos cargo de los planes de obra.”

“Tenemos en claro que no habrá rescisión de las concesiones si no hay incumplimiento de ninguna
de las dos partes.”

“Priorizamos las inversiones en tracción en lugar del confort, que es más visible.
Tal vez ése fue nuestro error.”

“El sistema se mantiene gracias a los subsidios porque así puede hacer frente a los costos operativos. Pero no se puede pensar en inversiones que lo mejoren.”

“Es imposible mantener
el sistema con este nivel
de tarifas.”

 
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