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Viernes, 19 de febrero de 2010

DISCRIMINACION POR EDAD

Sin lugar para Susanas

Al mismo tiempo que la expectativa de vida se alarga, sobre todo para las mujeres y en los países más desarrollados, en Inglaterra el solo hecho de atravesar la barrera de los 50 años es excusa suficiente para quitar de la pantalla a las mujeres que trabajan en TV.

 Por  Josefina Salomon

¿Tienen las mujeres una fecha de vencimiento cuando se paran frente a una cámara de televisión?

La respuesta parecería obvia, pero en Inglaterra no lo es tanto. Una serie de recientes reemplazos de conocidas figuras de la pantalla que ya han pasado sus 50 por colegas varias décadas más jóvenes ha hecho explotar la polémica en los medios locales.

En el último año y medio, la BBC vio al menos cuatro de sus más reconocidas presentadoras alejarse de las cámaras. En su lugar, aparecieron conductoras mucho más jóvenes. Otros canales locales vieron a sus estrellas sufrir la misma suerte.

Una de las afectadas, Miriam O’Reilly, de 52 años, quien hasta fines de 2008 era la cara visible de un programa de asuntos rurales, hasta decidió esta semana llevar al gigante británico a un tribunal por “discriminación en base a la edad”.

Y no es la primera vez que una periodista lleva su caso a la corte. En julio de 2008, Selina Scott, presentadora de noticias del Canal Five, recibió una disculpa y una compensación de £250.000 (U$S 395.000) después de haber demandado a sus jefes por presunta discriminación de edad.

Según Scott, de 57 años, el canal le había prometido que iba a ser quien reemplazara a una de las principales presentadoras de noticias, que se iba de licencia de maternidad. Meses más tarde se decidió que Scott era muy vieja. Finalmente, la televisora eligió a una pareja de presentadores de 28 y 32 años.

Meses antes, la controversia empapaba a la versión local de Bailando por un sueño (de igual formato que el de Tinelli pero con más ropa). Cuando la BBC anunció en julio pasado sus novedades para la temporada, incluida la esperada formación del jurado, se confirmó lo que hacía mucho se rumoreaba. Uno de los programas más vistos de la pantalla local le daba las gracias y abría la puerta (de salida) a su más temida jueza, Arlene Phillips. El reemplazo era la popstar Alesha Dixon, quien había ganado el concurso unos años antes. Arlene tiene 66 y Alesha, 30.

Ante la ola de protesta, los altos directivos de la BBC negaron las acusaciones de discriminación hacia las mujeres en base a su edad. Según ellos, el recambio era producto únicamente de una rutinaria renovación de caras, para mantener los contenidos “frescos” y las audiencias, entretenidas. Pero los críticos no se conformaron y apuntaron contra la disparidad general de edades y géneros en la pantalla. Para ellos, el problema es que a los hombres se les permite “madurar” frente a las cámaras y a las mujeres, no.

En Inglaterra, la mitad de la población femenina tiene más de 40, pero según la Federación Internacional de Actores, la mayor parte de los papeles de televisión los ocupan hombres, y en los roles femeninos, las más jóvenes.

Para Age Concern —una agrupación británica que trabaja para cuidar los intereses de adultos en la tercera edad— más de una de cada cuatro personas en el Reino Unido ha sido discriminada en base a su fecha de nacimiento. Frente a las cámaras y para las mujeres se cree que la situación es mucho más grave.

El tema se tornó tan áspero entre las afectadas y los multimedios para los que trabajaban que hasta el gobierno intervino. Harriet Harman, vicepresidenta del Partido Laborista británico y ministra para la Igualdad, se quejó públicamente de que los medios locales valoran la experiencia de los hombres maduros pero no de las mujeres. “Un ex directivo de la BBC una vez me dijo ‘la cuestión es, la forma en la que nosotros lo vemos es que cuando los presentadores hombres se ponen más viejos se convierten en una autoridad en su campo y cuando las mujeres lo hacen, se tornan en un problema’”, dijo la ministra en una entrevista con la BBC.

Sin embargo, según una encuesta de la consultora Inglesa ICM, el 71 por ciento de los entrevistados dijo que preferían ver a mujeres mayores como la presentadora de Bailando... en sus pantallas. El 80 por ciento dijo creer que las mujeres de más de 50 son discriminadas en cuanto a los roles que reciben en la pantalla. “La noción de una televisión que no tiene lugar para las mujeres de más de 50 envía un mensaje extremadamente negativo, sugiriendo que cuando se vuelven más maduras nadie confía en ellas”, dijo David Manion, director de la organización Age Concern. La BBC, por su parte, niega que exista discriminación alguna y prometió que contrataría a mujeres de más de 50 para poner frente a sus pantallas, incluyendo a una ex presentadora de noticias que regresaría a los estudios después de 23 años de ausencia.

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