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Domingo, 10 de abril de 2016

TELEVISION

Las afinidades electivas

Siciliani y Lamothe comparten mucho más que el protagónico en Educando a Nina. También son parte de una generación de actores que empieza a afianzarse. A la hora de imaginar su futuro, cada uno proyecta el ideal de su carrera. “A mí –se adelanta Lamothe– me gustaría ser como Ricardo (Darín) o Adrián (Suar) para poder hacer dos películas por año. Sería feliz haciendo sólo cine. No necesito de la tele. Tener la vida de Ricardo Darín sería mi vida perfecta. Con ese sueldo, ¿no? Metería alguna ficción televisiva de vez en cuando. No haría teatro, porque las funciones son nocturnas y a la noche me gusta estar en casa.” Por su parte, la actriz no puede concebir el futuro profesional fuera del escenario. “Me imagino –detalla– trabajando menos que cuando era joven, que hacía todo lo que podía. Me imagino siempre en el teatro. Soy una bataclana perdida. Siento que siempre voy a estar ligada al escenario. Cuando me imagino de vieja, me veo arriba de un escenario actuando, bailando y cantando hasta bien entrando los setenta. Mi romance es con el teatro. Me encanta la TV, pero si no hago teatro por un tiempo siento síndrome de abstinencia.”

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